Este lunes, el municipio de Bosconia quedó incomunicado con el resto del país, debido a las protestas que los damnificados hicieron al gobierno departamental y nacional para que atiendan la emergencia con prontitud.
Luego de la trágica inundación del domingo, que afectó al 80% del municipio de Bosconia, unos 13.000 habitantes claman por ayuda.
Sin embargo, según el personero Edwin Castilla, hasta el momento, no han recibido ningún apoyo. “Ni siquiera los mercados que ayer se comprometieron a traer, quizá no se ha logrado captar la atención del departamento y la nación. La gente está desesperada”, dijo Castilla.
Lea: “Fue una situación muy triste y catastrófica”: habitantes de Aguas Blancas por inundación
El funcionario señaló que no solo requieren alimentación: “También se necesitan colchonetas, ropa… prácticamente de todo, porque muchas familias lo perdieron todo de manera sorpresiva porque no había un plan de riesgo”.
Desde la misma noche del domingo, los damnificados se tomaron la vía que conduce a Valledupar para que la atención llegara más rápido.
La mañana de este lunes se registró otro cierre en la carretera que conduce al Magdalena; unas horas más tarde se reportaban vías de hecho hacia Barranquilla y Bucaramanga, dejando incomunicado al territorio.
EL PILÓN dialogó con Odacir Camargo, encargado de la Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático del departamento del Cesar y actual secretario de Medio Ambiente, sobre el caso.
El funcionario aseguró que la administración firmará un convenio con el municipio de Bosconia “para hacerle un giro de $150 millones para que ellos puedan hacer unas compras de acuerdo con las necesidades más apremiantes”.
Camargo agregó que adelantan un censo que hasta el momento indica que hay 13.000 afectados divididos en 4.500 familias.
Esa cifra fue enviada a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, para que esta entidad del Gobierno nacional aporte elementos como ropa, enseres y alimentos dado que el departamento no tiene manifestada calamidad a nivel general.
“Esperamos que este martes la Unidad de Gestión del Riesgo nos envíe colchonetas, kits de aseo, tanques para reservar agua potable y otras ayudas”, subrayó el secretario.
Actualmente hay un punto de recaudo de alimentos, útiles de aseo, ropa y otros elementos en la Casa de la Cultura de este municipio del centro del Cesar .
La administración local dice no contar con los recursos suficientes para atender el problema humanitario.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían confirmado la causa específica de la inundación que causó la muerte de un menor de edad de la comunidad indígena yukpa.
El argumento preliminar de la administración es que “se presentó una avalancha en la parte alta del cerro que cayó a la poza de los Zabaleta y eso trajo el cuerpo de agua que golpeó al municipio”.
La Gobernación del Cesar indicó que desde Bosconia “nunca se había hecho un requerimiento por posible riesgo porque eso fue fortuito, no se podía predecir”.
Algunos ciudadanos aseguran que la “insuficiente estructura hidráulica” de los anillos viales que construye la Concesionaria YUMA por la Ruta del Sol III habría contribuido a las afectaciones.
Sin embargo, el alcalde Edulfo Villar dijo a Radio Guatapurí que “sería precipitado culpar desde ya a YUMA de la tragedia”.
El burgomaestre agregó que contrataron a un hidrólogo para que determine si dichas obras incidieron, o no, en la inundación.
YUMA emitió un comunicado asegurando que, junto con la constructora Ariguaní, están prestando “toda la colaboración desde la madrugada del domingo con maquinaria y personal para apoyar a la administración municipal y organismos de socorro”.
Desde la Gobernación esperan el apoyo de expertos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para aclarar el origen del fenómeno.
Por su parte, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, anunció que en zonas del Cesar hay máxima alerta por probabilidad de deslizamientos, así como también en Magdalena y Bolívar.
El Cesar está en alerta naranja, algunas partes en roja, por las lluvias. El IDEAM estima que debido al fenómeno de La Niña, en noviembre se podría agudizar la condición climática.
“A mediados de la semana tendremos picos en la región Caribe y Andina dado que hay un tren de ondas tropicales que recogen aguas del océano Atlántico y que nos van a dejar precipitaciones en el norte y centro del país”, expresó Yolanda González, directora de la entidad.
Y agregó: “Esperamos que en diciembre haya un cambio a condiciones menos lluviosas en gran parte de Colombia”.
