Entrar al barrio San Jerónimos es todo un reto debido a que toca caminar por una calle llena de piedras, maleza y basura porque su vía principal queda en medio de trochas y lotes privados que están cercados.
Entrar al barrio San Jerónimos es todo un reto debido a que toca caminar por una calle llena de piedras, maleza y basura porque su vía principal queda en medio de trochas y lotes privados que están cercados.
Para ingresar al sector se debe pasar por un área de cesión que ha sido usada como basurero a cielo abierto, en donde se encuentran todo tipo de desechos, además la maleza supera el metro de altura. Este lote comienza desde la manzana C, Etapa 3 del Tobías Daza hasta la manzana 6 de la Etapa 1. Al otro extremo del barrio, por donde debería pasar la calle principal se encuentra otra área desocupada, pero es propiedad privada, la cual fue cercada y es imposible el paso de carros y motocicletas.
La preocupación de la comunidad aumenta con la continua aparición de propietarios en las tierras que rodean al barrio, porque si construyen en sus terrenos la comunidad se vería aún más cercada.
“Queremos que nos legalicen la vía para poder contar con los servicios públicos, queremos que este barrio lo desembotellen, porque cada día que pasa es peor el encierro al que estamos sometidos”, manifestó Reinaldo Cervantes Medina, presidente de la Junta de Acción Comunal.
María Victoria Galezzo vive desde el año 2010 en el sector y aseguró que la situación es grave, “nos toca salir y entrar por el ‘callejón de la muerte’, nos sellaron la entrada porque el dueño del predio iba a construir, entonces nos dejaron ese callejón angosto que no tiene ningún tipo de iluminación porque los taxis ni los mototaxis quieren entrar hasta el barrio, ya han atracado a muchos vecinos y hemos encontrado muertos ahí”, expresó la mujer.
Hice el ejercicio y caminé por el ‘callejón de la muerte’, efectivamente es una calle muy angosta por la que no pasa un carro y tampoco tiene iluminación.
Entrar al barrio San Jerónimos es todo un reto debido a que toca caminar por una calle llena de piedras, maleza y basura porque su vía principal queda en medio de trochas y lotes privados que están cercados.
Entrar al barrio San Jerónimos es todo un reto debido a que toca caminar por una calle llena de piedras, maleza y basura porque su vía principal queda en medio de trochas y lotes privados que están cercados.
Para ingresar al sector se debe pasar por un área de cesión que ha sido usada como basurero a cielo abierto, en donde se encuentran todo tipo de desechos, además la maleza supera el metro de altura. Este lote comienza desde la manzana C, Etapa 3 del Tobías Daza hasta la manzana 6 de la Etapa 1. Al otro extremo del barrio, por donde debería pasar la calle principal se encuentra otra área desocupada, pero es propiedad privada, la cual fue cercada y es imposible el paso de carros y motocicletas.
La preocupación de la comunidad aumenta con la continua aparición de propietarios en las tierras que rodean al barrio, porque si construyen en sus terrenos la comunidad se vería aún más cercada.
“Queremos que nos legalicen la vía para poder contar con los servicios públicos, queremos que este barrio lo desembotellen, porque cada día que pasa es peor el encierro al que estamos sometidos”, manifestó Reinaldo Cervantes Medina, presidente de la Junta de Acción Comunal.
María Victoria Galezzo vive desde el año 2010 en el sector y aseguró que la situación es grave, “nos toca salir y entrar por el ‘callejón de la muerte’, nos sellaron la entrada porque el dueño del predio iba a construir, entonces nos dejaron ese callejón angosto que no tiene ningún tipo de iluminación porque los taxis ni los mototaxis quieren entrar hasta el barrio, ya han atracado a muchos vecinos y hemos encontrado muertos ahí”, expresó la mujer.
Hice el ejercicio y caminé por el ‘callejón de la muerte’, efectivamente es una calle muy angosta por la que no pasa un carro y tampoco tiene iluminación.