Estable permanece la salud de los cinco heridos en choque de carros ocurrido el pasado domingo.
En recuperación se encuentran los cinco ocupantes de un vehículo de servicio público, entre ellos dos menores de edad y una médico, que resultaron con traumas severos en la cabeza, las extremidades y en otras partes del cuerpo.
Según se conoció, el taxi fue embestido por una camioneta, debido a que al parecer el conductor se voló la ‘escuadra’ en la esquina de la carrera 19D con calle 7A del barrio La Esperanza de Valledupar.
Una de las ocupantes que había sobrevivido del percance murió horas después cuando recibía atención médica en la Clínica ‘Laura Daniela' de esta capital, a raíz de un trauma craneoencefálico severo que se recibió al salirse del automóvil con el violento impacto y fue a parar contra una reja de una de las viviendas del sector.
La víctima, Elena Esther Molina Ospino de 65 años, era natural de Plato, Magdalena y residía en el municipio de Bosconia, Cesar, había llegado a Valledupar hace algunos días porque presentaba unos quebrantos de salud y quería que su hija Neyla Acuña Ospino, de 38 años, que es médico, la examinara.
Cinco minutos antes del percance, Elena Esther Molina había estado en la Iglesia Manantial, en el barrio Obrero, en donde oró por la recuperación de su salud.
Luego de sus alabanzas, esta señora tomó el taxi de placas UWR-979, junto a su hija y sus nietos Isabella, de 10 años, Talia Vega Acuña de 3 años y de su sobrino, José Rafael Acuña Rangel, de 20 años, quienes quedaron al interior del automóvil de servicio público, que con el fuerte impacto fue a dar a la estructura metálica de una vivienda.
Por su parte, el conductor del taxi, Isnaldo Antonio Reyes, resultó con traumas severos en el cráneo y tuvo que ser sometido a varias intervenciones quirúrgicas, su estado de salud es satisfactorio, según el parte de los médicos que los atiende en el centro asistencial.
Entre tanto, el automotor al parecer responsable del accidente, en el que su conductor habría hecho caso omiso a la señal de ‘Pare’, es tipo camioneta, marca Toyota de placas MSS- 608, que era guiada por una persona cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades viales que atendieron el caso registrado a las 12:30 de la tarde del pasado domingo, cuando los miembros de esta familia se trasladada a su vivienda en esta capital, luego de haber asistido a culto.
Según revelaron las hijas de Elena Esther Molina, el conductor de la camioneta al parecer se encontraba bajo los efectos del licor. Por su parte, los testigos del percance manifestaron que hubo cambio de conductor antes que llegara la Policía de Tránsito, razón por la que la prueba de alcoholemia al chofer resultó negativa. “Este proceso se encuentra en investigación y lo están manejando los abogados de la familia, para que esclarezca el caso y a los causantes del accidente respondan por lo sucedido”, explicaron en medio del dolor, sus hijas en una de las funerarias de Valledupar. El cadáver fue trasladado ayer en la tarde, al municipio de Bosconia, Cesar, donde hoy será sepultado en el Cementerio Municipal.
Estable permanece la salud de los cinco heridos en choque de carros ocurrido el pasado domingo.
En recuperación se encuentran los cinco ocupantes de un vehículo de servicio público, entre ellos dos menores de edad y una médico, que resultaron con traumas severos en la cabeza, las extremidades y en otras partes del cuerpo.
Según se conoció, el taxi fue embestido por una camioneta, debido a que al parecer el conductor se voló la ‘escuadra’ en la esquina de la carrera 19D con calle 7A del barrio La Esperanza de Valledupar.
Una de las ocupantes que había sobrevivido del percance murió horas después cuando recibía atención médica en la Clínica ‘Laura Daniela' de esta capital, a raíz de un trauma craneoencefálico severo que se recibió al salirse del automóvil con el violento impacto y fue a parar contra una reja de una de las viviendas del sector.
La víctima, Elena Esther Molina Ospino de 65 años, era natural de Plato, Magdalena y residía en el municipio de Bosconia, Cesar, había llegado a Valledupar hace algunos días porque presentaba unos quebrantos de salud y quería que su hija Neyla Acuña Ospino, de 38 años, que es médico, la examinara.
Cinco minutos antes del percance, Elena Esther Molina había estado en la Iglesia Manantial, en el barrio Obrero, en donde oró por la recuperación de su salud.
Luego de sus alabanzas, esta señora tomó el taxi de placas UWR-979, junto a su hija y sus nietos Isabella, de 10 años, Talia Vega Acuña de 3 años y de su sobrino, José Rafael Acuña Rangel, de 20 años, quienes quedaron al interior del automóvil de servicio público, que con el fuerte impacto fue a dar a la estructura metálica de una vivienda.
Por su parte, el conductor del taxi, Isnaldo Antonio Reyes, resultó con traumas severos en el cráneo y tuvo que ser sometido a varias intervenciones quirúrgicas, su estado de salud es satisfactorio, según el parte de los médicos que los atiende en el centro asistencial.
Entre tanto, el automotor al parecer responsable del accidente, en el que su conductor habría hecho caso omiso a la señal de ‘Pare’, es tipo camioneta, marca Toyota de placas MSS- 608, que era guiada por una persona cuya identidad no ha sido revelada por las autoridades viales que atendieron el caso registrado a las 12:30 de la tarde del pasado domingo, cuando los miembros de esta familia se trasladada a su vivienda en esta capital, luego de haber asistido a culto.
Según revelaron las hijas de Elena Esther Molina, el conductor de la camioneta al parecer se encontraba bajo los efectos del licor. Por su parte, los testigos del percance manifestaron que hubo cambio de conductor antes que llegara la Policía de Tránsito, razón por la que la prueba de alcoholemia al chofer resultó negativa. “Este proceso se encuentra en investigación y lo están manejando los abogados de la familia, para que esclarezca el caso y a los causantes del accidente respondan por lo sucedido”, explicaron en medio del dolor, sus hijas en una de las funerarias de Valledupar. El cadáver fue trasladado ayer en la tarde, al municipio de Bosconia, Cesar, donde hoy será sepultado en el Cementerio Municipal.