En épocas de pandemia y de encierro son muchas las cosas que a uno le han venido a la mente, han nacido escritores, poetas, pintores, compositores y en general creo que ha florecido el arte, aunque aún no podamos ver los frutos de ese florecimiento, pero ya vendrá el balance, que a mi juicio será […]
En épocas de pandemia y de encierro son muchas las cosas que a uno le han venido a la mente, han nacido escritores, poetas, pintores, compositores y en general creo que ha florecido el arte, aunque aún no podamos ver los frutos de ese florecimiento, pero ya vendrá el balance, que a mi juicio será muy positivo para estos menesteres.
Pero también la pandemia ha servido para conocer mejor la tecnología y para crear y recrear, para rescatar amigos, así sea virtualmente, como ocurrió en mi caso con un compañero de la universidad, con el que llevábamos años sin conversar y ahora volvimos a retomar esa bonita amistad y con él hicimos este análisis que quiero compartir con ustedes.
Mi amigo Alfonso Campo Escobar a quien siempre he considerado como un buen ser humano, que además lleva un artista en su interior, me comentaba por estos días que entre los músicos vallenatos él observaba un fenómeno curioso que consistía en que muchos de ellos se resistían a envejecer y estaban haciendo muchísimas cosas para verse y sentirse jóvenes y vigentes.
Entre los dos nos dimos a la tarea, con lista en mano, de verificar cuales músicos y especialmente cantantes y compositores están haciendo la tarea para no sentirse y verse viejos, tal vez por eso muchos de ellos se están vistiendo a la moda, cantan y componen al estilo de los muchachos, e inclusive algunos han hecho el intento de incursionar en la nueva ola, mejor dicho, se resisten a pasar de moda y eso no tiene nada de malo; al contrario, creo que si la edad que aparece en la cédula es menos de la que sentimos y mostramos, estamos ganando nosotros, y cuando lo hacen nuestros artistas nos están dando más oportunidades de disfrutar su arte y prologar nuestras alegrías.
Los vemos ahora en los conciertos virtuales y ustedes los han visto en la calle y en tarima intentando caminar, bailar y hasta saltar como jóvenes, en verdad en este género musical tenemos excelentes autores e intérpretes que nos han dado satisfacciones por mucho tiempo y de ello debemos sentirnos orgullosos.
Hace ya unos años se me ocurrió en este espacio escribir llamando la atención a nuestros cantantes más reconocidos y famosos para que mejoraran sus presentaciones en tarima, ya que venía notando que casi no cantaban, sino que les dejaban la tarea a los coristas, tampoco se preocupaban para recordar la letra de las canciones y lo que estaban transmitiendo era que ya estaban muy viejos y se habían dormido en los laureles.
Hoy tengo que decir que ese jalón de oreja sirvió, porque esos mismos personajes ahora se esmeran para que nosotros los amantes del vallenato sigamos disfrutando de estos veteranos cantautores y los veamos como si aún fueran un capullo.
COLOFÓN: El confinamiento también ha servido para que músicos vallenatos que ya estaban en el ocaso, hagan conciertos virtuales y rescaten a sus seguidores; inclusive, es muy posible que hayan ganado más dinero en estos eventos, que si lo hubiesen realizado presencial; para muchos se puede aplicar el aforismo ‘No hay mal que por bien no venga’.
En épocas de pandemia y de encierro son muchas las cosas que a uno le han venido a la mente, han nacido escritores, poetas, pintores, compositores y en general creo que ha florecido el arte, aunque aún no podamos ver los frutos de ese florecimiento, pero ya vendrá el balance, que a mi juicio será […]
En épocas de pandemia y de encierro son muchas las cosas que a uno le han venido a la mente, han nacido escritores, poetas, pintores, compositores y en general creo que ha florecido el arte, aunque aún no podamos ver los frutos de ese florecimiento, pero ya vendrá el balance, que a mi juicio será muy positivo para estos menesteres.
Pero también la pandemia ha servido para conocer mejor la tecnología y para crear y recrear, para rescatar amigos, así sea virtualmente, como ocurrió en mi caso con un compañero de la universidad, con el que llevábamos años sin conversar y ahora volvimos a retomar esa bonita amistad y con él hicimos este análisis que quiero compartir con ustedes.
Mi amigo Alfonso Campo Escobar a quien siempre he considerado como un buen ser humano, que además lleva un artista en su interior, me comentaba por estos días que entre los músicos vallenatos él observaba un fenómeno curioso que consistía en que muchos de ellos se resistían a envejecer y estaban haciendo muchísimas cosas para verse y sentirse jóvenes y vigentes.
Entre los dos nos dimos a la tarea, con lista en mano, de verificar cuales músicos y especialmente cantantes y compositores están haciendo la tarea para no sentirse y verse viejos, tal vez por eso muchos de ellos se están vistiendo a la moda, cantan y componen al estilo de los muchachos, e inclusive algunos han hecho el intento de incursionar en la nueva ola, mejor dicho, se resisten a pasar de moda y eso no tiene nada de malo; al contrario, creo que si la edad que aparece en la cédula es menos de la que sentimos y mostramos, estamos ganando nosotros, y cuando lo hacen nuestros artistas nos están dando más oportunidades de disfrutar su arte y prologar nuestras alegrías.
Los vemos ahora en los conciertos virtuales y ustedes los han visto en la calle y en tarima intentando caminar, bailar y hasta saltar como jóvenes, en verdad en este género musical tenemos excelentes autores e intérpretes que nos han dado satisfacciones por mucho tiempo y de ello debemos sentirnos orgullosos.
Hace ya unos años se me ocurrió en este espacio escribir llamando la atención a nuestros cantantes más reconocidos y famosos para que mejoraran sus presentaciones en tarima, ya que venía notando que casi no cantaban, sino que les dejaban la tarea a los coristas, tampoco se preocupaban para recordar la letra de las canciones y lo que estaban transmitiendo era que ya estaban muy viejos y se habían dormido en los laureles.
Hoy tengo que decir que ese jalón de oreja sirvió, porque esos mismos personajes ahora se esmeran para que nosotros los amantes del vallenato sigamos disfrutando de estos veteranos cantautores y los veamos como si aún fueran un capullo.
COLOFÓN: El confinamiento también ha servido para que músicos vallenatos que ya estaban en el ocaso, hagan conciertos virtuales y rescaten a sus seguidores; inclusive, es muy posible que hayan ganado más dinero en estos eventos, que si lo hubiesen realizado presencial; para muchos se puede aplicar el aforismo ‘No hay mal que por bien no venga’.