Una de las principales debilidades del Cesar para ser competitivo en el turismo es la poca infraestructura vial.
Reconocido a nivel nacional por sus potencialidades para el turismo, el departamento del Cesar recién empieza a abrirse espacio entre los grandes desarrolladores de este sector, llamado a ser el mayor aportante de la economía colombiana.
Lea también: El vallenato se robó el show en la feria de Anato
Visto como la oportunidad para reemplazar la minería que va de regreso, en el camino del Cesar promocionando su turismo han sobresalido fortalezas, a la vez que debilidades a la hora de proyectarlo a nivel nacional e internacional.
Es la propia riqueza natural y cultural la mayor ventaja, así lo reconocen las autoridades del turismo departamental. “Nuestro fuerte es el turismo natural, cultural y étnico. El reto es promocionar esa oferta los 365 días del año mostrando el ecoturismo, avistamiento de aves, oferta hídrica, y la parte ancestral como las artesanías de nuestras comunidades indígenas”, aseguró Jackeline González Padilla, asesora de Asuntos Internos de la Gobernación del Cesar.
Siendo el territorio la mayor riqueza, la mayor debilidad es la poca conectividad para ofrecer ese destino. A nivel vial la Ruta del Sol, más allá de todos sus escándalos, redujo a casi la mitad el tiempo de viaje para llegar al Cesar desde algunas ciudades. Pero el puente más importante para el turismo son los aeropuertos. En el Cesar solo existe uno en funcionamiento, ubicado en su capital, Valledupar.
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El aeropuerto Alfonso López Pumarejo es el puerto de conectividad más importante del departamento pero su logística es inferior a la de casi todas las capitales del país. “En estos momentos en el aeropuerto de Valledupar solo entran 3 aerolíneas que son Avianca, Easy y LATAM, convirtiéndose esa poca conectividad es nuestra principal debilidad”, agregó Jackeline González.
Por eso, la asistencia de autoridades cesarenses en eventos como la 38° feria de ‘Anato, vitrina turística’ es la oportunidad para promocionar el Cesar ante las aerolíneas y empresas de viajes.
Anato es la feria más importante de turismo en Colombia. Allí llegan además de más de 40 delegaciones de diferentes países del mundo, más de 100 empresas relacionadas con el turismo en Colombia, desde el sector hotelero, de viajes, cultural e inversores.
En los últimos tres días desde el stand del Cesar y en las mesas de negocios de la feria Anato se gestionaron varios proyectos para el departamento, los principales relacionados con la conectividad aérea.
“Este año el viceministerio de Turismo y Procolombia hicieron la primera rueda de conectividad, en la que nosotros hicimos parte con el fin de ampliar la oferta de aerolínea de nuestro departamento. La idea es que aerolíneas como Satena y Viva Air entren a nuestro territorio y podamos transportar a los turistas y empresarios a otras partes de Colombia”, explicó la asesora de Asuntos Internos de la Gobernación del Cesar, quien ha estado presente en la promoción del Cesar durante los tres días de feria.
A pesar de que solo se está en el proceso de gestión, con Viva Air, que antes era Viva Colombia, ya se han hecho algunos análisis. “Viva Air ya tiene algunos estudios. Como su vuelo sería de 180 pasajeros, la oferta no irá solo al turista, sino a todos los empresarios, palmicultores, mineros, agricultores y ganaderos para hacerlos más competitivos. Lo que se va a determinar es los precios de los vuelos charter y comerciales”, agregó González.
Falta mucho para solucionar el déficit de conectividad nacional, pero una vez cubierto, el Cesar debe empezar a proyectarse a nivel internacional.
Junto al poco desarrollo aéreo, la informalidad es otro reto para el turismo del departamento.
Los dulces típicos, las artesanías de las comunidades, la hotelería y la cultura son los capítulos que más generan empleo en el turismo local. Sin embargo, su mayor reto es la informalidad, y la primera exigencia para la llegada de inversión a un negocio es su formalidad.
