Corea del Sur (AP) — Corea del Norte advirtió el viernes que los previstos ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos ponen a la península al borde de la guerra, al tiempo que Pyongyang pareció iniciar sus propias prácticas de artillería muy cerca de una isla en disputa a la que atacó […]
Corea del Sur (AP) — Corea del Norte advirtió el viernes que los previstos ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos ponen a la península al borde de la guerra, al tiempo que Pyongyang pareció iniciar sus propias prácticas de artillería muy cerca de una isla en disputa a la que atacó esta semana.
Los nuevos disparos de artillería del viernes ocurrieron después que un comandante estadounidense en Corea del Sur, el general Walter Sharp, visitara la isla Yeonpyeong en una muestra de apoyo a Seúl y para analizar los daños del ataque norcoreano del martes. Cuatro personas murieron.
Un funcionario de la Junta de los Jefes del Estado Mayor dijo que se escucharon unas veinte explosiones en Yeongpyeong provenientes de Corea del Norte, a unos once kilómetros (siete millas) al norte. Dijo que ningún proyectil cayó en territorio surcoreano. El funcionario habló bajo la condición de anonimato, citando políticas militares.
Las tensiones aumentaron entre ambas Coreas desde que el ataque del martes destruyó grandes zonas de la isla, matando a dos civiles y a dos soldados en un aumento de los esporádicos enfrentamientos que ocurren entre ambos países en sus límites marítimos.
El ataque ocurre ocho meses después de que un torpedo hundiera un barco surcoreano en el mar, matando a cuarenta y seis marineros. Los enfrentamientos también han demostrado las debilidades de la defensa de Corea del Sur, sesenta años después de la guerra civil entre ambos países.
El incidente del martes forzó la dimisión del ministro de Defensa de Corea del Sur.
La tensión ocurre además en un momento de transición en el poder en Corea del Norte. El líder Kim Jong Il se lo está traspasando a su hijo Kim Jong Un, quien no tiene aún treinta años y se espera que suceda a su padre.
La agencia de noticias estatal de Pyongyang reportó el viernes que los ejercicios militares conjuntos de este fin de semana entre Corea del Sur y Estados Unidos en aguas del Mar Amarillo representan una maniobra poco cautelosa que tiene como blanco a Corea del Norte.
“La situación en la península coreana está un poco más cerca del borde de la guerra”, dijo la Agencia Central Coreana de Noticias en un despacho. “Se acabaron los días en los que sólo había avisos verbales”.
Estados Unidos se está preparando para enviar un portaaviones impulsado con energía nuclear a aguas surcoreanas para realizar ejercicios militares conjuntos el domingo.
Corea del Norte considera los ejercicios como una provocación. El país no reconoce la frontera marítima delineada por Naciones Unidas en 1953 y considera las aguas alrededor de la isla Yeonpyeong como su territorio.
La isla Yeonpyeong, que aloja las bases militares surcoreanas y a unas mil 300 personas, se encuentra a sólo once kilómetros (siete millas) de las costas de Corea del Norte y no está lejos del lugar en que el barco Cheonan se hundió en una explosión en marzo.
El general Sharp describió el ataque del martes a la isla como una clara violación del armisticio firmado en 1953, a finales de la guerra civil de tres años.
Corea del Sur (AP) — Corea del Norte advirtió el viernes que los previstos ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos ponen a la península al borde de la guerra, al tiempo que Pyongyang pareció iniciar sus propias prácticas de artillería muy cerca de una isla en disputa a la que atacó […]
Corea del Sur (AP) — Corea del Norte advirtió el viernes que los previstos ejercicios militares conjuntos de Corea del Sur y Estados Unidos ponen a la península al borde de la guerra, al tiempo que Pyongyang pareció iniciar sus propias prácticas de artillería muy cerca de una isla en disputa a la que atacó esta semana.
Los nuevos disparos de artillería del viernes ocurrieron después que un comandante estadounidense en Corea del Sur, el general Walter Sharp, visitara la isla Yeonpyeong en una muestra de apoyo a Seúl y para analizar los daños del ataque norcoreano del martes. Cuatro personas murieron.
Un funcionario de la Junta de los Jefes del Estado Mayor dijo que se escucharon unas veinte explosiones en Yeongpyeong provenientes de Corea del Norte, a unos once kilómetros (siete millas) al norte. Dijo que ningún proyectil cayó en territorio surcoreano. El funcionario habló bajo la condición de anonimato, citando políticas militares.
Las tensiones aumentaron entre ambas Coreas desde que el ataque del martes destruyó grandes zonas de la isla, matando a dos civiles y a dos soldados en un aumento de los esporádicos enfrentamientos que ocurren entre ambos países en sus límites marítimos.
El ataque ocurre ocho meses después de que un torpedo hundiera un barco surcoreano en el mar, matando a cuarenta y seis marineros. Los enfrentamientos también han demostrado las debilidades de la defensa de Corea del Sur, sesenta años después de la guerra civil entre ambos países.
El incidente del martes forzó la dimisión del ministro de Defensa de Corea del Sur.
La tensión ocurre además en un momento de transición en el poder en Corea del Norte. El líder Kim Jong Il se lo está traspasando a su hijo Kim Jong Un, quien no tiene aún treinta años y se espera que suceda a su padre.
La agencia de noticias estatal de Pyongyang reportó el viernes que los ejercicios militares conjuntos de este fin de semana entre Corea del Sur y Estados Unidos en aguas del Mar Amarillo representan una maniobra poco cautelosa que tiene como blanco a Corea del Norte.
“La situación en la península coreana está un poco más cerca del borde de la guerra”, dijo la Agencia Central Coreana de Noticias en un despacho. “Se acabaron los días en los que sólo había avisos verbales”.
Estados Unidos se está preparando para enviar un portaaviones impulsado con energía nuclear a aguas surcoreanas para realizar ejercicios militares conjuntos el domingo.
Corea del Norte considera los ejercicios como una provocación. El país no reconoce la frontera marítima delineada por Naciones Unidas en 1953 y considera las aguas alrededor de la isla Yeonpyeong como su territorio.
La isla Yeonpyeong, que aloja las bases militares surcoreanas y a unas mil 300 personas, se encuentra a sólo once kilómetros (siete millas) de las costas de Corea del Norte y no está lejos del lugar en que el barco Cheonan se hundió en una explosión en marzo.
El general Sharp describió el ataque del martes a la isla como una clara violación del armisticio firmado en 1953, a finales de la guerra civil de tres años.