Joven de 20 años, cuerpo atlético, aspecto y mirada tímida, en su mente se aprisiona el recuerdo más importante de Colombia y del Cesar con respecto al taekwondo.
“Ese día me levanté a las 4:00 de la mañana más o menos, me puse a ver fotos y videos míos; me preparaba mentalmente para lo que venía en el encuentro. El primer combate lo tuve a eso de las 10:00 de la mañana, me tocó frente a Argelia, me sentí un poquito que sí y que no. Después hubo como una hora para el siguiente combate, traté de relajarme en el dojang. Solo pensaba en darla toda y lo mejor de mí.
En el segundo combate ante el Yemení Mohammed Al-Kubati entré más emocionado y confiado, y así lo pude ganar más fácil que el primero. Para el tercer combate semifinal contra el español Joel González perdí pero no me bajó mucho el ánimo. El cuarto combate frente al tailandés Pen-Ek Karaket lo pude manejar perfectamente bien y gracias a Dios se dio la victoria”.
Así recuerda Óscar Luis Muñoz Oviedo, el 8 de agosto de 2012, día que se llevó la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos. La quinta presea para Colombia en Lóndres 2012, la número 16 en toda su historia olímpica y la primera para el Cesar.
“Yo estaba tranquilo porque sabía que el contrincante no me había pegado en la cabeza, y gracias a Dios teníamos la tarjeta para poder reclamar y así se dieron cuenta que no me había tocado. Lo primero que hice cuando gané fue arrodillarme y darle gracias a Dios”, expresaba con algo de brillo en sus ojos Muñoz Oviedo.
Agregó que ya se cumple un año del logro, le agradeció a Dios por lo que le ha dado y manifestó que espera seguir trabajando.
El 7 de agosto, Óscar era un deportista más del montón que iba a participar a unas justas Olímpicas por primera vez; algunos colombianos han pasado sin pena, ni gloria, sin embargo, por su cabeza nunca estuvo el termino derrota.
“Ser hoy el más importante del taekwondo es grande, así está reconocido más el deporte a nivel nacional; es lo que se quiere, para que haya prosperidad en el deporte”.
Aunque dentro de él hay felicidad por su triunfo, Muñoz Oviedo aceptó ante EL PILÓN que la población del Cesar y Valledupar aún no han asimilado lo que significa una medalla Olímpica.
“Yo creo que no han asimilado el triunfo como en otras ciudades o países, allá ven diferente el deporte. Acá (Valledupar) es un poco más folclórico, algunas personas dicen ¡Uy una medalla Olímpica!, como otras que normal”.
La Asociación de Periodistas Deportivos del Cesar, Acord- Cesar, realizará hoy jueves 8 de agosto, a las 8:00 de la mañana, una celebración eucarística de acción de gracias en la iglesia la Concepción, situada en la plaza Alfonso López, de Valledupar para conmemorar el primer año de la obtención de la medalla de bronce Olímpica de Óscar Muñoz Oviedo.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]
Joven de 20 años, cuerpo atlético, aspecto y mirada tímida, en su mente se aprisiona el recuerdo más importante de Colombia y del Cesar con respecto al taekwondo.
“Ese día me levanté a las 4:00 de la mañana más o menos, me puse a ver fotos y videos míos; me preparaba mentalmente para lo que venía en el encuentro. El primer combate lo tuve a eso de las 10:00 de la mañana, me tocó frente a Argelia, me sentí un poquito que sí y que no. Después hubo como una hora para el siguiente combate, traté de relajarme en el dojang. Solo pensaba en darla toda y lo mejor de mí.
En el segundo combate ante el Yemení Mohammed Al-Kubati entré más emocionado y confiado, y así lo pude ganar más fácil que el primero. Para el tercer combate semifinal contra el español Joel González perdí pero no me bajó mucho el ánimo. El cuarto combate frente al tailandés Pen-Ek Karaket lo pude manejar perfectamente bien y gracias a Dios se dio la victoria”.
Así recuerda Óscar Luis Muñoz Oviedo, el 8 de agosto de 2012, día que se llevó la medalla de bronce de los Juegos Olímpicos. La quinta presea para Colombia en Lóndres 2012, la número 16 en toda su historia olímpica y la primera para el Cesar.
“Yo estaba tranquilo porque sabía que el contrincante no me había pegado en la cabeza, y gracias a Dios teníamos la tarjeta para poder reclamar y así se dieron cuenta que no me había tocado. Lo primero que hice cuando gané fue arrodillarme y darle gracias a Dios”, expresaba con algo de brillo en sus ojos Muñoz Oviedo.
Agregó que ya se cumple un año del logro, le agradeció a Dios por lo que le ha dado y manifestó que espera seguir trabajando.
El 7 de agosto, Óscar era un deportista más del montón que iba a participar a unas justas Olímpicas por primera vez; algunos colombianos han pasado sin pena, ni gloria, sin embargo, por su cabeza nunca estuvo el termino derrota.
“Ser hoy el más importante del taekwondo es grande, así está reconocido más el deporte a nivel nacional; es lo que se quiere, para que haya prosperidad en el deporte”.
Aunque dentro de él hay felicidad por su triunfo, Muñoz Oviedo aceptó ante EL PILÓN que la población del Cesar y Valledupar aún no han asimilado lo que significa una medalla Olímpica.
“Yo creo que no han asimilado el triunfo como en otras ciudades o países, allá ven diferente el deporte. Acá (Valledupar) es un poco más folclórico, algunas personas dicen ¡Uy una medalla Olímpica!, como otras que normal”.
La Asociación de Periodistas Deportivos del Cesar, Acord- Cesar, realizará hoy jueves 8 de agosto, a las 8:00 de la mañana, una celebración eucarística de acción de gracias en la iglesia la Concepción, situada en la plaza Alfonso López, de Valledupar para conmemorar el primer año de la obtención de la medalla de bronce Olímpica de Óscar Muñoz Oviedo.
Por Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
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