Las quemaduras fueron producidas cuando manipulada gasolina en el carburador de su vehículo.
Un paro cardiorrespiratorio le habría sobrevenido al ganadero y técnico agropecuario, criador de caballo de pasos fino, José Enrique Daza Almendrales, tras desafiar la muerte durante siete días, a raíz de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió en el 70 por ciento de su cuerpo, tras incendiarse el vehículo en que se movilizaba por el sur de La Guajira.
Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo, 18 de marzo, en jurisdicción del municipio de Hatonuevo, cuando Daza Almendrales detuvo el vehículo en un retén que tenían instalado las autoridades en la vía, para hacerle un requerimiento porque, al parecer, transportaba gasolina de contrabando.
José Enrique Daza Ariza, padre del occiso, explicó que una falla mecánica producida por una chispa, luego de manipular, o quitar el filtro de la gasolina con el fogaje o el calor del motor, lo hizo explotar y una chispa en el distribuidor habría causado la conflagración. “Una botella con gasolina que tendría el conductor, también cogió candela y esta lo envolvió de manera rápida”, precisó.
Daza Almendrales iba en la camioneta marca Ford 150, modelo 1995, en donde transportaba combustible de procedencia extranjera con destino a San Juan del Cesar, sur de La Guajira.
El deceso de Ariza Almendrales, se produjo a las 4:00 de la tarde del pasado sábado, en el pabellón de quemados de la Clínica de Alta Complejidad del Caribe de Valledupar, a donde había sido remitido desde el hospital San Rafael del municipio de San Juan del Cesar, a raíz de las quemaduras que recibió en el rostro, extremidades superiores e inferiores.
El cuerpo fue reclamado por los familiares la tarde de ayer, domingo, en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la capital del Cesar, para trasladado a San Juan del Cesar, donde será sepultado.
El ganadero era hijo de José Enrique Daza y Luisa Elena Almendrales Morón, el segundo de cinco hermanos; vivía en unión libre y dejó una hija de 15 años.
Por Abdel Martínez Pérez a / EL PILÓN
Las quemaduras fueron producidas cuando manipulada gasolina en el carburador de su vehículo.
Un paro cardiorrespiratorio le habría sobrevenido al ganadero y técnico agropecuario, criador de caballo de pasos fino, José Enrique Daza Almendrales, tras desafiar la muerte durante siete días, a raíz de las quemaduras de segundo y tercer grado que sufrió en el 70 por ciento de su cuerpo, tras incendiarse el vehículo en que se movilizaba por el sur de La Guajira.
Los hechos tuvieron lugar el pasado domingo, 18 de marzo, en jurisdicción del municipio de Hatonuevo, cuando Daza Almendrales detuvo el vehículo en un retén que tenían instalado las autoridades en la vía, para hacerle un requerimiento porque, al parecer, transportaba gasolina de contrabando.
José Enrique Daza Ariza, padre del occiso, explicó que una falla mecánica producida por una chispa, luego de manipular, o quitar el filtro de la gasolina con el fogaje o el calor del motor, lo hizo explotar y una chispa en el distribuidor habría causado la conflagración. “Una botella con gasolina que tendría el conductor, también cogió candela y esta lo envolvió de manera rápida”, precisó.
Daza Almendrales iba en la camioneta marca Ford 150, modelo 1995, en donde transportaba combustible de procedencia extranjera con destino a San Juan del Cesar, sur de La Guajira.
El deceso de Ariza Almendrales, se produjo a las 4:00 de la tarde del pasado sábado, en el pabellón de quemados de la Clínica de Alta Complejidad del Caribe de Valledupar, a donde había sido remitido desde el hospital San Rafael del municipio de San Juan del Cesar, a raíz de las quemaduras que recibió en el rostro, extremidades superiores e inferiores.
El cuerpo fue reclamado por los familiares la tarde de ayer, domingo, en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la capital del Cesar, para trasladado a San Juan del Cesar, donde será sepultado.
El ganadero era hijo de José Enrique Daza y Luisa Elena Almendrales Morón, el segundo de cinco hermanos; vivía en unión libre y dejó una hija de 15 años.
Por Abdel Martínez Pérez a / EL PILÓN