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Columnista - 13 diciembre, 2023

Nocardiosis

En este año 2023 que ya está culminando, la publicación de mi columna semanal en EL PILÓN ha sido inestable, la causante de tal inconstancia, posiblemente, haya sido la infección de una bacteria conocida como nocardia, cuya enfermedad se llama nocardiosis.

Por José Romero Churio.

En este año 2023 que ya está culminando, la publicación de mi columna semanal en EL PILÓN ha sido inestable, la causante de tal inconstancia, posiblemente, haya sido la infección de una bacteria conocida como nocardia, cuya enfermedad se llama nocardiosis.

La bacteria nocardia se encuentra en el suelo de todo el planeta tierra. Hasta el momento se conocen más de 50 especies, y pueden infectar a los humanos al aspirar polvo que tenga cualquiera de esas bacterias, también penetran a través de heridas del cuerpo humano; sin embargo, la nocardiosis es una enfermedad rara, por ende, se considera que los infectados son personas que tienen deteriorado el sistema inmunológico.

La infección por nocardia, generalmente comienza en los pulmones. Puede diseminarse hacia otros órganos, con mayor frecuencia al cerebro. También, puede comprometer la piel, los riñones, las articulaciones, el corazón, los ojos y los huesos. Las nocardia son catalogadas como oportunistas porque atacan a la gente inmunodeprimida; no obstante, a veces contagian a personas aparentemente sanas. Reitero: los más propensos a contraer infección por nocardias son las personas que padecen enfermedad pulmonar crónica o cualquier otra patología, tales como cáncer, trasplantes, nefropatías, hepatopatías, VIH/sida, uso prolongado de corticoides, además, alteraciones emocionales como el estrés intenso, entre otras causas que también debilitan el sistema inmunitario de los seres humanos. 

Los síntomas de la nocardiosis son variables porque dependen de los órganos comprometidos. Si se presenta en los pulmones, los síntomas podrían ser: dolor torácico al respirar, tos con esputo de sangre, fiebre, sudoración nocturna, anorexia, pérdida de peso, entre otros síntomas. Cuando la nocardiosis es cerebral, además de presentar fiebre suele acompañarse de dolor de cabeza, convulsiones y coma. En la piel se manifiesta con nódulos dolorosos, ulceraciones y adenopatías. Aunque raro, todas las nocardiosis pueden ser asintomáticas; es decir, atípicas. Pero para todos los casos clínicos existen las ayudas paraclínicas, cuyos objetivos es afinar el diagnóstico. En cuanto a lo concerniente a las imágenes diagnósticas, sus lectores deben ser muy cautelosos, para lo cual se requiere competencia especializada.

Esta columna va dirigida, principalmente a los médicos especialistas que les corresponde atender a los pacientes que tienen el infortunio de padecer nocardiosis que, si bien es una enfermedad poco frecuente, su diagnóstico no se debe ignorar, ya que tal omisión puede originar enorme morbilidad con posible mortalidad. Mayormente, cuando se trata de nocardiosis cerebral, cuyas imágenes radiológicas son similares a las producidas por metástasis neoplásicas, válgase la redundancia.

El tratamiento de la nocardiosis cerebral y de cualquier neoplasia (cáncer) cerebral son disímiles, en la nocardiosis es valiosísimo la toma de muestra para estudio bacteriológico. En el tratamiento de cáncer es importante la extirpación quirúrgica, entre más completa mucho mejor.

No es censura, sino una sincera advertencia, en procura de que se les preste mejor atención y mayor seguridad a los pacientes, sobre todo a los que sufren enfermedades que a pesar de ser poco habituales sus etiologías ya son conocidas. En conclusión, uno de los principios esenciales de los médicos y de todos los profesionales de la salud es no hacer daño a sus pacientes, o por lo menos el menor daño posible, habida cuenta que la mayoría de los tratamientos (también léase: procedimientos), tanto para diagnósticos como terapéuticos son invasivos.

