Hoy con una determinación diferente, con una postpandemia que afectó especialmente la educación superior, llevándola a una profunda crisis económica, son muchas las expectativas por lo que pueda pasar dadas las características propias que llevaron al titular de “se derrumba la UPC” en nuestra prensa local.
Hace cerca de tres años, cuando apenas iniciaba el sinuoso proceso de elección del rector de la UPC, escribí que una de las favorabilidades de Darling Guevara lo constituía el hecho de que ella podría gestionar importantes recursos desde el gobierno central.
Es sumamente lamentable que cuando por primera vez había muchas circunstancias favorables, el egoísmo y el deseo del poder de aquellos que eligieron y mantuvieron la interinidad administrativa impidieran una gestión que por exceso de democracia permitió que le arrebataran el derecho ganado en franca lid, con altos porcentajes de elección de los consejeros de los docentes (más del 85%) y administrativos (92%).
Hoy con una determinación diferente, con una postpandemia que afectó especialmente la educación superior, llevándola a una profunda crisis económica, son muchas las expectativas por lo que pueda pasar dadas las características propias que llevaron al titular de “se derrumba la UPC” en nuestra prensa local.
En inglés a la adecuada alineación de las estrellas se le designa como chance and opportunity, esos aspectos que directa o indirectamente favorecen las decisiones tomadas individual o colectivamente. Con un semestre suspendido, seguimos expectantes ante la nueva designación. Ya es hora de que se pase del discurso a la acción y se vea si la férrea oposición era realmente por lograr un bienestar para la UPC, o simplemente para ser los encargados de repartirse el pastel.
Las buenas administraciones se evidencian desde sus inicios, es hora de pasar la triste página del lamentable proceso eleccionario e iniciar el administrativo. Después de alcanzar los niveles más bajos, solo se puede subir, ojalá el rector designado encuentre todos esos apoyos que le permitan rescatar los muchos elementos positivos que han permitido que la UPC sobreviva pese a los malos manejos, falta de recursos y el montón de perturbaciones detrás de su historia.
Es hora de convocar a todos los estamentos, mirar hacia adelante y que el eslogan aquel de preparado para administrar que en algún momento salió a relucir cobre valor. Que se ponga la academia por delante. Entiendo que el rector designado hizo una excelente labor como decano. Un buen inicio sería que se empiecen a revisar los medidores del Estándar Quacquarelli Symonds (QS) para así dejar atrás las circunstancias locales y luchar por auténticos criterios académicos internacionales.
Formar un equipo conocedor e impulsor de nuevas y mejores directrices, que anteponga el interés colectivo del principal centro educativo de la región para que así sea la UPC la que nos guíe en los temas que forjan nuestra sociedad. La facultad de ciencias administrativas y contables con sus programas de administración y economía debería estar dirigiendo la reactivación económica, dejar los grises, avanzar y jalonar la región ¡Tomar esta oportunidad para hacer una mejor UPC!
Hoy con una determinación diferente, con una postpandemia que afectó especialmente la educación superior, llevándola a una profunda crisis económica, son muchas las expectativas por lo que pueda pasar dadas las características propias que llevaron al titular de “se derrumba la UPC” en nuestra prensa local.
Hace cerca de tres años, cuando apenas iniciaba el sinuoso proceso de elección del rector de la UPC, escribí que una de las favorabilidades de Darling Guevara lo constituía el hecho de que ella podría gestionar importantes recursos desde el gobierno central.
Es sumamente lamentable que cuando por primera vez había muchas circunstancias favorables, el egoísmo y el deseo del poder de aquellos que eligieron y mantuvieron la interinidad administrativa impidieran una gestión que por exceso de democracia permitió que le arrebataran el derecho ganado en franca lid, con altos porcentajes de elección de los consejeros de los docentes (más del 85%) y administrativos (92%).
Hoy con una determinación diferente, con una postpandemia que afectó especialmente la educación superior, llevándola a una profunda crisis económica, son muchas las expectativas por lo que pueda pasar dadas las características propias que llevaron al titular de “se derrumba la UPC” en nuestra prensa local.
En inglés a la adecuada alineación de las estrellas se le designa como chance and opportunity, esos aspectos que directa o indirectamente favorecen las decisiones tomadas individual o colectivamente. Con un semestre suspendido, seguimos expectantes ante la nueva designación. Ya es hora de que se pase del discurso a la acción y se vea si la férrea oposición era realmente por lograr un bienestar para la UPC, o simplemente para ser los encargados de repartirse el pastel.
Las buenas administraciones se evidencian desde sus inicios, es hora de pasar la triste página del lamentable proceso eleccionario e iniciar el administrativo. Después de alcanzar los niveles más bajos, solo se puede subir, ojalá el rector designado encuentre todos esos apoyos que le permitan rescatar los muchos elementos positivos que han permitido que la UPC sobreviva pese a los malos manejos, falta de recursos y el montón de perturbaciones detrás de su historia.
Es hora de convocar a todos los estamentos, mirar hacia adelante y que el eslogan aquel de preparado para administrar que en algún momento salió a relucir cobre valor. Que se ponga la academia por delante. Entiendo que el rector designado hizo una excelente labor como decano. Un buen inicio sería que se empiecen a revisar los medidores del Estándar Quacquarelli Symonds (QS) para así dejar atrás las circunstancias locales y luchar por auténticos criterios académicos internacionales.
Formar un equipo conocedor e impulsor de nuevas y mejores directrices, que anteponga el interés colectivo del principal centro educativo de la región para que así sea la UPC la que nos guíe en los temas que forjan nuestra sociedad. La facultad de ciencias administrativas y contables con sus programas de administración y economía debería estar dirigiendo la reactivación económica, dejar los grises, avanzar y jalonar la región ¡Tomar esta oportunidad para hacer una mejor UPC!