El domingo anterior cerca de 200 personas hicieron un recorrido que pasó un poco desapercibido para el resto de la ciudad, pero que solo fue noticia ayer en los medios de comunicación en medio de los afanes de las fiestas de velitas. Este grupo, integrado por jóvenes, niños y adultos, liderados por el movimiento ambiental […]
El domingo anterior cerca de 200 personas hicieron un recorrido que pasó un poco desapercibido para el resto de la ciudad, pero que solo fue noticia ayer en los medios de comunicación en medio de los afanes de las fiestas de velitas.
Este grupo, integrado por jóvenes, niños y adultos, liderados por el movimiento ambiental ‘Greis Baena Galezo’ de la Universidad Popular del Cesar hizo una caravana desde la sede de la UPC Sabanas hasta el puente Salguera en la vía Valledupar-La Paz, para pedir –reinsistir- a las autoridades ambientales, locales, departamentales y nacionales, medidas radicales que permitan la salvación del río del Cesar.
Es un llamado urgente que no debería escucharse hoy, luego de que hace nueve meses el director de la Corporación Autónoma del Cesar, Kaleb Villalobos, declarara mediante la Resolución 0170 del 9 de marzo de 2015, la emergencia ambiental en las cuencas media y baja del afluente para iniciar “de inmediato acciones que logren mitigar la compleja situación de contaminación ambiental que actualmente registra esa corriente de agua”, como dijo en ese momento el comunicado oficial de Corpocesar.
La emergencia la hicieron después de tres décadas de estar contaminando el río con las servidas que le manda Emdupar, la que se deriva de la vida diaria de los vallenatos. Más de 220 kilómetros tiene el Cesar desde su nacimiento en la Sierra Nevada hasta su desembocadura en la ciénaga de Zapatosa después de pasar por ocho municipios de La Guajira, Cesar y Magdalena.
Las medidas implementadas por las instituciones involucradas, principalmente Emdupar que es la fuente que más contamina, no han dado el resultado esperado y el río Cesar camina cada día a convertirse en una cloaca.
Muy bueno que sea la academia la que lidere este tipo de movilizaciones en procura de un trabajo más armonizado con la ciudadanía, con las instituciones y los entes responsables de la salvación del Cesar.
Poner el espejo retrovisor y señalar quién contamina más o menos, no ayuda en nada. Aquí lo se necesita son acciones con resultados positivos, por eso no se puede improvisar. Qué diga Emdupar y Corpocesar qué viene después de las bacterias que están aplicando desde el mes de mayo, que según el director de la Corporación, “han mejorado la remoción de materia orgánica en un 47 por ciento, antes estaba más o menos en un 40 por ciento, hoy está en un 80 por ciento de remoción”.
¿Qué dicen los congresistas de la propuesta de Corpocesar de conseguir seis mil millones de pesos para construir la planta de tratamiento como la que utilizan las autoridades ambientales de Antioquia con el río Medellín? ¿Qué dice el gobierno departamental?
El domingo anterior cerca de 200 personas hicieron un recorrido que pasó un poco desapercibido para el resto de la ciudad, pero que solo fue noticia ayer en los medios de comunicación en medio de los afanes de las fiestas de velitas. Este grupo, integrado por jóvenes, niños y adultos, liderados por el movimiento ambiental […]
El domingo anterior cerca de 200 personas hicieron un recorrido que pasó un poco desapercibido para el resto de la ciudad, pero que solo fue noticia ayer en los medios de comunicación en medio de los afanes de las fiestas de velitas.
Este grupo, integrado por jóvenes, niños y adultos, liderados por el movimiento ambiental ‘Greis Baena Galezo’ de la Universidad Popular del Cesar hizo una caravana desde la sede de la UPC Sabanas hasta el puente Salguera en la vía Valledupar-La Paz, para pedir –reinsistir- a las autoridades ambientales, locales, departamentales y nacionales, medidas radicales que permitan la salvación del río del Cesar.
Es un llamado urgente que no debería escucharse hoy, luego de que hace nueve meses el director de la Corporación Autónoma del Cesar, Kaleb Villalobos, declarara mediante la Resolución 0170 del 9 de marzo de 2015, la emergencia ambiental en las cuencas media y baja del afluente para iniciar “de inmediato acciones que logren mitigar la compleja situación de contaminación ambiental que actualmente registra esa corriente de agua”, como dijo en ese momento el comunicado oficial de Corpocesar.
La emergencia la hicieron después de tres décadas de estar contaminando el río con las servidas que le manda Emdupar, la que se deriva de la vida diaria de los vallenatos. Más de 220 kilómetros tiene el Cesar desde su nacimiento en la Sierra Nevada hasta su desembocadura en la ciénaga de Zapatosa después de pasar por ocho municipios de La Guajira, Cesar y Magdalena.
Las medidas implementadas por las instituciones involucradas, principalmente Emdupar que es la fuente que más contamina, no han dado el resultado esperado y el río Cesar camina cada día a convertirse en una cloaca.
Muy bueno que sea la academia la que lidere este tipo de movilizaciones en procura de un trabajo más armonizado con la ciudadanía, con las instituciones y los entes responsables de la salvación del Cesar.
Poner el espejo retrovisor y señalar quién contamina más o menos, no ayuda en nada. Aquí lo se necesita son acciones con resultados positivos, por eso no se puede improvisar. Qué diga Emdupar y Corpocesar qué viene después de las bacterias que están aplicando desde el mes de mayo, que según el director de la Corporación, “han mejorado la remoción de materia orgánica en un 47 por ciento, antes estaba más o menos en un 40 por ciento, hoy está en un 80 por ciento de remoción”.
¿Qué dicen los congresistas de la propuesta de Corpocesar de conseguir seis mil millones de pesos para construir la planta de tratamiento como la que utilizan las autoridades ambientales de Antioquia con el río Medellín? ¿Qué dice el gobierno departamental?