La orden impartida por el presidente Iván Duque Márquez de terminar las obras inconclusas va en consonancia a la Avenida Metropolitana Pepe Castro, decisión que se enmarca en los principios que rigen la administración pública de transparencia, celeridad y economía, después de estar engavetada esta megaobra durante 38 años.

No vaciló el jefe de Estado en acoger el clamor de las multitudes, que utilizaron como interlocutor a Sergio Araújo Castro, amigo personal de Duque, para capitalizar el sentir ciudadano y marcar la agenda social del Área Metropolitana.

El vallenato Luis Eduardo Rodríguez, director nacional de Planeación, recibió la orden presidencial para planear este proyecto de envergadura que se convertirá en eje transversal de la Universidad Nacional Región Caribe sede La Paz.

En buena hora las regalías del carbón se incrementaron en un 20 % para apalancar la infraestructura vial, sumada la voluntad política del primer mandatario de la nación, de avalar la construcción de esta autopista por los riesgos de la actual, atribuidos al alto flujo vehicular.

En el grupo WhatsApp Avenida Metropolitana Pepe Castro se volvió viral la frase de Albert Einstein: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: Voluntad”. Es la que ha sobrado en esta agenda eminentemente social.

La sociedad civil se empoderó de una idea que le asegura el futuro a las próximas generaciones con base en una educación de altos estándares de calidad. Lo sensato ahora es obrar sin celos políticos y empujar como corresponde en una sola dirección: la Autopista Valledupar-La Paz que sale en 5 kilómetros entre la Terminal de Transportes de Valledupar y la Universidad Nacional.