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Columnista - 2 septiembre, 2015

No tenemos derecho a equivocarnos

En octubre estará en juego el futuro de nuestro departamento y municipio. Los cesarenses y vallenatos tendremos la trascendental responsabilidad de seleccionar a nuestro gobernador, a nuestro alcalde, a nuestros diputados y a nuestros concejales. Espántense, para el concejo hay 304 candidatos para 19 cupos. Esto da risa, qué vergüenza. Será esta una decisión indelegable […]

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En octubre estará en juego el futuro de nuestro departamento y municipio. Los cesarenses y vallenatos tendremos la trascendental responsabilidad de seleccionar a nuestro gobernador, a nuestro alcalde, a nuestros diputados y a nuestros concejales. Espántense, para el concejo hay 304 candidatos para 19 cupos. Esto da risa, qué vergüenza.

Será esta una decisión indelegable y ojalá masiva en la cual no tenemos derecho a equivocarnos si queremos cambiar las cosas para mejorar y no para empeorar. Por ello, quienes creemos que ejercemos algún tipo de influencia, debemos prevenir a nuestros conciudadanos sobre los peligros de una mala e improvisada elección con repercusiones impredecibles que luego tendríamos que lamentar.

No es este el momento para tomar decisiones con ligereza al vaivén de ambiciones personales o pasar neutrales e indiferentes a los riesgos que se corren. Los experimentos, las improvisaciones, los saltos al vacío de corte populista, la promoción de lucha de clases, la corrupción, no pueden tener cabida en nuestras consideraciones si deseamos propiciar la cohesión de nuestra sociedad.

Hoy más que nunca es conveniente que nosotros reflexionemos sobre la mejor escogencia de las personas que han de regir los destinos de nuestro departamento y municipio a partir del 1 de enero de 2016.

Hay que señalar algunas pautas de orientación al decir que el buen gobernante debe tener una real vocación de servicio, que es aquel que dedica todo su empeño y trabajo a solucionar los problemas del pueblo.

El buen gobernante debe, además, mostrar la realidad sin prometer lo imposible de cumplir.

En estos días me he dado a la tarea de analizar a cada uno de los aspirantes a la gobernación, luego lo haré con lo de alcaldía.

A fin de lograr la validez de estos propósitos es indispensable encomendar la tarea de diseñar el nuevo modelo de desarrollo para nuestro departamento y municipio a la mejor de las opciones tanto para la gobernación como para la alcaldía de quienes ostentan las más excelsas condiciones de credibilidad, eficacia, honestidad, experiencia administrativa y vocación de servicio, para ello debemos de despojarnos de criterios fundamentales en inclinaciones inminentemente partidistas o grupistas, antes de tomar la decisión democrática de elegir al nuevo gobernador y al nuevo alcalde.

Consecuente con estas consideraciones y reflexiones he concluido en el caso de la Gobernación sin quitarle mérito a los otros dos candidatos que el candidato y joven profesional FRANCO OVALLE ANGARITA, es quien cumple a cabalidad con los requisitos exigidos para enfrentar el reto de orientar con insuperable eficacia, pulcritud e independencia los destinos de nuestro departamento. Como lo prometí, este es mi candidato y voy a votar por él.

Columnista
2 septiembre, 2015

No tenemos derecho a equivocarnos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

En octubre estará en juego el futuro de nuestro departamento y municipio. Los cesarenses y vallenatos tendremos la trascendental responsabilidad de seleccionar a nuestro gobernador, a nuestro alcalde, a nuestros diputados y a nuestros concejales. Espántense, para el concejo hay 304 candidatos para 19 cupos. Esto da risa, qué vergüenza. Será esta una decisión indelegable […]


En octubre estará en juego el futuro de nuestro departamento y municipio. Los cesarenses y vallenatos tendremos la trascendental responsabilidad de seleccionar a nuestro gobernador, a nuestro alcalde, a nuestros diputados y a nuestros concejales. Espántense, para el concejo hay 304 candidatos para 19 cupos. Esto da risa, qué vergüenza.

Será esta una decisión indelegable y ojalá masiva en la cual no tenemos derecho a equivocarnos si queremos cambiar las cosas para mejorar y no para empeorar. Por ello, quienes creemos que ejercemos algún tipo de influencia, debemos prevenir a nuestros conciudadanos sobre los peligros de una mala e improvisada elección con repercusiones impredecibles que luego tendríamos que lamentar.

No es este el momento para tomar decisiones con ligereza al vaivén de ambiciones personales o pasar neutrales e indiferentes a los riesgos que se corren. Los experimentos, las improvisaciones, los saltos al vacío de corte populista, la promoción de lucha de clases, la corrupción, no pueden tener cabida en nuestras consideraciones si deseamos propiciar la cohesión de nuestra sociedad.

Hoy más que nunca es conveniente que nosotros reflexionemos sobre la mejor escogencia de las personas que han de regir los destinos de nuestro departamento y municipio a partir del 1 de enero de 2016.

Hay que señalar algunas pautas de orientación al decir que el buen gobernante debe tener una real vocación de servicio, que es aquel que dedica todo su empeño y trabajo a solucionar los problemas del pueblo.

El buen gobernante debe, además, mostrar la realidad sin prometer lo imposible de cumplir.

En estos días me he dado a la tarea de analizar a cada uno de los aspirantes a la gobernación, luego lo haré con lo de alcaldía.

A fin de lograr la validez de estos propósitos es indispensable encomendar la tarea de diseñar el nuevo modelo de desarrollo para nuestro departamento y municipio a la mejor de las opciones tanto para la gobernación como para la alcaldía de quienes ostentan las más excelsas condiciones de credibilidad, eficacia, honestidad, experiencia administrativa y vocación de servicio, para ello debemos de despojarnos de criterios fundamentales en inclinaciones inminentemente partidistas o grupistas, antes de tomar la decisión democrática de elegir al nuevo gobernador y al nuevo alcalde.

Consecuente con estas consideraciones y reflexiones he concluido en el caso de la Gobernación sin quitarle mérito a los otros dos candidatos que el candidato y joven profesional FRANCO OVALLE ANGARITA, es quien cumple a cabalidad con los requisitos exigidos para enfrentar el reto de orientar con insuperable eficacia, pulcritud e independencia los destinos de nuestro departamento. Como lo prometí, este es mi candidato y voy a votar por él.