Según estudios recientes, en el Cesar de cada 100 trabajadores 78 son informales, un freno para la inversión, en palabras de los expertos. Y si se mira solo Valledupar, en la capital de Cesar la tasa de informalidad laboral es del 56.7 %, según el Departamento Nacional de Estadísticas, Dane; es decir, de cada 100 trabajadores que hay en la capital del Cesar, 56 se dedican a actividades informales.
Lo anterior es un claro freno al desarrollo del departamento y la necesidad urgente de reforzar las políticas de formalización.
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¿Y la oferta hotelera?
Convertirse en un departamento turístico requiere de una oferta hotelera fuerte y suficiente para temporada alta. En el Cesar la temporada más alta es el mes de abril durante la realización del Festival de la leyenda vallenata.
“Para el Festival vallenato ya hay bastantes habitaciones ocupadas según lo que he hablado con mis colegas, pero todavía no hemos superado más de la mitad, lo que habla de una oferta grande. Claro está que durante el festival se llenan casi al 100 %. El sector hotelero ya es una fortaleza para el Cesar”, aseveró Alirio Delgado, representante del Hotel Tativán.
Sin embargo al sector hotelero también lo golpea la informalidad, sobre todo en época donde pequeñas casas ofrecen servicios de alojamiento a precio más barato porque no pagan impuestos.
“En realidad lo que falta es invertir para que conozcan el destino, pero no solo el sector público, también el sector privado debe unirse para invertir, y en eso estamos”, agregó Delgado.
El promedio de ocupación hotelera de Valledupar es menor del 50 %, siendo el 60 % lo recomendable, por eso hay una propuesta de los hoteles para llevar influenciadores que vendan a Valledupar a través de las redes sociales. “El festival se vende solo, ahora la propuesta es unir los hoteles para invertir en vender el departamento, sin competencia hotelera, porque si llegan ganamos todos”, concluyó el representante del Hotel Tativán.
Al final, con la llegada de turistas no solo se fortalece la actual oferta sino que la generación de valor ayuda al crecimiento de empleo.
Por Deivis Caro Daza / El Pilón.
Una de las principales debilidades del Cesar para ser competitivo en el turismo es la poca infraestructura vial.
Reconocido a nivel nacional por sus potencialidades para el turismo, el departamento del Cesar recién empieza a abrirse espacio entre los grandes desarrolladores de este sector, llamado a ser el mayor aportante de la economía colombiana.
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Visto como la oportunidad para reemplazar la minería que va de regreso, en el camino del Cesar promocionando su turismo han sobresalido fortalezas, a la vez que debilidades a la hora de proyectarlo a nivel nacional e internacional.
Es la propia riqueza natural y cultural la mayor ventaja, así lo reconocen las autoridades del turismo departamental. “Nuestro fuerte es el turismo natural, cultural y étnico. El reto es promocionar esa oferta los 365 días del año mostrando el ecoturismo, avistamiento de aves, oferta hídrica, y la parte ancestral como las artesanías de nuestras comunidades indígenas”, aseguró Jackeline González Padilla, asesora de Asuntos Internos de la Gobernación del Cesar.
Siendo el territorio la mayor riqueza, la mayor debilidad es la poca conectividad para ofrecer ese destino. A nivel vial la Ruta del Sol, más allá de todos sus escándalos, redujo a casi la mitad el tiempo de viaje para llegar al Cesar desde algunas ciudades. Pero el puente más importante para el turismo son los aeropuertos. En el Cesar solo existe uno en funcionamiento, ubicado en su capital, Valledupar.
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El aeropuerto Alfonso López Pumarejo es el puerto de conectividad más importante del departamento pero su logística es inferior a la de casi todas las capitales del país. “En estos momentos en el aeropuerto de Valledupar solo entran 3 aerolíneas que son Avianca, Easy y LATAM, convirtiéndose esa poca conectividad es nuestra principal debilidad”, agregó Jackeline González.
Por eso, la asistencia de autoridades cesarenses en eventos como la 38° feria de ‘Anato, vitrina turística’ es la oportunidad para promocionar el Cesar ante las aerolíneas y empresas de viajes.
