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Columnista - 10 agosto, 2024

¡No olvides tomar tu taza de café!

¿Alguna vez has enfrentado una situación que, al final, resultó ser para tu bien? ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te ha ayudado a crecer como persona?

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El trágico accidente aéreo cerca de São Paulo, ocurrido el 9 de agosto, en el que perdieron la vida más de 60 personas, ha causado conmoción no solo en Brasil, sino a nivel internacional. Especialmente porque en plataformas digitales se han viralizado los testimonios de personas que estuvieron a punto de abordar y, por circunstancias fortuitas, no lo hicieron.

Uno de estos testimonios es el de Adriano Assis, quien, a pesar de haber llegado a tiempo para su vuelo, decidió irse por un café, y al regresar, un funcionario le informó que ya habían cerrado las puertas y que no podría embarcarse en ese vuelo, por lo que se le asignaría un nuevo horario. Aunque se frustró y discutió con el funcionario, ese “pequeño” contratiempo terminó salvándole la vida.

A cuántos nos pasa, ¿no?  sentir rabia, desesperación o estrés cuando las cosas no salen como esperamos. Ya sea que olvidemos algo en casa y tengamos que regresar, o que enfrentemos retrasos y problemas inesperados, que a menudo nos frustran y nos hacen preguntarnos por qué nos suceden estas cosas.

Muchas veces dejamos de tomar ese café simplemente por los afanes. De verdad necesitamos aprender a tomarnos un respiro, a no dejarnos llevar siempre de la rutina diaria. Debemos valorar esos momentos de pausa para conectarnos con nosotros mismos. Quizás, como en el caso de Assis, esos contratiempos no son solo molestias, sino una forma de guiarnos hacia algo mejor o evitar una tragedia.

Todo sucede por una razón, aunque en el momento no siempre la entendamos. Esta es la filosofía que uso y que me ayuda a enfrentar las dificultades con una actitud más serena, aceptando que hay un propósito detrás de cada situación.

En uno de mis libros favoritos, El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl, quien sobrevivió a los campos de concentración, dice: “Lo que importa no es el sentido de la vida en formulaciones abstractas, sino el sentido concreto de la vida de un individuo en un momento determinado.” Él sufrió mucho, pero encontró una forma de darle sentido a su vida en ese momento.

Hoy te invito a reflexionar sobre tus propias experiencias. ¿Alguna vez has enfrentado una situación que, al final, resultó ser para tu bien? ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te ha ayudado a crecer como persona? La próxima vez que te enfrentes a una pequeña frustración o contratiempo, que te haga volver a empezar  o esperar más de lo adecuado, recuerda que esos momentos también son parte de la vida.

Así que, en medio de todo, no sé cuál es tu “taza de café”, pero no olvides tomarla. Tal vez sea abrazar a tus padres, dar un beso de despedida a tus hijos/as, sacar a pasear a tus mascotas, compartir con tus amigos, disfrutar de tu postre favorito, esperar el cambio del semáforo, disfrutar de un momento contigo mismo o simplemente respirar profundo.

Solo puedo decir que la vida es impredecible, pero en cada instante, incluso en los más pequeños, hay una oportunidad para encontrarle sentido y propósito.

Por: Sara Montero Muleth

Columnista
10 agosto, 2024

¡No olvides tomar tu taza de café!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Sara Montero Muleth

¿Alguna vez has enfrentado una situación que, al final, resultó ser para tu bien? ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te ha ayudado a crecer como persona?


El trágico accidente aéreo cerca de São Paulo, ocurrido el 9 de agosto, en el que perdieron la vida más de 60 personas, ha causado conmoción no solo en Brasil, sino a nivel internacional. Especialmente porque en plataformas digitales se han viralizado los testimonios de personas que estuvieron a punto de abordar y, por circunstancias fortuitas, no lo hicieron.

Uno de estos testimonios es el de Adriano Assis, quien, a pesar de haber llegado a tiempo para su vuelo, decidió irse por un café, y al regresar, un funcionario le informó que ya habían cerrado las puertas y que no podría embarcarse en ese vuelo, por lo que se le asignaría un nuevo horario. Aunque se frustró y discutió con el funcionario, ese “pequeño” contratiempo terminó salvándole la vida.

A cuántos nos pasa, ¿no?  sentir rabia, desesperación o estrés cuando las cosas no salen como esperamos. Ya sea que olvidemos algo en casa y tengamos que regresar, o que enfrentemos retrasos y problemas inesperados, que a menudo nos frustran y nos hacen preguntarnos por qué nos suceden estas cosas.

Muchas veces dejamos de tomar ese café simplemente por los afanes. De verdad necesitamos aprender a tomarnos un respiro, a no dejarnos llevar siempre de la rutina diaria. Debemos valorar esos momentos de pausa para conectarnos con nosotros mismos. Quizás, como en el caso de Assis, esos contratiempos no son solo molestias, sino una forma de guiarnos hacia algo mejor o evitar una tragedia.

Todo sucede por una razón, aunque en el momento no siempre la entendamos. Esta es la filosofía que uso y que me ayuda a enfrentar las dificultades con una actitud más serena, aceptando que hay un propósito detrás de cada situación.

En uno de mis libros favoritos, El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl, quien sobrevivió a los campos de concentración, dice: “Lo que importa no es el sentido de la vida en formulaciones abstractas, sino el sentido concreto de la vida de un individuo en un momento determinado.” Él sufrió mucho, pero encontró una forma de darle sentido a su vida en ese momento.

Hoy te invito a reflexionar sobre tus propias experiencias. ¿Alguna vez has enfrentado una situación que, al final, resultó ser para tu bien? ¿Qué aprendiste? ¿Cómo te ha ayudado a crecer como persona? La próxima vez que te enfrentes a una pequeña frustración o contratiempo, que te haga volver a empezar  o esperar más de lo adecuado, recuerda que esos momentos también son parte de la vida.

Así que, en medio de todo, no sé cuál es tu “taza de café”, pero no olvides tomarla. Tal vez sea abrazar a tus padres, dar un beso de despedida a tus hijos/as, sacar a pasear a tus mascotas, compartir con tus amigos, disfrutar de tu postre favorito, esperar el cambio del semáforo, disfrutar de un momento contigo mismo o simplemente respirar profundo.

Solo puedo decir que la vida es impredecible, pero en cada instante, incluso en los más pequeños, hay una oportunidad para encontrarle sentido y propósito.

Por: Sara Montero Muleth