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Columnista - 31 marzo, 2011

No soy sicario ¿y usted?

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R Reúna usted a dos o más personas con algo de mando y pídales solucionar un problema social y el primer término que aparecerá será: prohibir. Todo lo queremos solucionar prohibiendo, pues desde la casa, pasando por el colegio, la universidad y cualquier reunión, si algo pasa, enseguida, algo se […]

DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R

Reúna usted a dos o más personas con algo de mando y pídales solucionar un problema social y el primer término que aparecerá será: prohibir.
Todo lo queremos solucionar prohibiendo, pues desde la casa, pasando por el colegio, la universidad y cualquier reunión, si algo pasa, enseguida, algo se prohíbe y listo. Prohibir, la palabra mágica.
Ahora en Valledupar, todos los hombres mayores de 14 años, al montarnos en una moto somos sindicados de sicarios, somos sospechosos de ser asesinos.
En una reunión de conductores de autos, de personas sin problemas para transportarse, que quizá nunca han tenido que usar una moto para ser llevados a alguna parte y menos a un barrio al que nunca llega un taxi y menos una buseta, toman la decisión, algo lógico para ellos…
Ahora, se prohíbe viajar en moto a los hombres mayores de 14 años por sospecha de matonismo.
Ese papá que lleva a su hijo de 15 o 16 años al colegio, no lleva a su hijo, lleva a un asesino; esos amigos universitarios ya son sospechosos, uno de ellos es un asesino. Si van dos policías, dos curas, dos soldados, dos concejales, ¿irá un sicario en esa moto?
Lo que mata no es la moto, es un arma, pero de eso nada se dijo. Ni de saber cuántas motos hay realmente, cuántas Yamaha, Suzuki, Honda; cuál su cilindraje, el color, número de motor. ¿Imposible saberlo? ¿Tan inútiles somos?.
Y cual es la respuesta, al decir de la gente, sobre que la policía sabe en dónde están y quienes son  los sicarios, pero…
Carnetizar toda moto con su color, potencia, motor, dueño,  conductor, direcciones de los dos, celulares y después de la campaña de una semana, moto sin carnet, retenida. Ya sabiendo eso se facilita la identificación del vehículo del sicario y claro, de él.
Pero ¿por qué no quitar las armas? Un sicario sin arma, ¿matará con garrote?  Si llegan a matar desde un carro, prohibido andar en carro y si lo hacen en bici o a pie, prohibido, prohibido.
Defiendo el derecho a la vida, a la seguridad, pero me niego a aceptar ser sindicado de asesino por el simple hecho de usar una moto para transportarme, ser hombre  y ser mayor de 14 años. No todos los hombres que vivimos en Valledupar somos sicarios, señor comandante.
El arte y la cultura de luto. En una semana tres grandes mujeres han dejado esta tierra siendo ejemplo de vida para las nuevas generaciones. La Cleopatra de todos los sueños, Elizabeth Taylor; la gran dama de nuestra televisión, Gloria Valencia de Castaño, y el torbellino de la creatividad de nuestras danzas, Sonia Osorio, hoy ya pasaron al Olimpo de la historia y estarán en el altar al que sólo se llega por el talento y la perseverancia. Dios está de plácemes pues la actividad en las alturas será de todos los días… y sus noches.
[email protected]

Columnista
31 marzo, 2011

No soy sicario ¿y usted?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS Por: Germán Piedrahíta R Reúna usted a dos o más personas con algo de mando y pídales solucionar un problema social y el primer término que aparecerá será: prohibir. Todo lo queremos solucionar prohibiendo, pues desde la casa, pasando por el colegio, la universidad y cualquier reunión, si algo pasa, enseguida, algo se […]


DOS PUNTOS

Por: Germán Piedrahíta R

Reúna usted a dos o más personas con algo de mando y pídales solucionar un problema social y el primer término que aparecerá será: prohibir.
Todo lo queremos solucionar prohibiendo, pues desde la casa, pasando por el colegio, la universidad y cualquier reunión, si algo pasa, enseguida, algo se prohíbe y listo. Prohibir, la palabra mágica.
Ahora en Valledupar, todos los hombres mayores de 14 años, al montarnos en una moto somos sindicados de sicarios, somos sospechosos de ser asesinos.
En una reunión de conductores de autos, de personas sin problemas para transportarse, que quizá nunca han tenido que usar una moto para ser llevados a alguna parte y menos a un barrio al que nunca llega un taxi y menos una buseta, toman la decisión, algo lógico para ellos…
Ahora, se prohíbe viajar en moto a los hombres mayores de 14 años por sospecha de matonismo.
Ese papá que lleva a su hijo de 15 o 16 años al colegio, no lleva a su hijo, lleva a un asesino; esos amigos universitarios ya son sospechosos, uno de ellos es un asesino. Si van dos policías, dos curas, dos soldados, dos concejales, ¿irá un sicario en esa moto?
Lo que mata no es la moto, es un arma, pero de eso nada se dijo. Ni de saber cuántas motos hay realmente, cuántas Yamaha, Suzuki, Honda; cuál su cilindraje, el color, número de motor. ¿Imposible saberlo? ¿Tan inútiles somos?.
Y cual es la respuesta, al decir de la gente, sobre que la policía sabe en dónde están y quienes son  los sicarios, pero…
Carnetizar toda moto con su color, potencia, motor, dueño,  conductor, direcciones de los dos, celulares y después de la campaña de una semana, moto sin carnet, retenida. Ya sabiendo eso se facilita la identificación del vehículo del sicario y claro, de él.
Pero ¿por qué no quitar las armas? Un sicario sin arma, ¿matará con garrote?  Si llegan a matar desde un carro, prohibido andar en carro y si lo hacen en bici o a pie, prohibido, prohibido.
Defiendo el derecho a la vida, a la seguridad, pero me niego a aceptar ser sindicado de asesino por el simple hecho de usar una moto para transportarme, ser hombre  y ser mayor de 14 años. No todos los hombres que vivimos en Valledupar somos sicarios, señor comandante.
El arte y la cultura de luto. En una semana tres grandes mujeres han dejado esta tierra siendo ejemplo de vida para las nuevas generaciones. La Cleopatra de todos los sueños, Elizabeth Taylor; la gran dama de nuestra televisión, Gloria Valencia de Castaño, y el torbellino de la creatividad de nuestras danzas, Sonia Osorio, hoy ya pasaron al Olimpo de la historia y estarán en el altar al que sólo se llega por el talento y la perseverancia. Dios está de plácemes pues la actividad en las alturas será de todos los días… y sus noches.
[email protected]