Le puede interesar: “Es un milagro que estemos vivos”: habitantes de Aguas Blancas tras inundaciones
En otros municipios del Cesar se ha declarado calamidad por las manifestaciones del cambio climático: La Paz, Pueblo Bello, Becerril, San Martín, entre otros, según información oficial.
Se ha instado a San Diego para que haga esa declaratoria por las dificultades presentadas en el río Chiriaimo, a la altura del puente.
En Valledupar también se han presentado problemas debido a los aguaceros, tanto en zona urbana como rural.
La emergencia más reciente se registró en el corregimiento de Aguas Blancas, el pasado 13 de octubre, situación que dejó a la comunidad casi ‘con el agua hasta el cuello’, según sus habitantes.
Parte de la población asegura que las obras de YUMA también habrían aportado a la agudización del problema que tuvo como resultado más de 120 familias en condición vulnerable.
El alcalde Mello Castro decretó alerta roja en el municipio y señaló que los organismos de socorro están activos “para prevenir cualquier emergencia en los puntos críticos”.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Vías, Invías, señaló que debido a la creciente súbita de la quebrada Candela, el pontón ubicado en la vía El Banco-Chimichagua-Cuatro Vientos sufrió socavación.
La carretera fue cerrada para iniciar labores de recuperación de la estructura.
Habilitaron la vía alterna El Banco-Tamalameque-El Burro-Troncal del Caribe mientras se restablece la transitabilidad del sector.
En el invierno del 2011, el Cesar también tuvo cientos de damnificados, e incluso muertos. La alertas se extendieron a los demás afluentes del departamento para evitar víctimas fatales antes las crecientes anunciadas.
Ese año, Curumaní se vio afectado por el desbordamiento del río Aninito, que provocó inundaciones en varias veredas.
En Pailitas la alerta fue activada por el crecimiento del arroyo Hondo, y en Bosconia, se desbordó el arroyo Ariguaní.
Además de la amenaza para los seres humanos y los bienes materiales, fueron reportadas pérdidas en los sectores de la actividad agropecuaria por parte del sector.
Esta situación, después de varios años, sigue afectando a los más vulnerables debido a la falta de información y prevención, según los expertos.
Lea: Miles de damnificados tras inundaciones en Bosconia
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista
Este lunes, el municipio de Bosconia quedó incomunicado con el resto del país, debido a las protestas que los damnificados hicieron al gobierno departamental y nacional para que atiendan la emergencia con prontitud.
Luego de la trágica inundación del domingo, que afectó al 80% del municipio de Bosconia, unos 13.000 habitantes claman por ayuda.
Sin embargo, según el personero Edwin Castilla, hasta el momento, no han recibido ningún apoyo. “Ni siquiera los mercados que ayer se comprometieron a traer, quizá no se ha logrado captar la atención del departamento y la nación. La gente está desesperada”, dijo Castilla.
Lea: “Fue una situación muy triste y catastrófica”: habitantes de Aguas Blancas por inundación
El funcionario señaló que no solo requieren alimentación: “También se necesitan colchonetas, ropa… prácticamente de todo, porque muchas familias lo perdieron todo de manera sorpresiva porque no había un plan de riesgo”.
Desde la misma noche del domingo, los damnificados se tomaron la vía que conduce a Valledupar para que la atención llegara más rápido.
La mañana de este lunes se registró otro cierre en la carretera que conduce al Magdalena; unas horas más tarde se reportaban vías de hecho hacia Barranquilla y Bucaramanga, dejando incomunicado al territorio.
EL PILÓN dialogó con Odacir Camargo, encargado de la Oficina para la Gestión del Riesgo y Cambio Climático del departamento del Cesar y actual secretario de Medio Ambiente, sobre el caso.
El funcionario aseguró que la administración firmará un convenio con el municipio de Bosconia “para hacerle un giro de $150 millones para que ellos puedan hacer unas compras de acuerdo con las necesidades más apremiantes”.
Camargo agregó que adelantan un censo que hasta el momento indica que hay 13.000 afectados divididos en 4.500 familias.
Esa cifra fue enviada a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, para que esta entidad del Gobierno nacional aporte elementos como ropa, enseres y alimentos dado que el departamento no tiene manifestada calamidad a nivel general.
“Esperamos que este martes la Unidad de Gestión del Riesgo nos envíe colchonetas, kits de aseo, tanques para reservar agua potable y otras ayudas”, subrayó el secretario.