Anato es la feria más importante de turismo en Colombia. Allí llegan además de más de 40 delegaciones de diferentes países del mundo, más de 100 empresas relacionadas con el turismo en Colombia, desde el sector hotelero, de viajes, cultural e inversores.
En los últimos tres días desde el stand del Cesar y en las mesas de negocios de la feria Anato se gestionaron varios proyectos para el departamento, los principales relacionados con la conectividad aérea.
“Este año el viceministerio de Turismo y Procolombia hicieron la primera rueda de conectividad, en la que nosotros hicimos parte con el fin de ampliar la oferta de aerolínea de nuestro departamento. La idea es que aerolíneas como Satena y Viva Air entren a nuestro territorio y podamos transportar a los turistas y empresarios a otras partes de Colombia”, explicó la asesora de Asuntos Internos de la Gobernación del Cesar, quien ha estado presente en la promoción del Cesar durante los tres días de feria.
A pesar de que solo se está en el proceso de gestión, con Viva Air, que antes era Viva Colombia, ya se han hecho algunos análisis. “Viva Air ya tiene algunos estudios. Como su vuelo sería de 180 pasajeros, la oferta no irá solo al turista, sino a todos los empresarios, palmicultores, mineros, agricultores y ganaderos para hacerlos más competitivos. Lo que se va a determinar es los precios de los vuelos charter y comerciales”, agregó González.
Falta mucho para solucionar el déficit de conectividad nacional, pero una vez cubierto, el Cesar debe empezar a proyectarse a nivel internacional.
Junto al poco desarrollo aéreo, la informalidad es otro reto para el turismo del departamento.
Los dulces típicos, las artesanías de las comunidades, la hotelería y la cultura son los capítulos que más generan empleo en el turismo local. Sin embargo, su mayor reto es la informalidad, y la primera exigencia para la llegada de inversión a un negocio es su formalidad.
Según estudios recientes, en el Cesar de cada 100 trabajadores 78 son informales, un freno para la inversión, en palabras de los expertos. Y si se mira solo Valledupar, en la capital de Cesar la tasa de informalidad laboral es del 56.7 %, según el Departamento Nacional de Estadísticas, Dane; es decir, de cada 100 trabajadores que hay en la capital del Cesar, 56 se dedican a actividades informales.
Lo anterior es un claro freno al desarrollo del departamento y la necesidad urgente de reforzar las políticas de formalización.
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¿Y la oferta hotelera?
Convertirse en un departamento turístico requiere de una oferta hotelera fuerte y suficiente para temporada alta. En el Cesar la temporada más alta es el mes de abril durante la realización del Festival de la leyenda vallenata.
“Para el Festival vallenato ya hay bastantes habitaciones ocupadas según lo que he hablado con mis colegas, pero todavía no hemos superado más de la mitad, lo que habla de una oferta grande. Claro está que durante el festival se llenan casi al 100 %. El sector hotelero ya es una fortaleza para el Cesar”, aseveró Alirio Delgado, representante del Hotel Tativán.
Sin embargo al sector hotelero también lo golpea la informalidad, sobre todo en época donde pequeñas casas ofrecen servicios de alojamiento a precio más barato porque no pagan impuestos.
“En realidad lo que falta es invertir para que conozcan el destino, pero no solo el sector público, también el sector privado debe unirse para invertir, y en eso estamos”, agregó Delgado.
El promedio de ocupación hotelera de Valledupar es menor del 50 %, siendo el 60 % lo recomendable, por eso hay una propuesta de los hoteles para llevar influenciadores que vendan a Valledupar a través de las redes sociales. “El festival se vende solo, ahora la propuesta es unir los hoteles para invertir en vender el departamento, sin competencia hotelera, porque si llegan ganamos todos”, concluyó el representante del Hotel Tativán.
Al final, con la llegada de turistas no solo se fortalece la actual oferta sino que la generación de valor ayuda al crecimiento de empleo.
Por Deivis Caro Daza / El Pilón.