El gestor cultural cuenta con más de 100 letras que lo convierten en un referente para el Cesar.
Con 67 años de edad y una trayectoria de 33 años representando desde su canto, composición y aportes a la cultura. Néstor Robles Miranda ha sido un digno exponente de los bailes cantaos y la tambora como expresión ancestral de la depresión momposina siendo un referente para Colombia.
Robles Miranda oriundo del municipio de Tamalameque, a la fecha cuenta con más de 100 cantos compuestos entre los que destacan: ´Regresaron´, ´Colombiano soy´, ´Expresión de amor´, ´Los bailes cantaos´, ´No me lleven flores´ y ´Se llama chandé´ como aportes a la tradición oral cantada.
“Esta cantidad de cantos me ha llevado a ser uno de los exponentes más reconocidos de la depresión momposina”.
Lee también: El chandé: la lucha por preservar la tambora
El hoy cantador como se le denomina a los que hacen parte de esta tradición es un pilar fundamental de la historia viva que continua trabajando por dejar un procedente a través del chandé, la guacherna, el berroche y la indiscutible tambora como aires de este folclor ribereño.
“Tengo que ser agradecido con la vida, el amor, la naturaleza, todo ese espacio bonito que nos ha dado el creador ha sido muestra de inspiración para mí. Para plasmar en cada una de estas canciones un canto reflexivo y que genere apropiación en cada uno de los que los escuchen”.
Cantar en contra de los cultivos ilícitos, los atropellos a la naturaleza, los atentados a líderes sociales son algunos de los contextos a los que Robles hace referencia en sus cantos.
“Colombiano soy es el fiel reflejo de la estigmatización que vivían los colombianos cuando viajaban al extranjero y generalizaban el tema del narcotráfico. O por ejemplo, el tema regresaron, regresaron, sonando están las tamboras de mi pueblo regresaron toquen, cante, gocen, bailen dejen que el cuerpo se canse tamboras perduraran” verso que expresa el sentir de un gremio que le ha tocado resistir para mantener viva una tradición del Cesar, expresa Robles.
“Yo le canto a la al rescate de la naturaleza, de la fauna, de la flora a todo eso le escribo no tanto como una protesta es como un lamento, un llorar un exigir en respeto a que le pongamos atención a esta creación divina”.
Este gestor cultural que desde 1986 con sus letras ha puesto a bailar y a reflexionar a muchos de los que asisten a diversos ferstivales de tambora ha sido merecedor de múltiples premios en distintas categorías ocupando los primeros y segundos lugares y siendo un ejemplo para las nuevas generaciones que han adoptado sus cantos manteniendo viva una tradición que se niega a morir.
Lee también: Aguachica escenario de ‘La fiesta de mi pueblo’ de Radio Nacional
Recientemente este cultor cesarense recibió un reconocimiento por parte del Instituto Universitario de La Paz, en Barrancabermeja, Santander por su aporte al folclor de tambora tradicional en San Miguel de las Palmas Tamalameque. “Este reconocimiento se dio luego de un estudio liderado por una comisión de la Unipaz donde investigaron sobre una fuente real de los cantos”.
Por las cosas positivas que hago, como esa persona que desde que conoció el folclor hasta la fecha no he dejado de sentirla de respetarla, en su esencia más importante como es la tradición.
Pedirle a Colombia que recuerden que en Tamalameque donde dice la historia que Simón Bolívar pasó, hay un hombre que ama la cultura, la paz, la vida el amor y que ama la verdad sobre todas las cosas, pero sobre todo que defiende la cultura del río grande de la Magdalena y su música cantada y que no olviden la situación en la que vivimos nosotros como gestores culturales.
POR: JORGE LUIS LÓPEZ GONZÁLEZ / EL PILÓN
[email protected]
El gestor cultural cuenta con más de 100 letras que lo convierten en un referente para el Cesar.
Con 67 años de edad y una trayectoria de 33 años representando desde su canto, composición y aportes a la cultura. Néstor Robles Miranda ha sido un digno exponente de los bailes cantaos y la tambora como expresión ancestral de la depresión momposina siendo un referente para Colombia.
Robles Miranda oriundo del municipio de Tamalameque, a la fecha cuenta con más de 100 cantos compuestos entre los que destacan: ´Regresaron´, ´Colombiano soy´, ´Expresión de amor´, ´Los bailes cantaos´, ´No me lleven flores´ y ´Se llama chandé´ como aportes a la tradición oral cantada.
“Esta cantidad de cantos me ha llevado a ser uno de los exponentes más reconocidos de la depresión momposina”.
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El hoy cantador como se le denomina a los que hacen parte de esta tradición es un pilar fundamental de la historia viva que continua trabajando por dejar un procedente a través del chandé, la guacherna, el berroche y la indiscutible tambora como aires de este folclor ribereño.
“Tengo que ser agradecido con la vida, el amor, la naturaleza, todo ese espacio bonito que nos ha dado el creador ha sido muestra de inspiración para mí. Para plasmar en cada una de estas canciones un canto reflexivo y que genere apropiación en cada uno de los que los escuchen”.
Cantar en contra de los cultivos ilícitos, los atropellos a la naturaleza, los atentados a líderes sociales son algunos de los contextos a los que Robles hace referencia en sus cantos.
“Colombiano soy es el fiel reflejo de la estigmatización que vivían los colombianos cuando viajaban al extranjero y generalizaban el tema del narcotráfico. O por ejemplo, el tema regresaron, regresaron, sonando están las tamboras de mi pueblo regresaron toquen, cante, gocen, bailen dejen que el cuerpo se canse tamboras perduraran” verso que expresa el sentir de un gremio que le ha tocado resistir para mantener viva una tradición del Cesar, expresa Robles.
“Yo le canto a la al rescate de la naturaleza, de la fauna, de la flora a todo eso le escribo no tanto como una protesta es como un lamento, un llorar un exigir en respeto a que le pongamos atención a esta creación divina”.
Este gestor cultural que desde 1986 con sus letras ha puesto a bailar y a reflexionar a muchos de los que asisten a diversos ferstivales de tambora ha sido merecedor de múltiples premios en distintas categorías ocupando los primeros y segundos lugares y siendo un ejemplo para las nuevas generaciones que han adoptado sus cantos manteniendo viva una tradición que se niega a morir.
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Recientemente este cultor cesarense recibió un reconocimiento por parte del Instituto Universitario de La Paz, en Barrancabermeja, Santander por su aporte al folclor de tambora tradicional en San Miguel de las Palmas Tamalameque. “Este reconocimiento se dio luego de un estudio liderado por una comisión de la Unipaz donde investigaron sobre una fuente real de los cantos”.
Por las cosas positivas que hago, como esa persona que desde que conoció el folclor hasta la fecha no he dejado de sentirla de respetarla, en su esencia más importante como es la tradición.
Pedirle a Colombia que recuerden que en Tamalameque donde dice la historia que Simón Bolívar pasó, hay un hombre que ama la cultura, la paz, la vida el amor y que ama la verdad sobre todas las cosas, pero sobre todo que defiende la cultura del río grande de la Magdalena y su música cantada y que no olviden la situación en la que vivimos nosotros como gestores culturales.
POR: JORGE LUIS LÓPEZ GONZÁLEZ / EL PILÓN
[email protected]