Actualmente hay un punto de recaudo de alimentos, útiles de aseo, ropa y otros elementos en la Casa de la Cultura de este municipio del centro del Cesar .
La administración local dice no contar con los recursos suficientes para atender el problema humanitario.
Hasta el cierre de esta edición, las autoridades no habían confirmado la causa específica de la inundación que causó la muerte de un menor de edad de la comunidad indígena yukpa.
El argumento preliminar de la administración es que “se presentó una avalancha en la parte alta del cerro que cayó a la poza de los Zabaleta y eso trajo el cuerpo de agua que golpeó al municipio”.
La Gobernación del Cesar indicó que desde Bosconia “nunca se había hecho un requerimiento por posible riesgo porque eso fue fortuito, no se podía predecir”.
Algunos ciudadanos aseguran que la “insuficiente estructura hidráulica” de los anillos viales que construye la Concesionaria YUMA por la Ruta del Sol III habría contribuido a las afectaciones.
Sin embargo, el alcalde Edulfo Villar dijo a Radio Guatapurí que “sería precipitado culpar desde ya a YUMA de la tragedia”.
El burgomaestre agregó que contrataron a un hidrólogo para que determine si dichas obras incidieron, o no, en la inundación.
YUMA emitió un comunicado asegurando que, junto con la constructora Ariguaní, están prestando “toda la colaboración desde la madrugada del domingo con maquinaria y personal para apoyar a la administración municipal y organismos de socorro”.
Desde la Gobernación esperan el apoyo de expertos de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo para aclarar el origen del fenómeno.
Por su parte, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, IDEAM, anunció que en zonas del Cesar hay máxima alerta por probabilidad de deslizamientos, así como también en Magdalena y Bolívar.
El Cesar está en alerta naranja, algunas partes en roja, por las lluvias. El IDEAM estima que debido al fenómeno de La Niña, en noviembre se podría agudizar la condición climática.
“A mediados de la semana tendremos picos en la región Caribe y Andina dado que hay un tren de ondas tropicales que recogen aguas del océano Atlántico y que nos van a dejar precipitaciones en el norte y centro del país”, expresó Yolanda González, directora de la entidad.
Y agregó: “Esperamos que en diciembre haya un cambio a condiciones menos lluviosas en gran parte de Colombia”.
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En otros municipios del Cesar se ha declarado calamidad por las manifestaciones del cambio climático: La Paz, Pueblo Bello, Becerril, San Martín, entre otros, según información oficial.
Se ha instado a San Diego para que haga esa declaratoria por las dificultades presentadas en el río Chiriaimo, a la altura del puente.
En Valledupar también se han presentado problemas debido a los aguaceros, tanto en zona urbana como rural.
La emergencia más reciente se registró en el corregimiento de Aguas Blancas, el pasado 13 de octubre, situación que dejó a la comunidad casi ‘con el agua hasta el cuello’, según sus habitantes.
Parte de la población asegura que las obras de YUMA también habrían aportado a la agudización del problema que tuvo como resultado más de 120 familias en condición vulnerable.
El alcalde Mello Castro decretó alerta roja en el municipio y señaló que los organismos de socorro están activos “para prevenir cualquier emergencia en los puntos críticos”.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Vías, Invías, señaló que debido a la creciente súbita de la quebrada Candela, el pontón ubicado en la vía El Banco-Chimichagua-Cuatro Vientos sufrió socavación.
La carretera fue cerrada para iniciar labores de recuperación de la estructura.
Habilitaron la vía alterna El Banco-Tamalameque-El Burro-Troncal del Caribe mientras se restablece la transitabilidad del sector.
En el invierno del 2011, el Cesar también tuvo cientos de damnificados, e incluso muertos. La alertas se extendieron a los demás afluentes del departamento para evitar víctimas fatales antes las crecientes anunciadas.
Ese año, Curumaní se vio afectado por el desbordamiento del río Aninito, que provocó inundaciones en varias veredas.
En Pailitas la alerta fue activada por el crecimiento del arroyo Hondo, y en Bosconia, se desbordó el arroyo Ariguaní.
Además de la amenaza para los seres humanos y los bienes materiales, fueron reportadas pérdidas en los sectores de la actividad agropecuaria por parte del sector.
Esta situación, después de varios años, sigue afectando a los más vulnerables debido a la falta de información y prevención, según los expertos.
Lea: Miles de damnificados tras inundaciones en Bosconia
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.
@andreaguerraperiodista