Un perro, su fiel compañero de las caminatas diarias, también fue víctima de las balas, momentos en que trató de morder al agresor para defender a su amo.
Rafael Gutiérrez Montero, adulto mayor, perteneciente a la etnia Kankuama, fue asesinado por dos delincuentes, quienes le propinaron varios impactos de arma de fuego en el tórax, porque al momento de atracarlo, no le encontraron nada de valor en sus bolsillos ni en la mochila que cargaba.
Este caso se registró en la mañana de este jueves, al noroccidente de Valledupar, en donde al parecer, dos hombres se movilizaban en una motocicleta, de la cual descendió el parrillero, luego se le acercó a Gutiérrez Montero de 72 años y le exigió que le entrega todo lo que llevaba.
Ante la amenaza, el Kankuamo accedió a las pretensiones del atracador, que solo encontró los documentos y las pastillas que por prescripción médica tomaba la víctima ante sus quebrantos de salud. Al parecer, el delincuente al no encontrar cosas de valor, le propinó a corta distancia, dos balazos a Gutiérrez Montero, causándole heridas mortales en el tórax debido a los proyectiles afectaron varios órganos vitales, provocándole la muerte de forma inmediata.
De acuerdo con la información oficial, los delincuentes también le dispararon al perro que acompañaba en sus caminatas al adulto mayor, porque el animal al ver a su amo en el suelo y ensangrentado, como señal de defensa, trató de morder al asesino y el hombre le proporcionó un tiro en la cabeza.
La acción criminal se registró en la calle 3 con carrera 40 en la invasión Nuevo Amanecer, a dos cuadras de donde residía Gutiérrez Montero y desde donde había salido a caminar, porque el médico le ordenó hacer ejercicios ante los problemas cardiacos que presentaba.
“Esa era una actividad que diariamente realizaba mi papá y acostumbraba a llevarse una mochila donde cargaba sus documentos de identidad y los medicamentos. Aunque él era una persona desplazada por la violencia de la región de Sabana Crespo en la jurisdicción de Atánquez, no tenía problemas con nadie y al radicarse en Valledupar, su vida continuó normal y sin que haya recibido amenazas de muerte, por eso pienso que lo mataron por atracarlo y más porque el que lo atracó, no le encontró nada de valor. La mochila se la dejaron y no se llevaron nada”, narró Ana Gutiérrez, una de sus hijas.
Sin embargo, los organismos investigadores hacen cotejo de información para tratar de darle credibilidad a esa versión, o establecer si los móviles fueron otros.
Por Abdel Martínez Pérez
Un perro, su fiel compañero de las caminatas diarias, también fue víctima de las balas, momentos en que trató de morder al agresor para defender a su amo.
Rafael Gutiérrez Montero, adulto mayor, perteneciente a la etnia Kankuama, fue asesinado por dos delincuentes, quienes le propinaron varios impactos de arma de fuego en el tórax, porque al momento de atracarlo, no le encontraron nada de valor en sus bolsillos ni en la mochila que cargaba.
Este caso se registró en la mañana de este jueves, al noroccidente de Valledupar, en donde al parecer, dos hombres se movilizaban en una motocicleta, de la cual descendió el parrillero, luego se le acercó a Gutiérrez Montero de 72 años y le exigió que le entrega todo lo que llevaba.
Ante la amenaza, el Kankuamo accedió a las pretensiones del atracador, que solo encontró los documentos y las pastillas que por prescripción médica tomaba la víctima ante sus quebrantos de salud. Al parecer, el delincuente al no encontrar cosas de valor, le propinó a corta distancia, dos balazos a Gutiérrez Montero, causándole heridas mortales en el tórax debido a los proyectiles afectaron varios órganos vitales, provocándole la muerte de forma inmediata.
De acuerdo con la información oficial, los delincuentes también le dispararon al perro que acompañaba en sus caminatas al adulto mayor, porque el animal al ver a su amo en el suelo y ensangrentado, como señal de defensa, trató de morder al asesino y el hombre le proporcionó un tiro en la cabeza.
La acción criminal se registró en la calle 3 con carrera 40 en la invasión Nuevo Amanecer, a dos cuadras de donde residía Gutiérrez Montero y desde donde había salido a caminar, porque el médico le ordenó hacer ejercicios ante los problemas cardiacos que presentaba.
“Esa era una actividad que diariamente realizaba mi papá y acostumbraba a llevarse una mochila donde cargaba sus documentos de identidad y los medicamentos. Aunque él era una persona desplazada por la violencia de la región de Sabana Crespo en la jurisdicción de Atánquez, no tenía problemas con nadie y al radicarse en Valledupar, su vida continuó normal y sin que haya recibido amenazas de muerte, por eso pienso que lo mataron por atracarlo y más porque el que lo atracó, no le encontró nada de valor. La mochila se la dejaron y no se llevaron nada”, narró Ana Gutiérrez, una de sus hijas.
Sin embargo, los organismos investigadores hacen cotejo de información para tratar de darle credibilidad a esa versión, o establecer si los móviles fueron otros.
Por Abdel Martínez Pérez