Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 8 febrero, 2012

Oh, Dios mío

Desde mí cocina Por Silvia Betancourt Alliegro Ayúdame y dame fuerzas para que pueda vivir un nuevo día. Para que no me acobarde ante los problemas ni sienta miedo ante las responsabilidades. Para que no pierda la fe en los demás y conserve mi corazón lleno de amor y humildad de manera que no me […]

Desde mí cocina
Por Silvia Betancourt Alliegro

Ayúdame y dame fuerzas para que pueda vivir un nuevo día.
Para que no me acobarde ante los problemas ni sienta miedo ante las responsabilidades.
Para que no pierda la fe en los demás y conserve mi corazón lleno de amor y humildad de manera que no me resienta con las ingratitudes, las traiciones ni los desprecios.
Borra de mi memoria los recuerdos menos alegres y limpia mi corazón de los residuos venenosos del mal concediéndome la alegría de vivir una vida fecunda, honesta y sin miedo.
Cierra mis ojos a las diferencias ajenas, para que ellas no me descorazonen, haciéndome ver mejor los aspectos positivos del mundo y en especial los de las demás personas; permíteme vivir este día con el optimismo y la confianza de quien espera una larga vida, pero concédeme la gracia de aceptar con serenidad y entereza la inevitable  llegada del mundo final, sin que me importe lo doloroso e inesperado que pueda parecer.
Ayúdame para que hoy pueda llegar a ser un poco mejor que ayer y mañana un poco mejor que hoy.
Te lo pido por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Recomiendo esta oración a los lectores que tienen que padecer el tránsito por la vida encarnados en ciudadanos colombianos ‘amparados’ por La Nueva EPS: ‘Gente cuidando gente’…

Expreso mis agradecimientos a los amigos que se han manifestado para colaborar en este trance altamente difícil. No los nombro para no tener que omitir a los que no lo han hecho. Miles de bendiciones y abrazos de gratitud.

[email protected]

Columnista
8 febrero, 2012

Oh, Dios mío

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Silvia Betancourt Alliegro

Desde mí cocina Por Silvia Betancourt Alliegro Ayúdame y dame fuerzas para que pueda vivir un nuevo día. Para que no me acobarde ante los problemas ni sienta miedo ante las responsabilidades. Para que no pierda la fe en los demás y conserve mi corazón lleno de amor y humildad de manera que no me […]


Desde mí cocina
Por Silvia Betancourt Alliegro

Ayúdame y dame fuerzas para que pueda vivir un nuevo día.
Para que no me acobarde ante los problemas ni sienta miedo ante las responsabilidades.
Para que no pierda la fe en los demás y conserve mi corazón lleno de amor y humildad de manera que no me resienta con las ingratitudes, las traiciones ni los desprecios.
Borra de mi memoria los recuerdos menos alegres y limpia mi corazón de los residuos venenosos del mal concediéndome la alegría de vivir una vida fecunda, honesta y sin miedo.
Cierra mis ojos a las diferencias ajenas, para que ellas no me descorazonen, haciéndome ver mejor los aspectos positivos del mundo y en especial los de las demás personas; permíteme vivir este día con el optimismo y la confianza de quien espera una larga vida, pero concédeme la gracia de aceptar con serenidad y entereza la inevitable  llegada del mundo final, sin que me importe lo doloroso e inesperado que pueda parecer.
Ayúdame para que hoy pueda llegar a ser un poco mejor que ayer y mañana un poco mejor que hoy.
Te lo pido por el mismo Jesucristo nuestro Señor.

Recomiendo esta oración a los lectores que tienen que padecer el tránsito por la vida encarnados en ciudadanos colombianos ‘amparados’ por La Nueva EPS: ‘Gente cuidando gente’…

Expreso mis agradecimientos a los amigos que se han manifestado para colaborar en este trance altamente difícil. No los nombro para no tener que omitir a los que no lo han hecho. Miles de bendiciones y abrazos de gratitud.

[email protected]