El último día del concurso Sirena de la Leyenda Vallenata versión departamental, inició con un desayuno a la orilla del rio Guatapurí. Un encuentro en  el que las 11 candidatas y el alcalde Fredys Socarrás Reales  disfrutaron de una mañana fresca, típica de los últimos días del año. Donde el paisaje del balneario Hurtado enmarcó una jornada pedagógica y lúdica que sirvió para recordar el cuidado y la protección que necesitan los recursos hídricos del Cesar.  

Además de compartir y disfrutar de la mañana, el desayuno sirvió para concretar una idea que viene dando vueltas en la alcaldía. Según dijo la presentadora de televisión y organizadora de este concurso Gloria ‘La Chata’ Riaño, dijo el alcalde Socarras Reales cambió el nombre del Parque del Helado a Parque de la Sirena Vallenata. Una forma de rendirle un homenaje al mito más representativo de la cultura local. 

La tarde previa a la elección 

Con el correcorre previo del último evento, las candidatas corrían de un lado a otro buscando todo lo necesario para su última presentación.
En medio del olor a maquillaje y productos para el pelo, las jóvenes trataban de mantener la calma y ocultar los nervios que les provocaba la noche de elección y coronación. Algo que no era fácil de hacer si se le suma el cansancio y estrés provocado por los últimos días de competencia y las ansias de saber quién sería escogida como ganadora. 

Mientras los estilistas retocaban el rostro de algunas candidatas, otras reparaban su vestuario o dejaban peinar su cabello. Cada detalle tenía que ser solucionado de inmediato, poco a poco se acercaba el momento de su último desfile. El público vería por última vez su pasarela como representante de cada uno de sus municipios; a partir de ese momento solo una sería la nueva Sirena de la Leyenda Vallenata que representará al Cesar en un encuentro nacional.   

Con la llegada de la noche los últimos detalles ya se habían solucionado. El momento de brillar llegó nuevamente y la tarima Francisco el Hombre de la Plaza Alfonso López las esperaba para que demostraran por qué debería ser la ganadora. 

El público estaba listo para que un hermoso ramillete de 11 candidatas, decorara la tranquila noche de sábado. Además querían saber por qué se habló de un certamen donde la belleza no era todo, sino un complemento a una idea que de la mano de su sirena pueda contribuir con el cuidado del medio ambiente.   

Por Pepe Morón Reales

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