Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan sostienen que ojalá los colombianos no sigamos siendo los mismos corderitos de cada elección en Colombia que votamos en fila india por quien señala el cacique político del momento, a cambio de elegir a sus iletrados hijos, hermanos y parientes como nuestros representantes en el Congreso o […]
Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan sostienen que ojalá los colombianos no sigamos siendo los mismos corderitos de cada elección en Colombia que votamos en fila india por quien señala el cacique político del momento, a cambio de elegir a sus iletrados hijos, hermanos y parientes como nuestros representantes en el Congreso o en los demás cargos de elección popular.
Esos mismos caciques usan ese poder político que nosotros les damos para amansar “nuevas” fortunas, las que se reparten entre sus familiares para convertirlos en los “nuevos” ricos.
Se refieren mis consejeros al proceso electoral que se desarrollará el próximo domingo 2 de octubre para refrendar o no el Acuerdo de Paz pactado en La Habana, y firmado el lunes anterior en Cartagena por el Presidente Santos y el Comandante de las Farc, Timochenko.
Llama la atención Tío Nan para que los colombianos no nos dejemos manipular por el maniqueísmo político.
Advertimos que mis consejeros y yo votaremos por el SI, para revalidar ese proceso, pero no lo vamos a hacer porque el gobernador Francisco Ovalle nos guiñó el ojo o porque el poeta de Villanueva Rosendo Romero así nos lo pidió; vamos a votar por el SI para decirle NO al conflicto armado; para decirle a los opositores que estamos cansados de que un energúmeno y su recua sigan alimentando la confrontación que ha dejado tantas víctimas.
Vamos a votar por el SI para decirle NO al sufrimiento. Nuestra posición está basada en hechos, no creíamos en las Farc ni en el gobierno de Santos para acordar una paz duradera. Pero hoy que han acordado y firmado en presencia del mundo entero por la paz, estamos convencidos de que el proceso es algo tan tangible, como que dos más dos son cuatro.
Aquí lo que vale es lo que estamos viendo. Es una realidad y por mucho que quieran seguirle lanzando “leña al fuego” cometen la mayor estupidez del momento. Olvidémonos de tantas sandeces.
Aquí se trata es de Colombia, del futuro del país y de las próximas generaciones, que puedan vivir en paz, que la tranquilidad es lo más preciado del ser humano. Los invito a votar por el SI el próximo domingo, porque el SI significa vida y la consolidación de un acuerdo de paz que procura tener un amanecer tranquilo, el que nosotros no tuvimos por más de cincuenta años.
Querer tapar el sol con un dedo y no vivir este momento político en el país es negarse a sí mismo. Teníamos un conflicto interno con las Farc y todavía lo tenemos con el Eln, es decir, tenemos dos momentos políticos y uno de ellos está resuelto; y más temprano que tarde, el Eln también ingresará a este espacio de paz que, quiéranlo o no, es producto del Presidente Santos.
Santos ha demostrado que es uno de los políticos más importantes, sagaz e intrépido de este siglo, por lo que ha representado desde que fungió como Ministro y luego como Presidente (reelegido), insoslayable en su decisión de acabar con la reelección y luego impenetrable en sus decisiones políticas que lo llevó a apartar a su mentor Uribe y a unirse a Vargas Lleras.
Seguramente, ratificará esta apreciación política, cuando le guiñe el ojo a quien deberá ser su sucesor y ese no será Vargas Lleras y muchos menos un séquito de Uribe, como él lo desearía. Hasta la próxima semana.
Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan sostienen que ojalá los colombianos no sigamos siendo los mismos corderitos de cada elección en Colombia que votamos en fila india por quien señala el cacique político del momento, a cambio de elegir a sus iletrados hijos, hermanos y parientes como nuestros representantes en el Congreso o […]
Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan sostienen que ojalá los colombianos no sigamos siendo los mismos corderitos de cada elección en Colombia que votamos en fila india por quien señala el cacique político del momento, a cambio de elegir a sus iletrados hijos, hermanos y parientes como nuestros representantes en el Congreso o en los demás cargos de elección popular.
Esos mismos caciques usan ese poder político que nosotros les damos para amansar “nuevas” fortunas, las que se reparten entre sus familiares para convertirlos en los “nuevos” ricos.
Se refieren mis consejeros al proceso electoral que se desarrollará el próximo domingo 2 de octubre para refrendar o no el Acuerdo de Paz pactado en La Habana, y firmado el lunes anterior en Cartagena por el Presidente Santos y el Comandante de las Farc, Timochenko.
Llama la atención Tío Nan para que los colombianos no nos dejemos manipular por el maniqueísmo político.
Advertimos que mis consejeros y yo votaremos por el SI, para revalidar ese proceso, pero no lo vamos a hacer porque el gobernador Francisco Ovalle nos guiñó el ojo o porque el poeta de Villanueva Rosendo Romero así nos lo pidió; vamos a votar por el SI para decirle NO al conflicto armado; para decirle a los opositores que estamos cansados de que un energúmeno y su recua sigan alimentando la confrontación que ha dejado tantas víctimas.
Vamos a votar por el SI para decirle NO al sufrimiento. Nuestra posición está basada en hechos, no creíamos en las Farc ni en el gobierno de Santos para acordar una paz duradera. Pero hoy que han acordado y firmado en presencia del mundo entero por la paz, estamos convencidos de que el proceso es algo tan tangible, como que dos más dos son cuatro.
Aquí lo que vale es lo que estamos viendo. Es una realidad y por mucho que quieran seguirle lanzando “leña al fuego” cometen la mayor estupidez del momento. Olvidémonos de tantas sandeces.
Aquí se trata es de Colombia, del futuro del país y de las próximas generaciones, que puedan vivir en paz, que la tranquilidad es lo más preciado del ser humano. Los invito a votar por el SI el próximo domingo, porque el SI significa vida y la consolidación de un acuerdo de paz que procura tener un amanecer tranquilo, el que nosotros no tuvimos por más de cincuenta años.
Querer tapar el sol con un dedo y no vivir este momento político en el país es negarse a sí mismo. Teníamos un conflicto interno con las Farc y todavía lo tenemos con el Eln, es decir, tenemos dos momentos políticos y uno de ellos está resuelto; y más temprano que tarde, el Eln también ingresará a este espacio de paz que, quiéranlo o no, es producto del Presidente Santos.
Santos ha demostrado que es uno de los políticos más importantes, sagaz e intrépido de este siglo, por lo que ha representado desde que fungió como Ministro y luego como Presidente (reelegido), insoslayable en su decisión de acabar con la reelección y luego impenetrable en sus decisiones políticas que lo llevó a apartar a su mentor Uribe y a unirse a Vargas Lleras.
Seguramente, ratificará esta apreciación política, cuando le guiñe el ojo a quien deberá ser su sucesor y ese no será Vargas Lleras y muchos menos un séquito de Uribe, como él lo desearía. Hasta la próxima semana.