La mañana de este sábado el gobernador de Nariño, Jhon Rojas, confirmó el asesinato de seis jóvenes y la desaparición de dos más en el municipio de Tumaco, según información preliminar.

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El anuncio se hace horas antes de iniciar un consejo de seguridad con el presidente Iván Duque para determinar acciones en contra de las masacres que se han presentado en la última semana en ese departamento.

“En Tumaco, en el sector de la Guayacana, al parecer seis jóvenes fueron asesinados…Materia de investigación. Muy triste con lo que está ocurriendo en Nariño y hoy esperamos que con el presidente en el consejo de seguridad se tomen las mejores medidas. Primero, acción contundente con estas estructuras delincuenciales que operan en el departamento de Nariño y la otra es la inversión social en nuestro departamento”, dijo el mandatario Rojas en un video publicado en el Twitter de la Gobernación de Nariño.

Al tiempo, añadió que en el consejo de seguridad a plantear acciones para “tomar el tomar el control de lo que está sucediendo en el departamento de Nariño”, donde el fin de semana fueron asesinados 8 jóvenes en zona rural de Samaniego. Así como tres indígenas del pueblo awá en zona rural del municipio de Ricaurte.

MASACRES EN ARAUCA Y CAUCA

Sin embargo, esta es la tercera masacre que se registra en menos de 24 horas en Colombia. La Defensoría del Pueblo informó en su cuenta de Twitter, la noche del viernes el hallazgo de cinco cuerpos en el corregimiento de El Caracol, jurisdicción del municipio de Arauca.

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“La barbarie de los criminales no tiene límite. Rechazamos con vehemencia su ocurrencia y solicitamos a las autoridades esclarezcan lo ocurrido cuanto antes”, agregaron.

Por otro lado, ayer en horas de la noche también se confirmó otra masacre en el corregimiento de Uribe, jurisdicción de El Tambo, Cauca, donde seis personas fueron asesinadas, según informó el alcalde Carlos Vela.

De acuerdo con las primeras versiones, hombres armados que se identificaron como miembros de la nueva Marquetalia, disidentes de las Farc, llegaron a Uribe, reunieron a los pobladores y se llevaron a las seis personas que después fueron asesinadas.

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Aún no se han identificado a las víctimas porque el terreno es de difícil acceso y las condiciones de comunicaciones son malas.