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Columnista - 9 marzo, 2012

Nada hay imposible

“Pues nada hay imposible para Dios”. San Lucas 1:37 Por: Valerio Mejía Araujo Todo será posible para aquellos que verdaderamente estén dispuestos a contar con el poder de Dios para su amparo y su victoria. Todo será posible para aquellos que deciden vivir una vida en la cual sus promesas se reciben tal y como […]

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“Pues nada hay imposible para Dios”. San Lucas 1:37

Por: Valerio Mejía Araujo

Todo será posible para aquellos que verdaderamente estén dispuestos a contar con el poder de Dios para su amparo y su victoria. Todo será posible para aquellos que deciden vivir una vida en la cual sus promesas se reciben tal y como son, sin estorbos ni condiciones.
Creo que es posible arrojar sobre él todas nuestras preocupaciones diariamente y gozar de su paz profunda y verdadera al hacerlo. Es posible purificar todos los pensamientos, intenciones y motivos de nuestros corazones y canalizarlos para que tiendan a la abundancia y al servicio. Es posible recibir la voluntad de Dios y obedecerla no suspirando sino cantando.  Es posible aumentar más y más nuestra fortaleza si nos refugiamos por completo en el poder divino.
Si esto hacemos, experimentaremos que aquellas cosas que nos debilitan y trastornan nuestras buenas resoluciones, nos proporcionan la oportunidad para hacer que las adversidades y tormentas de la vida no nos venzan.
Las posibilidades en el Señor son infinitas, y todo lo que de él provenga, hará que nos inclinemos más a sus pies y aprendamos a depender, anhelar y desear más de él cada día. El caminar con Dios, en medio de la cotidianidad, satisfará cada necesidad de nuestras almas y llenará cada vacío y faltante de nuestra existencia.

Amados amigos lectores: todas nuestras dificultades, necesidades y pruebas podemos ponerlas delante de Dios en toda oración con súplica y acción de gracias, porque nada hay imposible para Dios. Nuestra esperanza está en Dios.
No puede existir un tiempo o una circunstancia, por difícil que parezca, en la que no podamos confiar en Dios. Cualquiera que sean nuestras necesidades, por muy grande que sean nuestras dificultades y aunque juzguemos que la ayuda es imposible, debemos seguir creyendo y confiando que “no hay nada imposible para Dios”.

Cuántas veces, en ocasiones cuando todo parecía perdido, cuando creíamos que la solución sería imposible, recibimos ayuda desde lo alto, incluso a través del medio o la persona que menos esperábamos. ¡Dios tiene sus propios recursos! ¡Dios no tiene límites! ¡Nada hay que sea difícil para él! Dios puede ayudarnos de maneras diferentes y en interminables ocasiones.
El salmista exclamó: “Hubiera yo desmayado, si no creyera que veré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes”.  Hoy quiero invitarte a creer que aunque para los hombres existan cosas imposibles de lograr o hacer, para Dios todas las cosas son posibles. Si podemos poseer la fe que cree en que veremos, esta nos alentará y guardará para que continuemos hacia adelante. Nos reiremos de las imposibilidades de la vida y nos gozaremos viendo como Dios nos abre caminos en medio del desierto o del mar.
Aun cuando no exista medio humano que nos pueda liberar de la dificultad presente, debemos continuar creyendo y esperando que nuestro Dios, el Dios de los imposibles, el especialista en dificultades, ha enviado su rescate por nosotros y ha dado hombres por nosotros y naciones por nuestra vida.
Amigo, si has esperado la ayuda del Señor durante largas noches y días de cansancio y temes que él no sea capaz y suficiente para liberar, si incluso has pensado que tal vez Dios se haya olvidado de ti; debo contarte que no es así. En cambio, eleva tu rostro al cielo y empieza a alabarle y darle gracias en este mismo momento, porque el rescate por ti ya fue autorizado y se encuentra en camino.

¿Quieres orar conmigo? “Querido Dios: gracias porque nada hay imposible para ti. Todas mis angustias y necesidades están delante de tu presencia y la ayuda ya viene en camino. Muchas gracias. Amén”.

