Según los testigos, la víctima recientemente se había bajado de una mototaxi, se sentó y minutos después pereció.
Un adulto mayor identificado como Francisco Javier Arias Saenz murió, en la tarde de ayer, por circunstancias que están por determinarse en el sector de la Galería Popular, zona céntrica de Valledupar.
La comunidad notó el deceso del hombre cuando notaron que no se movía de la silla plástica en la que estaba sentado en frente de la Galería.
Aunque las primeras hipótesis apuntan a que su muerte fue aparentemente natural porque su cuerpo no presenta lesiones físicas, las autoridades determinaron que está por establecer.
Según los testigos, la víctima recientemente se había bajado de una mototaxi, se sentó y minutos después pereció.
Al sitio llegó la Policía Nacional para acordonar el área que estaba rodeada de curiosos y darle aviso a la Unidad de Criminalista para la inspección técnica del cadáver.
El hombre era reconocido en ese espacio comercial de la ciudad por ganarse la vida haciendo mandados o pidiendo dinero. De igual forma, residía cerca de la carrera 7 con calle 18 A en una pensión.
Según los testigos, la víctima recientemente se había bajado de una mototaxi, se sentó y minutos después pereció.
Un adulto mayor identificado como Francisco Javier Arias Saenz murió, en la tarde de ayer, por circunstancias que están por determinarse en el sector de la Galería Popular, zona céntrica de Valledupar.
La comunidad notó el deceso del hombre cuando notaron que no se movía de la silla plástica en la que estaba sentado en frente de la Galería.
Aunque las primeras hipótesis apuntan a que su muerte fue aparentemente natural porque su cuerpo no presenta lesiones físicas, las autoridades determinaron que está por establecer.
Según los testigos, la víctima recientemente se había bajado de una mototaxi, se sentó y minutos después pereció.
Al sitio llegó la Policía Nacional para acordonar el área que estaba rodeada de curiosos y darle aviso a la Unidad de Criminalista para la inspección técnica del cadáver.
El hombre era reconocido en ese espacio comercial de la ciudad por ganarse la vida haciendo mandados o pidiendo dinero. De igual forma, residía cerca de la carrera 7 con calle 18 A en una pensión.