Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 31 octubre, 2012

Nuestra historia del horror

Desde mi cocina Por Silvia Betancourt Alliegro “Hoy es 12 de abril de 2001. Qué día el de ayer. Ni siquiera sé por donde comenzar a referir, aprovecho para comentar que por todo el territorio está lloviendo a chorros, hay deslizamientos de tierra, inundaciones, y todo lo demás que trae el invierno a los países […]

Desde mi cocina

Por Silvia Betancourt Alliegro

“Hoy es 12 de abril de 2001. Qué día el de ayer. Ni siquiera sé por donde comenzar a referir, aprovecho para comentar que por todo el territorio está lloviendo a chorros, hay deslizamientos de tierra, inundaciones, y todo lo demás que trae el invierno a los países tercermundistas, y por acá, ni una gota.  No he ido al río, porque por allá están también asesinando personas  jóvenes y viejas, pero me dicen que está casi seco, corre por la mitad un hilillo de agua, y mientras tanto, veo a mucha gente de Valledupar lavando carros con manguera, barriendo con el chorro de agua a toda presión, las calles se ven inundadas por desperdicios y mugre arrastrados por la corriente malvada que generan esas almas sin temor de Dios.
Es que en la ciudad hay barrios a los que no les llega ni una gota de agua, mientras los demás explotan el  líquido hasta el derroche. Qué infamia.
En Cali, mi tierra natal, en horas de la mañana de ayer, secuestraron doce Diputados, hecho extraordinario, por osado e inesperado.
El caso fue más o menos como de película. Llegaron varios hombres uniformados y le dijeron a la policía que estaba de guardia que en el interior del edificio de la Asamblea (hermosa edificación de la época republicana) y que ayudaran a controlar que no entraran personas. En el interior se escuchó una explosión de regular intensidad, y varios periodistas que estaban a poca cuadras cubriendo un evento, se presentaron a tiempo para filmar la espectacular película  en la que los protagonistas no sabían que eran engañados”.
Algunas cosas han cambiado desde entonces: actualmente el río Guatapurí crecido y enfurecido, está arrasando con las obras del parque lineal de Hurtado, lo que jamás cambia es el derroche de agua que los habitantes de la ciudad llevan a cabo todos los días, si usted les conmina para que sean conscientes, dicen ‘yo pago el servicio’; a sabiendas que hay barrios que siguen padeciendo por el escaso suministro.
Once de los Diputados del Valle del Cauca fueron asesinados por la guerrilla de las Farc que los había secuestrado; quedó uno, Sigifredo López, que fue sometido al escarnio público ¡Porque se salvó de la masacre! El 16 de Mayo de 2012, Sigifredo López es capturado en Cali, siendo acusado del asesinato de sus once compañeros de cautiverio, muertos en Junio de 2007, proporcionándole información a las FARC, de cómo ingresar al edificio y secuestrar a los diputados.
El martes 14 de agosto de 2012, Sigifredo López fue dejado en libertad por la falsedad de los testimonios en su contra y tuvo que esperar hasta el 18 de octubre para recibir excusas públicas en ceremonia que duró más de dos horas, por parte de la Fiscalía General de la Nación, Policía Nacional y Dijín.
Estas historias no han finalizado, seguirán fluyendo como la vida misma, que se encarga de enseñarnos a no contaminar las fuentes de las cuales tendremos que beber alguna vez.
Trataré en encontrar algo en mis memorias que nos alegre la perspectiva de existencia, no prometo nada.

[email protected]  
  @yastao

Columnista
31 octubre, 2012

Nuestra historia del horror

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Silvia Betancourt Alliegro

Desde mi cocina Por Silvia Betancourt Alliegro “Hoy es 12 de abril de 2001. Qué día el de ayer. Ni siquiera sé por donde comenzar a referir, aprovecho para comentar que por todo el territorio está lloviendo a chorros, hay deslizamientos de tierra, inundaciones, y todo lo demás que trae el invierno a los países […]


Desde mi cocina

Por Silvia Betancourt Alliegro

“Hoy es 12 de abril de 2001. Qué día el de ayer. Ni siquiera sé por donde comenzar a referir, aprovecho para comentar que por todo el territorio está lloviendo a chorros, hay deslizamientos de tierra, inundaciones, y todo lo demás que trae el invierno a los países tercermundistas, y por acá, ni una gota.  No he ido al río, porque por allá están también asesinando personas  jóvenes y viejas, pero me dicen que está casi seco, corre por la mitad un hilillo de agua, y mientras tanto, veo a mucha gente de Valledupar lavando carros con manguera, barriendo con el chorro de agua a toda presión, las calles se ven inundadas por desperdicios y mugre arrastrados por la corriente malvada que generan esas almas sin temor de Dios.
Es que en la ciudad hay barrios a los que no les llega ni una gota de agua, mientras los demás explotan el  líquido hasta el derroche. Qué infamia.
En Cali, mi tierra natal, en horas de la mañana de ayer, secuestraron doce Diputados, hecho extraordinario, por osado e inesperado.
El caso fue más o menos como de película. Llegaron varios hombres uniformados y le dijeron a la policía que estaba de guardia que en el interior del edificio de la Asamblea (hermosa edificación de la época republicana) y que ayudaran a controlar que no entraran personas. En el interior se escuchó una explosión de regular intensidad, y varios periodistas que estaban a poca cuadras cubriendo un evento, se presentaron a tiempo para filmar la espectacular película  en la que los protagonistas no sabían que eran engañados”.
Algunas cosas han cambiado desde entonces: actualmente el río Guatapurí crecido y enfurecido, está arrasando con las obras del parque lineal de Hurtado, lo que jamás cambia es el derroche de agua que los habitantes de la ciudad llevan a cabo todos los días, si usted les conmina para que sean conscientes, dicen ‘yo pago el servicio’; a sabiendas que hay barrios que siguen padeciendo por el escaso suministro.
Once de los Diputados del Valle del Cauca fueron asesinados por la guerrilla de las Farc que los había secuestrado; quedó uno, Sigifredo López, que fue sometido al escarnio público ¡Porque se salvó de la masacre! El 16 de Mayo de 2012, Sigifredo López es capturado en Cali, siendo acusado del asesinato de sus once compañeros de cautiverio, muertos en Junio de 2007, proporcionándole información a las FARC, de cómo ingresar al edificio y secuestrar a los diputados.
El martes 14 de agosto de 2012, Sigifredo López fue dejado en libertad por la falsedad de los testimonios en su contra y tuvo que esperar hasta el 18 de octubre para recibir excusas públicas en ceremonia que duró más de dos horas, por parte de la Fiscalía General de la Nación, Policía Nacional y Dijín.
Estas historias no han finalizado, seguirán fluyendo como la vida misma, que se encarga de enseñarnos a no contaminar las fuentes de las cuales tendremos que beber alguna vez.
Trataré en encontrar algo en mis memorias que nos alegre la perspectiva de existencia, no prometo nada.

[email protected]  
  @yastao