Este 23 de junio hizo su primera presentación la orquesta filarmónica del Cesar. Con lleno completo brindó un magnífico concierto con obras de Vivaldi, Bach, Telemann, Pachebel y música folclórica, para deleite del público vallenato que emocionado aplaudió a los jóvenes y virtuosos intérpretes. Hace cuatro años la Fundación Carboandes, Batuta y la administración municipal […]
Este 23 de junio hizo su primera presentación la orquesta filarmónica del Cesar. Con lleno completo brindó un magnífico concierto con obras de Vivaldi, Bach, Telemann, Pachebel y música folclórica, para deleite del público vallenato que emocionado aplaudió a los jóvenes y virtuosos intérpretes.
Hace cuatro años la Fundación Carboandes, Batuta y la administración municipal forjaron una alianza con el propósito de organizar una orquesta sinfónica en Valledupar. Después de contar con 120 integrantes el alcalde abandonó el proyecto y lo dejó morir.
Por fortuna, un grupo de amantes de la música clásica liderados por el joven maestro Diego Rivero no se dieron por vencidos y organizaron la “Fundación filarmónica del Cesar” con el fin no solo de contar con una orquesta sino de construir un movimiento filarmónico integrado por miles de jóvenes.
Las condiciones están dadas: Se cuenta con la pedagogía apropiada inspirada en la metodología creada por el maestro Abreu de Venezuela; con un director entusiasta y comprometido; y, sobre todo, con miles de niños y jóvenes con talento musical. Solo faltan más instrumentos y apoyo financiero para su sostenibilidad.
La Fundación es sin ánimo de lucro y está abierta a todos los que valoren la música sinfónica y la importancia de ofrecer a nuestra juventud una alternativa a la caja, la guacharaca y el acordeón, que amplíe las fronteras del conocimiento musical y ayude a darle un lenguaje universal a nuestro folclor.
La idea es que en cada municipio haya una orquesta que democratice, popularice el uso del violín, el contrabajo, el chelo y otros instrumentos sinfónicos. Es ya un tópico que el niño que toca un instrumento nunca cogerá un arma. La educación musical afecta de manera positiva el rendimiento académico, serena el espíritu, reduce los riesgos de drogadicción y la participación en bandas delincuenciales.
La paz se construirá desde las regiones es el consenso general y se hará realidad en la medida en que ejecutemos proyectos que beneficien a toda la población, en especial a los más vulnerables. El movimiento filarmónico integrado por niños y jóvenes de todos los estratos sociales, etnias, razas y religiones contribuirá a dignificar la vida y a sembrar paz en nuestro territorio.
La iniciativa proviene de la sociedad civil pero pretende realizar alianzas con el sector privado y las administraciones locales, comenzando con la Gobernación del Cesar. Buscará apoyo en el Ministerio de Cultura y la comunidad internacional y aspira a convertirse en un proyecto piloto de lo que debe ser el postconflicto en el Departamento.
Celebremos este feliz acontecimiento como una contribución a la reconciliación. La música unifica y hace desaparecer las diferencias sociales. Nada hermana más que compartir acordes, marcar el compás, el ritmo de una melodía. En la orquesta se trabaja en equipo, se busca la armonía, a sabiendas de que el éxito depende del acople de todos y del virtuosismo de cada uno.
Este 23 de junio hizo su primera presentación la orquesta filarmónica del Cesar. Con lleno completo brindó un magnífico concierto con obras de Vivaldi, Bach, Telemann, Pachebel y música folclórica, para deleite del público vallenato que emocionado aplaudió a los jóvenes y virtuosos intérpretes. Hace cuatro años la Fundación Carboandes, Batuta y la administración municipal […]
Este 23 de junio hizo su primera presentación la orquesta filarmónica del Cesar. Con lleno completo brindó un magnífico concierto con obras de Vivaldi, Bach, Telemann, Pachebel y música folclórica, para deleite del público vallenato que emocionado aplaudió a los jóvenes y virtuosos intérpretes.
Hace cuatro años la Fundación Carboandes, Batuta y la administración municipal forjaron una alianza con el propósito de organizar una orquesta sinfónica en Valledupar. Después de contar con 120 integrantes el alcalde abandonó el proyecto y lo dejó morir.
Por fortuna, un grupo de amantes de la música clásica liderados por el joven maestro Diego Rivero no se dieron por vencidos y organizaron la “Fundación filarmónica del Cesar” con el fin no solo de contar con una orquesta sino de construir un movimiento filarmónico integrado por miles de jóvenes.
Las condiciones están dadas: Se cuenta con la pedagogía apropiada inspirada en la metodología creada por el maestro Abreu de Venezuela; con un director entusiasta y comprometido; y, sobre todo, con miles de niños y jóvenes con talento musical. Solo faltan más instrumentos y apoyo financiero para su sostenibilidad.
La Fundación es sin ánimo de lucro y está abierta a todos los que valoren la música sinfónica y la importancia de ofrecer a nuestra juventud una alternativa a la caja, la guacharaca y el acordeón, que amplíe las fronteras del conocimiento musical y ayude a darle un lenguaje universal a nuestro folclor.
La idea es que en cada municipio haya una orquesta que democratice, popularice el uso del violín, el contrabajo, el chelo y otros instrumentos sinfónicos. Es ya un tópico que el niño que toca un instrumento nunca cogerá un arma. La educación musical afecta de manera positiva el rendimiento académico, serena el espíritu, reduce los riesgos de drogadicción y la participación en bandas delincuenciales.
La paz se construirá desde las regiones es el consenso general y se hará realidad en la medida en que ejecutemos proyectos que beneficien a toda la población, en especial a los más vulnerables. El movimiento filarmónico integrado por niños y jóvenes de todos los estratos sociales, etnias, razas y religiones contribuirá a dignificar la vida y a sembrar paz en nuestro territorio.
La iniciativa proviene de la sociedad civil pero pretende realizar alianzas con el sector privado y las administraciones locales, comenzando con la Gobernación del Cesar. Buscará apoyo en el Ministerio de Cultura y la comunidad internacional y aspira a convertirse en un proyecto piloto de lo que debe ser el postconflicto en el Departamento.
Celebremos este feliz acontecimiento como una contribución a la reconciliación. La música unifica y hace desaparecer las diferencias sociales. Nada hermana más que compartir acordes, marcar el compás, el ritmo de una melodía. En la orquesta se trabaja en equipo, se busca la armonía, a sabiendas de que el éxito depende del acople de todos y del virtuosismo de cada uno.