Ya son muchos los capítulos que, sobre el tema minero del Cesar, hemos abordado en este espacio, pero la complejidad del asunto, y lo trascendental que resulta para la economía cesarense, obliga a seguir mirando todas las aristas que de él se desprenden.
Ya son muchos los capítulos que, sobre el tema minero del Cesar, hemos abordado en este espacio, pero la complejidad del asunto, y lo trascendental que resulta para la economía cesarense, obliga a seguir mirando todas las aristas que de él se desprenden.
Tenemos nueva información que invita a mantenernos activos y expectantes, la llegada del nuevo Gobierno nacional y su posición frente a la actividad minera en Colombia es un asunto que de una u otra manera involucra a los distintos sectores de la producción, en especial en departamentos como el Cesar y La Guajira.
En el caso del Cesar, la jornada desarrollada este miércoles 21 de diciembre en el municipio de La Jagua de Ibirico arroja una serie de nuevos conceptos que merecen un análisis concienzudo por parte de los expertos en la materia, pero sin que la opinión publica en general, además de la dirigencia local y regional, se abstraiga por completo de este importante proceso.
Entre los nuevos datos y conceptos está la propuesta de reactivar las operaciones mineras con inversión privada, pero con la participación accionaria de los trabajadores y los municipios. Todo con miras a la implementación y puesta en marcha del proceso de transición energética, algo que ya es inminente, según las conclusiones de todos los avezados sobre este particular.
Apertura de minas, optimización de la infraestructura turística, un nuevo modelo estado-empresa privada, además del grado de participación de los municipios mineros, nuevos criterios de repartición o distribución de utilidades, entre otras ideas, están ahora sobre el tapete y deben ser materia de estudio riguroso.
También se dio la firma de “un memorando de entendimiento interadministrativo para conformar una empresa minera con sociedades que actualmente son administradas por la SAE”, todo ello, según la ministra de minas y energía, Irene Vélez, con el fin de “democratizar el sector minero y garantizar unos primeros pasos para la minería desde la economía popular”.
En el Caso del Cesar, otro dato nuevo es la propuesta de creación por parte del Gobierno nacional de un fondo de recursos para los municipios del corredor minero, la Minminas anunció la destinación de partidas presupuestales específicas para los municipios de La Jagua de Ibirico, Becerril, Codazzi, El Paso y Chiriguaná, eso le daría un soporte económico a lo que el gobierno de Petro ha llamado ‘corredor de vida’.
También se mencionó la constitución de una empresa comunitaria femenina y la creación de un clúster empresarial que identifique las potencialidades de la región, incluidos todos los eslabones de la cadena productiva.
Así las cosas, por el momento hay mucha tela para cortar en pro de una minería favorable para todos. Lo cierto es que la presencia, en el corredor minero del Cesar, de tres ministras y representantes de otras altas dependencias del Gobierno nacional para quemar corriente sobre el tema minero, debe mirarse como un buen mensaje para la región, pero sin dormirnos en los laureles, es necesario aprovechar el momento de entusiasmo institucional para lograr los mejores resultados para la reactivación económica del Cesar.
Ya son muchos los capítulos que, sobre el tema minero del Cesar, hemos abordado en este espacio, pero la complejidad del asunto, y lo trascendental que resulta para la economía cesarense, obliga a seguir mirando todas las aristas que de él se desprenden.
Ya son muchos los capítulos que, sobre el tema minero del Cesar, hemos abordado en este espacio, pero la complejidad del asunto, y lo trascendental que resulta para la economía cesarense, obliga a seguir mirando todas las aristas que de él se desprenden.
Tenemos nueva información que invita a mantenernos activos y expectantes, la llegada del nuevo Gobierno nacional y su posición frente a la actividad minera en Colombia es un asunto que de una u otra manera involucra a los distintos sectores de la producción, en especial en departamentos como el Cesar y La Guajira.
En el caso del Cesar, la jornada desarrollada este miércoles 21 de diciembre en el municipio de La Jagua de Ibirico arroja una serie de nuevos conceptos que merecen un análisis concienzudo por parte de los expertos en la materia, pero sin que la opinión publica en general, además de la dirigencia local y regional, se abstraiga por completo de este importante proceso.
Entre los nuevos datos y conceptos está la propuesta de reactivar las operaciones mineras con inversión privada, pero con la participación accionaria de los trabajadores y los municipios. Todo con miras a la implementación y puesta en marcha del proceso de transición energética, algo que ya es inminente, según las conclusiones de todos los avezados sobre este particular.
Apertura de minas, optimización de la infraestructura turística, un nuevo modelo estado-empresa privada, además del grado de participación de los municipios mineros, nuevos criterios de repartición o distribución de utilidades, entre otras ideas, están ahora sobre el tapete y deben ser materia de estudio riguroso.
También se dio la firma de “un memorando de entendimiento interadministrativo para conformar una empresa minera con sociedades que actualmente son administradas por la SAE”, todo ello, según la ministra de minas y energía, Irene Vélez, con el fin de “democratizar el sector minero y garantizar unos primeros pasos para la minería desde la economía popular”.
En el Caso del Cesar, otro dato nuevo es la propuesta de creación por parte del Gobierno nacional de un fondo de recursos para los municipios del corredor minero, la Minminas anunció la destinación de partidas presupuestales específicas para los municipios de La Jagua de Ibirico, Becerril, Codazzi, El Paso y Chiriguaná, eso le daría un soporte económico a lo que el gobierno de Petro ha llamado ‘corredor de vida’.
También se mencionó la constitución de una empresa comunitaria femenina y la creación de un clúster empresarial que identifique las potencialidades de la región, incluidos todos los eslabones de la cadena productiva.
Así las cosas, por el momento hay mucha tela para cortar en pro de una minería favorable para todos. Lo cierto es que la presencia, en el corredor minero del Cesar, de tres ministras y representantes de otras altas dependencias del Gobierno nacional para quemar corriente sobre el tema minero, debe mirarse como un buen mensaje para la región, pero sin dormirnos en los laureles, es necesario aprovechar el momento de entusiasmo institucional para lograr los mejores resultados para la reactivación económica del Cesar.