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Columnista - 15 enero, 2014

Normas que no se cumplen

Las autoridades parecen que son insensibles a estas situaciones, por lo que igualmente se les puede endilgar responsabilidades al no cumplirse las normas que ellos mismos expiden, por lo que de manera reiterada existen innumerables quejas, comprobado está que se debe educar con el ejemplo.

Boton Wpp

Por Nuris Pardo Conrado.

Para que en sociedad se pueda convivir armónicamente, se necesita de la existencia de normas que regulen los comportamientos de los asociados, pues de lo contrario los ciudadanos no podrían dar solución amigable a sus diferencias, tareas y actividades que son propias del ser humano para su convivencia, de ahí que en cada organización o grupos de personas se requiera de la existencia de un patrón de comportamiento que posibilite el desarrollo de la personalidad y los medios necesarios para la supervivencia de quienes la integran.

Reseño lo anterior, toda vez que en Colombia y en especial en esta ciudad se han expedido una cantidad de normas administrativas y judiciales reguladoras de distintas situaciones o comportamientos que son burladas desde el mismo instante que fueron proferidas; podemos señalar entre otras violaciones, limpieza de lotes, prohibición del parrillero de sexo masculino mayor de catorce años, no accionar los pitos de vehículos en áreas donde funcionan clínicas y hospitales, invasión del espacio público, utilizar chalecos con la identificación de la moto que se conduce, utilizar el cinturón de seguridad, equipos de música con sonidos estridentes, restricción de horario para establecimiento abierto al público donde funcionan estaderos, bares y cantinas, portar menores de edad en los asientos delanteros de los carros, conducir en estado de embriaguez, de la salud ni para qué hablar, pues no se sabe dónde comienza y dónde termina, etc., etc.

Percibimos que nuestra cultura es contraria al orden puesto que en la mayoría de los casos, se justifica el incumplimiento de las normas alegando otros derechos como el trabajo, y todo nos indica que cuando se expide una norma ya tenemos ingeniado la forma de violarla, solo basta con acercarnos a establecimientos donde se expenden bebidas alcohólicas donde hallamos un contrasentido ya que a su alrededor hay innumerables motos y vehículos cuyos conductores obviamente se encuentran ingiriendo licor, especialmente en la parte exterior y muy particularmente en el espacio público impidiendo el normal tránsito del peatón y quienes al finalizar la parranda lo utilizan para su desplazamiento.

Las autoridades parecen que son insensibles a estas situaciones, por lo que igualmente se les puede endilgar responsabilidades al no cumplirse las normas que ellos mismos expiden, por lo que de manera reiterada existen innumerables quejas, comprobado está que se debe educar con el ejemplo.

“Los ciudadanos no son patrióticos, por que el Estado no les da el ejemplo”

Columnista
15 enero, 2014

Normas que no se cumplen

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Nurys Pardo Conrado

Las autoridades parecen que son insensibles a estas situaciones, por lo que igualmente se les puede endilgar responsabilidades al no cumplirse las normas que ellos mismos expiden, por lo que de manera reiterada existen innumerables quejas, comprobado está que se debe educar con el ejemplo.


Por Nuris Pardo Conrado.

Para que en sociedad se pueda convivir armónicamente, se necesita de la existencia de normas que regulen los comportamientos de los asociados, pues de lo contrario los ciudadanos no podrían dar solución amigable a sus diferencias, tareas y actividades que son propias del ser humano para su convivencia, de ahí que en cada organización o grupos de personas se requiera de la existencia de un patrón de comportamiento que posibilite el desarrollo de la personalidad y los medios necesarios para la supervivencia de quienes la integran.

Reseño lo anterior, toda vez que en Colombia y en especial en esta ciudad se han expedido una cantidad de normas administrativas y judiciales reguladoras de distintas situaciones o comportamientos que son burladas desde el mismo instante que fueron proferidas; podemos señalar entre otras violaciones, limpieza de lotes, prohibición del parrillero de sexo masculino mayor de catorce años, no accionar los pitos de vehículos en áreas donde funcionan clínicas y hospitales, invasión del espacio público, utilizar chalecos con la identificación de la moto que se conduce, utilizar el cinturón de seguridad, equipos de música con sonidos estridentes, restricción de horario para establecimiento abierto al público donde funcionan estaderos, bares y cantinas, portar menores de edad en los asientos delanteros de los carros, conducir en estado de embriaguez, de la salud ni para qué hablar, pues no se sabe dónde comienza y dónde termina, etc., etc.

Percibimos que nuestra cultura es contraria al orden puesto que en la mayoría de los casos, se justifica el incumplimiento de las normas alegando otros derechos como el trabajo, y todo nos indica que cuando se expide una norma ya tenemos ingeniado la forma de violarla, solo basta con acercarnos a establecimientos donde se expenden bebidas alcohólicas donde hallamos un contrasentido ya que a su alrededor hay innumerables motos y vehículos cuyos conductores obviamente se encuentran ingiriendo licor, especialmente en la parte exterior y muy particularmente en el espacio público impidiendo el normal tránsito del peatón y quienes al finalizar la parranda lo utilizan para su desplazamiento.

Las autoridades parecen que son insensibles a estas situaciones, por lo que igualmente se les puede endilgar responsabilidades al no cumplirse las normas que ellos mismos expiden, por lo que de manera reiterada existen innumerables quejas, comprobado está que se debe educar con el ejemplo.

“Los ciudadanos no son patrióticos, por que el Estado no les da el ejemplo”