“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, con esta frase nos desprendemos un poco de los acostumbrados cuestionamientos que, en el cumplimiento de nuestra función de control social que implica el ejercer un periodismo responsable, nos corresponde hacer sobre el manejo de la cosa pública, para en esta ocasión entrar a revisar algunos aspectos que son fundamentales para una ciudad en proceso de desarrollo como Valledupar.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, con esta frase nos desprendemos un poco de los acostumbrados cuestionamientos que, en el cumplimiento de nuestra función de control social que implica el ejercer un periodismo responsable, nos corresponde hacer sobre el manejo de la cosa pública, para en esta ocasión entrar a revisar algunos aspectos que son fundamentales para una ciudad en proceso de desarrollo como Valledupar.
Independiente de tantas dificultades que enfrenta en estos momentos nuestra ciudad, tal como lo dijimos en la edición anterior, donde nos referimos a la crisis de los servicios públicos domiciliarios, consideramos necesario detenernos a mirar con ojos propositivos algunos proyectos y obras que la actual administración municipal, en cabeza del alcalde Mello Castro, viene adelantando y que resultan vitales para zonas específicas de su área urbana.
La obra del corredor vial que comunicará a la Avenida Sierra Nevada con el barrio Divino Niño, con una inversión de $23.692 millones, sin duda alguna es un proyecto de ciudad que impactará en forma positiva a más de 120 mil habitantes de la Comuna 5, de sectores muy importantes y que constituyen la nueva cara de Valledupar.
Se trata de la Avenida 38, una obra vial que ayudará a despejar de manera significativa la movilidad de los barrios Francisco El Hombre, La Nevada, Ciudad Tayrona, Divino Niño, La Ceiba, Altagracia, Urbanización Don Miguel, Villa Yaneth, Altos de Comfacesar. Además de los conjuntos residenciales: Marsella Real, Diomedes Daza, Santillana, La Castellana, Torres del Norte Miradores de La Sierra.
Es un proyecto vial que viene a resolver unos puntos críticos que, en materia de movilidad, presenta Valledupar en esa zona y que da al traste con el atractivo paisaje urbanístico que se observa en esa amplia área residencial de la capital cesarense. Despejados esos nudos viales automáticamente se respirarán otros aires de ciudad en todo ese entorno habitacional.
“Quiero unirme a esa voz de felicidad de los habitantes de la Comuna 5, este tipo de intervenciones de parte del gobierno municipal dignifica a muchos barrios, le permite a nuestra ciudad tener proyección; alrededor de las vías principales crece la economía y crece la ciudad en general”, expresó el concejal Omar Ditta durante el acto de inicio de la obra en mención.
Se le abona al actual gobierno municipal el haber acertado con algunas obras pertinentes y que llevaban años en estudio y proyección, pero que no se habían podido cristalizar, tales como la vía La Paz- Valledupar, la construcción de ‘la nueva Galería Popular’ allí en el antiguo lote de Idema; lo mismo que la sede de la Policía Metropolitana, entre otras de mucha significación como proyectos de ciudad (algunas en proceso de construcción).
Cuando las obras responden al clamor ciudadano, e impactan positivamente a la ciudad, equivalen a un paso importante hacia el desarrollo que deben procurar las administraciones públicas, eso no admite discusión alguna, eso hay que reconocerlo y valorarlo, pero así mismo no se puede perder de vista el seguimiento, vigilancia y control por parte de las veedurías ciudadanas para que todo culmine tal como se proyectó.
En ese sentido, lo que ahora corresponde es que todos ejerzamos el deber ciudadano de arropar como nuestras esas obras para que nada impida su finalización exitosa.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, con esta frase nos desprendemos un poco de los acostumbrados cuestionamientos que, en el cumplimiento de nuestra función de control social que implica el ejercer un periodismo responsable, nos corresponde hacer sobre el manejo de la cosa pública, para en esta ocasión entrar a revisar algunos aspectos que son fundamentales para una ciudad en proceso de desarrollo como Valledupar.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”, con esta frase nos desprendemos un poco de los acostumbrados cuestionamientos que, en el cumplimiento de nuestra función de control social que implica el ejercer un periodismo responsable, nos corresponde hacer sobre el manejo de la cosa pública, para en esta ocasión entrar a revisar algunos aspectos que son fundamentales para una ciudad en proceso de desarrollo como Valledupar.
Independiente de tantas dificultades que enfrenta en estos momentos nuestra ciudad, tal como lo dijimos en la edición anterior, donde nos referimos a la crisis de los servicios públicos domiciliarios, consideramos necesario detenernos a mirar con ojos propositivos algunos proyectos y obras que la actual administración municipal, en cabeza del alcalde Mello Castro, viene adelantando y que resultan vitales para zonas específicas de su área urbana.
La obra del corredor vial que comunicará a la Avenida Sierra Nevada con el barrio Divino Niño, con una inversión de $23.692 millones, sin duda alguna es un proyecto de ciudad que impactará en forma positiva a más de 120 mil habitantes de la Comuna 5, de sectores muy importantes y que constituyen la nueva cara de Valledupar.
Se trata de la Avenida 38, una obra vial que ayudará a despejar de manera significativa la movilidad de los barrios Francisco El Hombre, La Nevada, Ciudad Tayrona, Divino Niño, La Ceiba, Altagracia, Urbanización Don Miguel, Villa Yaneth, Altos de Comfacesar. Además de los conjuntos residenciales: Marsella Real, Diomedes Daza, Santillana, La Castellana, Torres del Norte Miradores de La Sierra.
Es un proyecto vial que viene a resolver unos puntos críticos que, en materia de movilidad, presenta Valledupar en esa zona y que da al traste con el atractivo paisaje urbanístico que se observa en esa amplia área residencial de la capital cesarense. Despejados esos nudos viales automáticamente se respirarán otros aires de ciudad en todo ese entorno habitacional.
“Quiero unirme a esa voz de felicidad de los habitantes de la Comuna 5, este tipo de intervenciones de parte del gobierno municipal dignifica a muchos barrios, le permite a nuestra ciudad tener proyección; alrededor de las vías principales crece la economía y crece la ciudad en general”, expresó el concejal Omar Ditta durante el acto de inicio de la obra en mención.
Se le abona al actual gobierno municipal el haber acertado con algunas obras pertinentes y que llevaban años en estudio y proyección, pero que no se habían podido cristalizar, tales como la vía La Paz- Valledupar, la construcción de ‘la nueva Galería Popular’ allí en el antiguo lote de Idema; lo mismo que la sede de la Policía Metropolitana, entre otras de mucha significación como proyectos de ciudad (algunas en proceso de construcción).
Cuando las obras responden al clamor ciudadano, e impactan positivamente a la ciudad, equivalen a un paso importante hacia el desarrollo que deben procurar las administraciones públicas, eso no admite discusión alguna, eso hay que reconocerlo y valorarlo, pero así mismo no se puede perder de vista el seguimiento, vigilancia y control por parte de las veedurías ciudadanas para que todo culmine tal como se proyectó.
En ese sentido, lo que ahora corresponde es que todos ejerzamos el deber ciudadano de arropar como nuestras esas obras para que nada impida su finalización exitosa.