Recuerda: la fe verdadera confía en Dios y cree antes de ver. Veremos porque hemos creído;  y esta fe en los imposibles de Dios, nos sostendrá en los lugares más opresivos y cuando a nuestro alrededor todo parezca contradecir sus propósitos de amor.
Te mando un abrazo y bendiciones en Cristo
[email protected]

Columnista
9 marzo, 2012

Nada hay imposible

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Valerio Mejía Araújo

“Pues nada hay imposible para Dios”. San Lucas 1:37 Por: Valerio Mejía Araujo Todo será posible para aquellos que verdaderamente estén dispuestos a contar con el poder de Dios para su amparo y su victoria. Todo será posible para aquellos que deciden vivir una vida en la cual sus promesas se reciben tal y como […]


“Pues nada hay imposible para Dios”. San Lucas 1:37

Por: Valerio Mejía Araujo

Todo será posible para aquellos que verdaderamente estén dispuestos a contar con el poder de Dios para su amparo y su victoria. Todo será posible para aquellos que deciden vivir una vida en la cual sus promesas se reciben tal y como son, sin estorbos ni condiciones.
Creo que es posible arrojar sobre él todas nuestras preocupaciones diariamente y gozar de su paz profunda y verdadera al hacerlo. Es posible purificar todos los pensamientos, intenciones y motivos de nuestros corazones y canalizarlos para que tiendan a la abundancia y al servicio. Es posible recibir la voluntad de Dios y obedecerla no suspirando sino cantando.  Es posible aumentar más y más nuestra fortaleza si nos refugiamos por completo en el poder divino.
Si esto hacemos, experimentaremos que aquellas cosas que nos debilitan y trastornan nuestras buenas resoluciones, nos proporcionan la oportunidad para hacer que las adversidades y tormentas de la vida no nos venzan.
Las posibilidades en el Señor son infinitas, y todo lo que de él provenga, hará que nos inclinemos más a sus pies y aprendamos a depender, anhelar y desear más de él cada día. El caminar con Dios, en medio de la cotidianidad, satisfará cada necesidad de nuestras almas y llenará cada vacío y faltante de nuestra existencia.

Amados amigos lectores: todas nuestras dificultades, necesidades y pruebas podemos ponerlas delante de Dios en toda oración con súplica y acción de gracias, porque nada hay imposible para Dios. Nuestra esperanza está en Dios.
No puede existir un tiempo o una circunstancia, por difícil que parezca, en la que no podamos confiar en Dios. Cualquiera que sean nuestras necesidades, por muy grande que sean nuestras dificultades y aunque juzguemos que la ayuda es imposible, debemos seguir creyendo y confiando que “no hay nada imposible para Dios”.

Cuántas veces, en ocasiones cuando todo parecía perdido, cuando creíamos que la solución sería imposible, recibimos ayuda desde lo alto, incluso a través del medio o la persona que menos esperábamos. ¡Dios tiene sus propios recursos! ¡Dios no tiene límites! ¡Nada hay que sea difícil para él! Dios puede ayudarnos de maneras diferentes y en interminables ocasiones.
El salmista exclamó: “Hubiera yo desmayado, si no creyera que veré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes”.  Hoy quiero invitarte a creer que aunque para los hombres existan cosas imposibles de lograr o hacer, para Dios todas las cosas son posibles. Si podemos poseer la fe que cree en que veremos, esta nos alentará y guardará para que continuemos hacia adelante. Nos reiremos de las imposibilidades de la vida y nos gozaremos viendo como Dios nos abre caminos en medio del desierto o del mar.
Aun cuando no exista medio humano que nos pueda liberar de la dificultad presente, debemos continuar creyendo y esperando que nuestro Dios, el Dios de los imposibles, el especialista en dificultades, ha enviado su rescate por nosotros y ha dado hombres por nosotros y naciones por nuestra vida.
Amigo, si has esperado la ayuda del Señor durante largas noches y días de cansancio y temes que él no sea capaz y suficiente para liberar, si incluso has pensado que tal vez Dios se haya olvidado de ti; debo contarte que no es así. En cambio, eleva tu rostro al cielo y empieza a alabarle y darle gracias en este mismo momento, porque el rescate por ti ya fue autorizado y se encuentra en camino.

¿Quieres orar conmigo? “Querido Dios: gracias porque nada hay imposible para ti. Todas mis angustias y necesidades están delante de tu presencia y la ayuda ya viene en camino. Muchas gracias. Amén”.

Recuerda: la fe verdadera confía en Dios y cree antes de ver. Veremos porque hemos creído;  y esta fe en los imposibles de Dios, nos sostendrá en los lugares más opresivos y cuando a nuestro alrededor todo parezca contradecir sus propósitos de amor.
Te mando un abrazo y bendiciones en Cristo
[email protected]