Rostros sonrientes y miradas expectantes fue lo que primó en los 50 niños de la vereda, que fueron llevados por la fuerza pública a un sitio que nunca antes habían visitado, una sala de cine.
Un grupo especial de la Policía Nacional se desplazó el pasado martes a la vereda Las Casitas, en el sur de Valledupar, con una misión muy particular, no se trataba de un allanamiento ni operativo de captura, sino de llevar alegría a los niños de esta población.
Rostros sonrientes y miradas expectantes fue lo que primó en los 50 niños de la vereda, que fueron llevados por la fuerza pública a un sitio que nunca antes habían visitado, una sala de cine.
La actividad fue posible gracias al área de Prevención y Educación Ciudadana de la Estación de Policía Valledupar y Cineland, quienes les obsequiaron el transporte, las entradas y los refrigerios para que apreciarán en la pantalla grande una de las películas animadas que está en cartelera, Emoji.
“Con el fin de brindar el desarrollo inclusivo de estos menores de edad en la sociedad, los cuales no tienen la oportunidad de asistir a un cine por los escasos recursos de sus padres, realizamos esta actividad social, que se logró a través de una campaña de gestión interinstitucional”, manifestó el subintendente Diego Nava.
Previo a la tarde de cine, integrantes de la Policía le ofrecieron juegos recreativos, pintucaritas, animaciones con payasos y recreaciones dirigidas, con el fin que tuvieran más entusiasmo antes de ir al cine. Al llegar al centro comercial Mayales Plaza les guiaron un recorrido por las instalaciones del lugar, que solo veían en televisión o en los periódicos.
“Esta actividad nació luego de una intervención comunitaria en la vereda Las Casitas, ubicada a 10 minutos de Valledupar, donde se apreció la pobreza de su población y las escasas posibilidades de actividades recreativas”, acotó el patrullero David Forero.
La Policía ha desarrollado actividades similares con habitantes de la vereda El Cielo y la idea de la institución es seguir con otras poblaciones vulnerables de la capital cesarense.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN
Rostros sonrientes y miradas expectantes fue lo que primó en los 50 niños de la vereda, que fueron llevados por la fuerza pública a un sitio que nunca antes habían visitado, una sala de cine.
Un grupo especial de la Policía Nacional se desplazó el pasado martes a la vereda Las Casitas, en el sur de Valledupar, con una misión muy particular, no se trataba de un allanamiento ni operativo de captura, sino de llevar alegría a los niños de esta población.
Rostros sonrientes y miradas expectantes fue lo que primó en los 50 niños de la vereda, que fueron llevados por la fuerza pública a un sitio que nunca antes habían visitado, una sala de cine.
La actividad fue posible gracias al área de Prevención y Educación Ciudadana de la Estación de Policía Valledupar y Cineland, quienes les obsequiaron el transporte, las entradas y los refrigerios para que apreciarán en la pantalla grande una de las películas animadas que está en cartelera, Emoji.
“Con el fin de brindar el desarrollo inclusivo de estos menores de edad en la sociedad, los cuales no tienen la oportunidad de asistir a un cine por los escasos recursos de sus padres, realizamos esta actividad social, que se logró a través de una campaña de gestión interinstitucional”, manifestó el subintendente Diego Nava.
Previo a la tarde de cine, integrantes de la Policía le ofrecieron juegos recreativos, pintucaritas, animaciones con payasos y recreaciones dirigidas, con el fin que tuvieran más entusiasmo antes de ir al cine. Al llegar al centro comercial Mayales Plaza les guiaron un recorrido por las instalaciones del lugar, que solo veían en televisión o en los periódicos.
“Esta actividad nació luego de una intervención comunitaria en la vereda Las Casitas, ubicada a 10 minutos de Valledupar, donde se apreció la pobreza de su población y las escasas posibilidades de actividades recreativas”, acotó el patrullero David Forero.
La Policía ha desarrollado actividades similares con habitantes de la vereda El Cielo y la idea de la institución es seguir con otras poblaciones vulnerables de la capital cesarense.
Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN