Valledupar se apresta a implementar el sistema de trasporte SIVA, la esperanza para muchos vallenatos de poder movilizarse de manera digna. Incluso, ya se ven obras de adecuación en algunas vías importantes, que servirán de plataforma al sistema.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
Valledupar se apresta a implementar el sistema de trasporte SIVA, la esperanza para muchos vallenatos de poder movilizarse de manera digna. Incluso, ya se ven obras de adecuación en algunas vías importantes, que servirán de plataforma al sistema. Sin embargo, y no es que quiera aguar la fiesta, debido a la crisis de los demás sistemas del país, es bueno preguntarnos, si el futuro del SIVA está garantizado en una ciudad con tantos problemas de transporte informal, como el mototaxismo y la piratería, que tienen en jaque al transporte formal en muchas ciudades. De acuerdo a cifras del diario El Tiempo: En Bogotá, el futuro del SITP se ve sombrío por el fracaso de las empresas que crearon los pequeños propietarios de buses Coobús y Egobús. En Bucaramanga, Metrolínea que estaba proyectado para mover 220.000 pasajeros al día y solo moviliza 150.000 con pérdidas millonarias. Metrocaribe y Sistur, los operadores de Transmetro, en Barranquilla, presentan problemas financieros luego de tres años de circulación. El MIO en Cali, desde hace cuatro años no tiene la demanda de pasajeros esperada, transporta 505.000 por día, pero necesita 650.000 y cada día disminuye. En Pereira, Megabús nunca ha movido los 140.000 pasajeros diarios que se estimaron cuando arrancó hace siete años, solo unas 90.000 personas lo utilizan. Incluso Medellín, que es ejemplo de gestión, tiene problemas con Metroplús que no ha dado los resultados esperados y tuvo un déficit operacional de 5.000 millones de pesos.
El SIVA para hacerlo viable y sostenible, debe llegar con un precio competitivo del pasaje, que no supere los $800, sin afectar el punto de equilibrio. Ojo, Valledupar es una ciudad habituada a trasportarse a bajo costo. Por ley, se tienen que vincular las empresas transportadoras locales y aunque es cierto, que no tienen la fortaleza para ser operadores, si pueden desempeñar un papel importante en la logística del sistema. Desde ya deben iniciarse campañas publicitarias que expongan los beneficios del SIVA y los riesgos de los otros medios informales, para ilustrar a la comunidad. Es necesario que la Alcaldía apoye, frenando el fenómeno del mototaxismo de forma seria e incluyente; los carros piratas en la ciudad tienen que ser desterrados o por lo menos regulados. Ser creativos con estrategias de marketing que garanticen otro tipo de beneficios a los usuarios con empresas asociadas al sistema, tarjetas de descuentos o tarjetas acumulativas que concedan beneficios reales por el uso del servicio. En fin, hay que articular muchas tareas para que el SETP funcione. Definitivamente, un reto que tienen las directivas, porque si se van a limitar a arreglar algunas vías, traer los buses y echar a rodar el sistema, el SIVA se quiebra porque se quiebra, y vamos a tener los mismos problemas que en otras ciudades y lo que se vendió como una gran ilusión podría convertirse en el mayor descalabro económico de la ciudad.
Valledupar se apresta a implementar el sistema de trasporte SIVA, la esperanza para muchos vallenatos de poder movilizarse de manera digna. Incluso, ya se ven obras de adecuación en algunas vías importantes, que servirán de plataforma al sistema.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
Valledupar se apresta a implementar el sistema de trasporte SIVA, la esperanza para muchos vallenatos de poder movilizarse de manera digna. Incluso, ya se ven obras de adecuación en algunas vías importantes, que servirán de plataforma al sistema. Sin embargo, y no es que quiera aguar la fiesta, debido a la crisis de los demás sistemas del país, es bueno preguntarnos, si el futuro del SIVA está garantizado en una ciudad con tantos problemas de transporte informal, como el mototaxismo y la piratería, que tienen en jaque al transporte formal en muchas ciudades. De acuerdo a cifras del diario El Tiempo: En Bogotá, el futuro del SITP se ve sombrío por el fracaso de las empresas que crearon los pequeños propietarios de buses Coobús y Egobús. En Bucaramanga, Metrolínea que estaba proyectado para mover 220.000 pasajeros al día y solo moviliza 150.000 con pérdidas millonarias. Metrocaribe y Sistur, los operadores de Transmetro, en Barranquilla, presentan problemas financieros luego de tres años de circulación. El MIO en Cali, desde hace cuatro años no tiene la demanda de pasajeros esperada, transporta 505.000 por día, pero necesita 650.000 y cada día disminuye. En Pereira, Megabús nunca ha movido los 140.000 pasajeros diarios que se estimaron cuando arrancó hace siete años, solo unas 90.000 personas lo utilizan. Incluso Medellín, que es ejemplo de gestión, tiene problemas con Metroplús que no ha dado los resultados esperados y tuvo un déficit operacional de 5.000 millones de pesos.
El SIVA para hacerlo viable y sostenible, debe llegar con un precio competitivo del pasaje, que no supere los $800, sin afectar el punto de equilibrio. Ojo, Valledupar es una ciudad habituada a trasportarse a bajo costo. Por ley, se tienen que vincular las empresas transportadoras locales y aunque es cierto, que no tienen la fortaleza para ser operadores, si pueden desempeñar un papel importante en la logística del sistema. Desde ya deben iniciarse campañas publicitarias que expongan los beneficios del SIVA y los riesgos de los otros medios informales, para ilustrar a la comunidad. Es necesario que la Alcaldía apoye, frenando el fenómeno del mototaxismo de forma seria e incluyente; los carros piratas en la ciudad tienen que ser desterrados o por lo menos regulados. Ser creativos con estrategias de marketing que garanticen otro tipo de beneficios a los usuarios con empresas asociadas al sistema, tarjetas de descuentos o tarjetas acumulativas que concedan beneficios reales por el uso del servicio. En fin, hay que articular muchas tareas para que el SETP funcione. Definitivamente, un reto que tienen las directivas, porque si se van a limitar a arreglar algunas vías, traer los buses y echar a rodar el sistema, el SIVA se quiebra porque se quiebra, y vamos a tener los mismos problemas que en otras ciudades y lo que se vendió como una gran ilusión podría convertirse en el mayor descalabro económico de la ciudad.