Entre los internos fugados está Magdalena Ortega Barrios, quien recientemente intentó robarse un bebé de dos días de nacido en ese municipio.
La inadecuada infraestructura y el precario sistema de seguridad facilitaron nuevamente el camino para que cinco internos se fugaran de la cárcel de Chiriguaná. Al parecer, los delincuentes manipularon el candado de una de las celdas para salir sin ser retenidos por los guardias de seguridad del centro carcelario.
Los fugados son Fredy Javier Oliveros Salas, sindicado por hurto calificado agravado; Luis Ángel Martínez Gutiérrez, sindicado por fabricación, tráfico o porte de arma de fuego; y Luis Eduardo Tarazona Villamizar, investigado por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
De igual manera se fugaron dos mujeres investigadas por los delitos de homicidio agravado y secuestro simple, respectivamente. Una de ella es Adriana Beatriz Noguera Daza, detenida en el mes de agosto de 2020 por aparentemente asesinar por celos a otra mujer en Chiriguaná. La víctima fue Yosleidy Milagros Jiménez Rivero, quien recibió varias puñaladas en medio de una discusión que sostuvo con su compañero sentimental y Noguera Daza en una vivienda del barrio La Unión de la localidad.
La otra prófuga es Magdalena Ortega Barrios, quien recientemente intentó robarse un bebé de dos días de nacido. La fémina fue detenida el pasado 13 de julio en el barrio Alto Prado del municipio de Curumaní, a donde había huido tras raptar a la criatura de una casa ubicada en el barrio Pescaito de Chiriguaná.
Aparentemente Ortega se aprovechó del hospedaje que le brindó la familia de la menor para llevarse el bebé la mañana del mismo día en que fue capturada. Por fortuna, el infante fue rescatado y regresó en buen estado de salud a los brazos de sus padres.
Al respecto, el teniente coronel Elkin Corredor, comandante operativo de Policía Cesar, manifestó que las unidades policiales fueron alertadas para dar con el paradero de los internos.
Sin embargo, la fuga de presos en la cárcel municipal es una problemática que constantemente pone en riesgo la seguridad de la comunidad, puesto que no es la primera vez que fácilmente los reclusos salen del lugar.
Jhony Salja, secretario de Gobierno municipal, dio a conocer que las deficiencias en el sitio persisten por la falta de apoyo a la Alcaldía de Chiriguaná para sostenerlo.
“No contamos con el personal idóneo en el centro carcelario debido a que este depende de un circuito judicial del que nos hemos visto abandonado. El ente municipal ha hecho todo lo pertinente desde la dirección del sitio”, subrayó el funcionario público.
Reconoció que el sitio no tiene las condiciones mínimas para tener los más de 30 privados de la libertad. “Tenemos hasta condenados y eso no es sitio para albergar internos con esa condición, por eso hemos solicitado apoyo del Inpec”, puntualizó.
En el mes de diciembre de 2020 otros cinco internos se fugaron de esa cárcel tras intimidar a los custodios con armas blancas.
Los internos fueron Estevinson Torrejano Vélez, los venezolanos Jhon Anderson Nava Torres y Breiner Paul López Oliveros, requeridos por tráfico de estupefacientes; Ronald Estiven Bombaire Yacob, solicitado por hurto calificado; y José Francisco Ospino Carmona, requerido por los delitos de tráfico de armas fuego, hurto calificado y uso de menores para comisión de delitos.
Entre los internos fugados está Magdalena Ortega Barrios, quien recientemente intentó robarse un bebé de dos días de nacido en ese municipio.
La inadecuada infraestructura y el precario sistema de seguridad facilitaron nuevamente el camino para que cinco internos se fugaran de la cárcel de Chiriguaná. Al parecer, los delincuentes manipularon el candado de una de las celdas para salir sin ser retenidos por los guardias de seguridad del centro carcelario.
Los fugados son Fredy Javier Oliveros Salas, sindicado por hurto calificado agravado; Luis Ángel Martínez Gutiérrez, sindicado por fabricación, tráfico o porte de arma de fuego; y Luis Eduardo Tarazona Villamizar, investigado por fabricación, tráfico o porte de estupefacientes.
De igual manera se fugaron dos mujeres investigadas por los delitos de homicidio agravado y secuestro simple, respectivamente. Una de ella es Adriana Beatriz Noguera Daza, detenida en el mes de agosto de 2020 por aparentemente asesinar por celos a otra mujer en Chiriguaná. La víctima fue Yosleidy Milagros Jiménez Rivero, quien recibió varias puñaladas en medio de una discusión que sostuvo con su compañero sentimental y Noguera Daza en una vivienda del barrio La Unión de la localidad.
La otra prófuga es Magdalena Ortega Barrios, quien recientemente intentó robarse un bebé de dos días de nacido. La fémina fue detenida el pasado 13 de julio en el barrio Alto Prado del municipio de Curumaní, a donde había huido tras raptar a la criatura de una casa ubicada en el barrio Pescaito de Chiriguaná.
Aparentemente Ortega se aprovechó del hospedaje que le brindó la familia de la menor para llevarse el bebé la mañana del mismo día en que fue capturada. Por fortuna, el infante fue rescatado y regresó en buen estado de salud a los brazos de sus padres.
Al respecto, el teniente coronel Elkin Corredor, comandante operativo de Policía Cesar, manifestó que las unidades policiales fueron alertadas para dar con el paradero de los internos.
Sin embargo, la fuga de presos en la cárcel municipal es una problemática que constantemente pone en riesgo la seguridad de la comunidad, puesto que no es la primera vez que fácilmente los reclusos salen del lugar.
Jhony Salja, secretario de Gobierno municipal, dio a conocer que las deficiencias en el sitio persisten por la falta de apoyo a la Alcaldía de Chiriguaná para sostenerlo.
“No contamos con el personal idóneo en el centro carcelario debido a que este depende de un circuito judicial del que nos hemos visto abandonado. El ente municipal ha hecho todo lo pertinente desde la dirección del sitio”, subrayó el funcionario público.
Reconoció que el sitio no tiene las condiciones mínimas para tener los más de 30 privados de la libertad. “Tenemos hasta condenados y eso no es sitio para albergar internos con esa condición, por eso hemos solicitado apoyo del Inpec”, puntualizó.
En el mes de diciembre de 2020 otros cinco internos se fugaron de esa cárcel tras intimidar a los custodios con armas blancas.
Los internos fueron Estevinson Torrejano Vélez, los venezolanos Jhon Anderson Nava Torres y Breiner Paul López Oliveros, requeridos por tráfico de estupefacientes; Ronald Estiven Bombaire Yacob, solicitado por hurto calificado; y José Francisco Ospino Carmona, requerido por los delitos de tráfico de armas fuego, hurto calificado y uso de menores para comisión de delitos.