Así como murió Martín Elías en un accidente automovilístico, otros exponentes del vallenato también perecieron en carreteras del país. En su gran mayoría cuando iban a cumplir un compromiso musical o regresaban después del deber cumplido.
La muerte de Martín Elías Díaz Acosta, registrada en la vía que conduce de San Onofre, Sucre, a Carmen de Bolívar, hace que muchos rememoren el destino trágico que han tenido otros artistas vallenatos al morir en accidentes viales o aéreos, cortándoles así ‘las alas’ de sus carreras musicales, como la de los cantantes Patricia Teherán, Kaleth Morales, Jesús Manuel Estrada, los compositores Hernando Marín y Leo Gómez; y el acordeonero Juancho Roiz.
En el año 1995 Patricia Teherán, una de las voces femeninas más recordadas en el folclor vallenato que hacía parte de las Diosas del Vallenato, falleció en un accidente de tránsito en la vía que de Barranquilla conduce a Cartagena.
La artista, de 25 años, intérprete del éxito ‘Tarde lo conocí’, perdió el control del vehículo, luego de que se estallara una de las llantas.
Su muerte se dio en el mejor momento de su carrera, justo cuando se consolidaba como la mujer que había ganado más espacio en el mundo vallenato, un género musical dominado por los hombres.
Cuatro años más tardes Hernando Marín, compositor nacido en El Tablazo, San Juan del Cesar, La Guajira, perdió la vida en una vía de Sucre. Eran las 8:30 de la mañana cuando el taxi que lo transportaba se salió de carretera. En su herencia musical quedaron canciones como ‘La creciente’, ‘La ley del embudo’, ‘Villanueva mía’, y muchas más.
En el 2003, Jesús Manuel Estrada murió en un accidente de tránsito registrado en límites de los departamentos del Cesar y Santander. El artista viajaba con su acordeonero Víctor Reyes y su conjunto a una presentación en Medellín cuando en el municipio de La Gloria, sur del Cesar, ocurrió el siniestro.
Estrada inmortalizó su voz con el éxito ‘Los caminos de la vida’ junto a la agrupación Los Diablitos. Otras de las canciones que cantó con este grupo fueron ‘Ya tengo quien me quiera’, ‘Dónde están esos amores’, ‘Lo que quiero eres tú’, entre otras.
En el 2005, Kaleth Morales, más conocido como ‘el rey de la nueva ola del vallenato, murió en un accidente automovilístico en la carretera que de Cartagena conduce a Valledupar, entre los municipios de Plato, Magdalena, y Bosconia, Cesar.
El intérprete de canciones como ‘Vivo en el limbo’ murió a la edad de 21 años, cuando se dedicaba por completo a la música tras graduarse de medicina en la Universidad del Sinú, en Cartagena.
La muerte de Morales, oriundo de Valledupar, fue por años culpa del mal estado de la vía, de acuerdo con los familiares de la víctima. Tanto así, que el Estado fue demandado por la mala calidad de la carretera en la que desplazaba el artista. Sin embargo, el Tribunal Contencioso Administrativo del Magdalena determinó hace siete años que la razón del accidente automovilístico fue la velocidad en la que conducían el joven artista.
En el 2008 murió el compositor Leonardo ‘Leo’ Gómez, en un accidente automovilístico en Valledupar. Había estado departiendo con otros músicos en el estudio de grabación y después salió a comer con unos amigos. La carretera estaba mojada debido a la lluvia, lo que sumado a la velocidad, llevó a la camioneta a estrellarse contra un árbol. En el hecho también murió el ‘cajero’ Francisco Andrés Beleño.
Otro de los hechos que enlutó el vallenato fue la muerte del acordeonero Juancho Roiz, compañero musical de Diomedes Díaz. Pese a no fallecer en un accidente automovilístico, su muerte marcó el género y al mayor exponente de aquel momento, Diomedes Díaz, tras una profunda depresión a causa de dicha muerte.
El digitador de San Juan del Cesar se encontraba en Venezuela en el año de 1994 para cumplir varios conciertos. La avioneta en la que iba él y otros músicos era una Cesena Pipar de matrícula venezolana, donde salieron del aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, rumbo a El Tigre, en el estado de Anzoátegui.
De acuerdo con las noticias registradas en la época, la avioneta no encontró iluminación en la pista y debió sobrevolar la zona de El Tigre para quemar combustible y hacer un aterrizaje de emergencia en la autopista de Ciudad Bolívar. Al intentar esta maniobra, la aeronave se encontró con fuertes vientos que la desviaron contra unos árboles al lado de la vía.
El tío de Martín Elías, por quien el ‘Cacique de La Junta’ bautizó con su nombre al último de sus hijos con Patricia Acosta, murió en condiciones similares. En 1979, Martín Maestre, acordeonero y compositor, murió a los 25 años por las graves heridas que le dejaron un accidente en la camioneta Ford en la que se desplazaba junto con su sobrino Diomedes Díaz desde el sur de La Guajira hasta Valledupar. Una pila de arena les hizo perder el control del automotor. Maestre, se salió del vehículo y se golpeó contra la carretera.
