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Editorial - 17 septiembre, 2013

¡Otra más!

Una más. Otra más. Pareciera que da lo mismo. Al fin de cuentas son sólo número que hacen parte de unas frías estadísticas que cada año se muestran como un problema que hay que enfrentar. La violencia contra las mujeres es un círculo vicioso que se activa con la muerte de cada mujer.

Una más. Otra más. Pareciera que da lo mismo. Al fin de cuentas son sólo número que hacen parte de unas frías estadísticas que cada año se muestran como un problema que hay que enfrentar. La violencia contra las mujeres es un círculo vicioso que se activa con la muerte de cada mujer. Precisamente es lo que sucede en estos momentos con la muerte de una joven de 18 años, que fue asesinada la madrugada del domingo.

Esta muerte se suma a la cadena de asesinatos de mujeres en el departamento del Cesar, que en el 2012 llegó a 25 y este año, ya suman 13. Una marcha más, expresiones de indignación y anuncios de las autoridades para evitar que esto siga sucediendo.

El Cesar siempre ha estado en el ojo del huracán con el tema de violencias contra las mujeres. No en vano es uno de los departamentos que encabeza la lista de violencia física, sicológica y verbal.

Existe una Ley –la 1257 de 2008- que parece extinguirse en el papel. Las rutas de atención son claves para evitar estas muertes violentas, que en su mayoría son anunciadas con amenazas de sus victimarios. Estas rutas están establecidas en dicha Ley y buscan que las mujeres que se sienten amenazadas puedan dar aviso a tiempo para impedir ataques físicos o en el peor de los casos la muerte.

A pesar de que en su artículo noveno de esta ley, se establece que el tema de violencia contra las mujeres será incluido en la agenda de los Consejos para la Política Social de los municipios y departamentos, y además determina que en los planes de desarrollo de los mismos se deben incluir un capítulo de prevención y atención para las mujeres víctimas de la violencia.

Poco se ha hecho en el Cesar. La cacareada Secretaría de la Mujer de Valledupar y la Mesa Interinstitucional de Equidad de Género por el lado de la Administración Municipal avanzan con lentitud, y por el lado del Gobierno Departamental ni se mueve.

La propuesta de la Red de Voceras y Voceros que nació de la Campaña ‘Párala ya!, Nada justifica las violencias contra las mujeres’, impulsado desde la sociedad civil, ha tratado de poner el tema en las agendas de los gobiernos. Han logrado mucho, pero les falta más.

Ya preparan su agenda para conmemorar el 25 de noviembre el Día de la No Violencia contra las Mujeres, que este año esperan enfocar más a la prevención, para lo que se necesita el apoyo indiscutible de todos los sectores: público, privado, academia, gremios, hogar. Solo así se podrá generar conciencia para tener una vida libre de violencias contra las mujeres en el Cesar.

¿Cuántos asesinatos más tienen que ocurrir para que la Ley 1257 de 2008 no sea letra muerta en el Cesar? 

Editorial
17 septiembre, 2013

¡Otra más!

Una más. Otra más. Pareciera que da lo mismo. Al fin de cuentas son sólo número que hacen parte de unas frías estadísticas que cada año se muestran como un problema que hay que enfrentar. La violencia contra las mujeres es un círculo vicioso que se activa con la muerte de cada mujer.


Una más. Otra más. Pareciera que da lo mismo. Al fin de cuentas son sólo número que hacen parte de unas frías estadísticas que cada año se muestran como un problema que hay que enfrentar. La violencia contra las mujeres es un círculo vicioso que se activa con la muerte de cada mujer. Precisamente es lo que sucede en estos momentos con la muerte de una joven de 18 años, que fue asesinada la madrugada del domingo.

Esta muerte se suma a la cadena de asesinatos de mujeres en el departamento del Cesar, que en el 2012 llegó a 25 y este año, ya suman 13. Una marcha más, expresiones de indignación y anuncios de las autoridades para evitar que esto siga sucediendo.

El Cesar siempre ha estado en el ojo del huracán con el tema de violencias contra las mujeres. No en vano es uno de los departamentos que encabeza la lista de violencia física, sicológica y verbal.

Existe una Ley –la 1257 de 2008- que parece extinguirse en el papel. Las rutas de atención son claves para evitar estas muertes violentas, que en su mayoría son anunciadas con amenazas de sus victimarios. Estas rutas están establecidas en dicha Ley y buscan que las mujeres que se sienten amenazadas puedan dar aviso a tiempo para impedir ataques físicos o en el peor de los casos la muerte.

A pesar de que en su artículo noveno de esta ley, se establece que el tema de violencia contra las mujeres será incluido en la agenda de los Consejos para la Política Social de los municipios y departamentos, y además determina que en los planes de desarrollo de los mismos se deben incluir un capítulo de prevención y atención para las mujeres víctimas de la violencia.

Poco se ha hecho en el Cesar. La cacareada Secretaría de la Mujer de Valledupar y la Mesa Interinstitucional de Equidad de Género por el lado de la Administración Municipal avanzan con lentitud, y por el lado del Gobierno Departamental ni se mueve.

La propuesta de la Red de Voceras y Voceros que nació de la Campaña ‘Párala ya!, Nada justifica las violencias contra las mujeres’, impulsado desde la sociedad civil, ha tratado de poner el tema en las agendas de los gobiernos. Han logrado mucho, pero les falta más.

Ya preparan su agenda para conmemorar el 25 de noviembre el Día de la No Violencia contra las Mujeres, que este año esperan enfocar más a la prevención, para lo que se necesita el apoyo indiscutible de todos los sectores: público, privado, academia, gremios, hogar. Solo así se podrá generar conciencia para tener una vida libre de violencias contra las mujeres en el Cesar.

¿Cuántos asesinatos más tienen que ocurrir para que la Ley 1257 de 2008 no sea letra muerta en el Cesar?