Columnista
13 diciembre, 2023

Nocardiosis

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

En este año 2023 que ya está culminando, la publicación de mi columna semanal en EL PILÓN ha sido inestable, la causante de tal inconstancia, posiblemente, haya sido la infección de una bacteria conocida como nocardia, cuya enfermedad se llama nocardiosis.


Por José Romero Churio.

En este año 2023 que ya está culminando, la publicación de mi columna semanal en EL PILÓN ha sido inestable, la causante de tal inconstancia, posiblemente, haya sido la infección de una bacteria conocida como nocardia, cuya enfermedad se llama nocardiosis.

La bacteria nocardia se encuentra en el suelo de todo el planeta tierra. Hasta el momento se conocen más de 50 especies, y pueden infectar a los humanos al aspirar polvo que tenga cualquiera de esas bacterias, también penetran a través de heridas del cuerpo humano; sin embargo, la nocardiosis es una enfermedad rara, por ende, se considera que los infectados son personas que tienen deteriorado el sistema inmunológico.

La infección por nocardia, generalmente comienza en los pulmones. Puede diseminarse hacia otros órganos, con mayor frecuencia al cerebro. También, puede comprometer la piel, los riñones, las articulaciones, el corazón, los ojos y los huesos. Las nocardia son catalogadas como oportunistas porque atacan a la gente inmunodeprimida; no obstante, a veces contagian a personas aparentemente sanas. Reitero: los más propensos a contraer infección por nocardias son las personas que padecen enfermedad pulmonar crónica o cualquier otra patología, tales como cáncer, trasplantes, nefropatías, hepatopatías, VIH/sida, uso prolongado de corticoides, además, alteraciones emocionales como el estrés intenso, entre otras causas que también debilitan el sistema inmunitario de los seres humanos. 

Los síntomas de la nocardiosis son variables porque dependen de los órganos comprometidos. Si se presenta en los pulmones, los síntomas podrían ser: dolor torácico al respirar, tos con esputo de sangre, fiebre, sudoración nocturna, anorexia, pérdida de peso, entre otros síntomas. Cuando la nocardiosis es cerebral, además de presentar fiebre suele acompañarse de dolor de cabeza, convulsiones y coma. En la piel se manifiesta con nódulos dolorosos, ulceraciones y adenopatías. Aunque raro, todas las nocardiosis pueden ser asintomáticas; es decir, atípicas. Pero para todos los casos clínicos existen las ayudas paraclínicas, cuyos objetivos es afinar el diagnóstico. En cuanto a lo concerniente a las imágenes diagnósticas, sus lectores deben ser muy cautelosos, para lo cual se requiere competencia especializada.

Esta columna va dirigida, principalmente a los médicos especialistas que les corresponde atender a los pacientes que tienen el infortunio de padecer nocardiosis que, si bien es una enfermedad poco frecuente, su diagnóstico no se debe ignorar, ya que tal omisión puede originar enorme morbilidad con posible mortalidad. Mayormente, cuando se trata de nocardiosis cerebral, cuyas imágenes radiológicas son similares a las producidas por metástasis neoplásicas, válgase la redundancia.

El tratamiento de la nocardiosis cerebral y de cualquier neoplasia (cáncer) cerebral son disímiles, en la nocardiosis es valiosísimo la toma de muestra para estudio bacteriológico. En el tratamiento de cáncer es importante la extirpación quirúrgica, entre más completa mucho mejor.

No es censura, sino una sincera advertencia, en procura de que se les preste mejor atención y mayor seguridad a los pacientes, sobre todo a los que sufren enfermedades que a pesar de ser poco habituales sus etiologías ya son conocidas. En conclusión, uno de los principios esenciales de los médicos y de todos los profesionales de la salud es no hacer daño a sus pacientes, o por lo menos el menor daño posible, habida cuenta que la mayoría de los tratamientos (también léase: procedimientos), tanto para diagnósticos como terapéuticos son invasivos.