Coincidencia o destino sombrío es el que han tenido artistas de la música vallenata al perecer en accidentes viales, cuando están en el esplendor de sus carreras.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Así como murió Martín Elías en un accidente automovilístico, otros exponentes del vallenato también perecieron en carreteras del país. En su gran mayoría cuando iban a cumplir un compromiso musical o regresaban después del deber cumplido.
La muerte de Martín Elías Díaz Acosta, registrada en la vía que conduce de San Onofre, Sucre, a Carmen de Bolívar, hace que muchos rememoren el destino trágico que han tenido otros artistas vallenatos al morir en accidentes viales o aéreos, cortándoles así ‘las alas’ de sus carreras musicales, como la de los cantantes Patricia Teherán, Kaleth Morales, Jesús Manuel Estrada, los compositores Hernando Marín y Leo Gómez; y el acordeonero Juancho Roiz.
En el año 1995 Patricia Teherán, una de las voces femeninas más recordadas en el folclor vallenato que hacía parte de las Diosas del Vallenato, falleció en un accidente de tránsito en la vía que de Barranquilla conduce a Cartagena.
La artista, de 25 años, intérprete del éxito ‘Tarde lo conocí’, perdió el control del vehículo, luego de que se estallara una de las llantas.
Su muerte se dio en el mejor momento de su carrera, justo cuando se consolidaba como la mujer que había ganado más espacio en el mundo vallenato, un género musical dominado por los hombres.
Cuatro años más tardes Hernando Marín, compositor nacido en El Tablazo, San Juan del Cesar, La Guajira, perdió la vida en una vía de Sucre. Eran las 8:30 de la mañana cuando el taxi que lo transportaba se salió de carretera. En su herencia musical quedaron canciones como ‘La creciente’, ‘La ley del embudo’, ‘Villanueva mía’, y muchas más.
En el 2003, Jesús Manuel Estrada murió en un accidente de tránsito registrado en límites de los departamentos del Cesar y Santander. El artista viajaba con su acordeonero Víctor Reyes y su conjunto a una presentación en Medellín cuando en el municipio de La Gloria, sur del Cesar, ocurrió el siniestro.
Estrada inmortalizó su voz con el éxito ‘Los caminos de la vida’ junto a la agrupación Los Diablitos. Otras de las canciones que cantó con este grupo fueron ‘Ya tengo quien me quiera’, ‘Dónde están esos amores’, ‘Lo que quiero eres tú’, entre otras.
En el 2005, Kaleth Morales, más conocido como ‘el rey de la nueva ola del vallenato, murió en un accidente automovilístico en la carretera que de Cartagena conduce a Valledupar, entre los municipios de Plato, Magdalena, y Bosconia, Cesar.
El intérprete de canciones como ‘Vivo en el limbo’ murió a la edad de 21 años, cuando se dedicaba por completo a la música tras graduarse de medicina en la Universidad del Sinú, en Cartagena.
La muerte de Morales, oriundo de Valledupar, fue por años culpa del mal estado de la vía, de acuerdo con los familiares de la víctima. Tanto así, que el Estado fue demandado por la mala calidad de la carretera en la que desplazaba el artista. Sin embargo, el Tribunal Contencioso Administrativo del Magdalena determinó hace siete años que la razón del accidente automovilístico fue la velocidad en la que conducían el joven artista.
En el 2008 murió el compositor Leonardo ‘Leo’ Gómez, en un accidente automovilístico en Valledupar. Había estado departiendo con otros músicos en el estudio de grabación y después salió a comer con unos amigos. La carretera estaba mojada debido a la lluvia, lo que sumado a la velocidad, llevó a la camioneta a estrellarse contra un árbol. En el hecho también murió el ‘cajero’ Francisco Andrés Beleño.
Otro de los hechos que enlutó el vallenato fue la muerte del acordeonero Juancho Roiz, compañero musical de Diomedes Díaz. Pese a no fallecer en un accidente automovilístico, su muerte marcó el género y al mayor exponente de aquel momento, Diomedes Díaz, tras una profunda depresión a causa de dicha muerte.
El digitador de San Juan del Cesar se encontraba en Venezuela en el año de 1994 para cumplir varios conciertos. La avioneta en la que iba él y otros músicos era una Cesena Pipar de matrícula venezolana, donde salieron del aeropuerto de Maiquetía, en Caracas, rumbo a El Tigre, en el estado de Anzoátegui.
De acuerdo con las noticias registradas en la época, la avioneta no encontró iluminación en la pista y debió sobrevolar la zona de El Tigre para quemar combustible y hacer un aterrizaje de emergencia en la autopista de Ciudad Bolívar. Al intentar esta maniobra, la aeronave se encontró con fuertes vientos que la desviaron contra unos árboles al lado de la vía.
El tío de Martín Elías, por quien el ‘Cacique de La Junta’ bautizó con su nombre al último de sus hijos con Patricia Acosta, murió en condiciones similares. En 1979, Martín Maestre, acordeonero y compositor, murió a los 25 años por las graves heridas que le dejaron un accidente en la camioneta Ford en la que se desplazaba junto con su sobrino Diomedes Díaz desde el sur de La Guajira hasta Valledupar. Una pila de arena les hizo perder el control del automotor. Maestre, se salió del vehículo y se golpeó contra la carretera.
Coincidencia o destino sombrío es el que han tenido artistas de la música vallenata al perecer en accidentes viales, cuando están en el esplendor de sus carreras.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN