Argentina llegó a Brasil con la mentalidad de borrar las frustraciones de las finales perdidas en Chile 2015 y Centenario 2016 en Estados Unidos y saldar una deuda de 26 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador 1993.
El capitán de Argentina Lionel Messi habló tras la derrota 2-0 que sufrió este sábado frente a la Selección Colombia, en el debut de la Copa América Brasil 2019.
“Nos va a llevar un tiempito asimilar esta derrota y aceptarla”, dijo Messi mientras lo entrevistaban.
“Hay que sacar cosas positivas de los errores cometidos”, acotó enseguida.
El encuentro tuvo lugar en el estadio Arena Fonte Nova, de la ciudad nororiental brasileña de Salvador.
La victoria representa para el combinado colombiano un buen inicio de la era Carlos Queiroz, romper con 20 años sin triunfos ante la albiceleste en Copa América, donde se veía lejano aquel 3-0 en Paraguay en 1999.
Finalmente Argentina llegó a Brasil con la mentalidad de borrar las frustraciones de las finales perdidas en Chile 2015 y Centenario 2016 en Estados Unidos y saldar una deuda de 26 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador 1993.
Argentina llegó a Brasil con la mentalidad de borrar las frustraciones de las finales perdidas en Chile 2015 y Centenario 2016 en Estados Unidos y saldar una deuda de 26 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador 1993.
El capitán de Argentina Lionel Messi habló tras la derrota 2-0 que sufrió este sábado frente a la Selección Colombia, en el debut de la Copa América Brasil 2019.
“Nos va a llevar un tiempito asimilar esta derrota y aceptarla”, dijo Messi mientras lo entrevistaban.
“Hay que sacar cosas positivas de los errores cometidos”, acotó enseguida.
El encuentro tuvo lugar en el estadio Arena Fonte Nova, de la ciudad nororiental brasileña de Salvador.
La victoria representa para el combinado colombiano un buen inicio de la era Carlos Queiroz, romper con 20 años sin triunfos ante la albiceleste en Copa América, donde se veía lejano aquel 3-0 en Paraguay en 1999.
Finalmente Argentina llegó a Brasil con la mentalidad de borrar las frustraciones de las finales perdidas en Chile 2015 y Centenario 2016 en Estados Unidos y saldar una deuda de 26 años sin títulos, desde la Copa América de Ecuador 1993.