Durante tres días, Luis Gabriel Gámez Soto, de 34 años, se debatió entre la vida y la muerte tras sufrir quemaduras de segundo y tercer grado en el 55 % de su cuerpo, cuando manipulaba una motobomba en un pozo profundo y de forma inexplicable la máquina explotó.

El incidente ocurrió a las 6:00 de la tarde del jueves pasado, en la vereda Las Casitas, al sur de Valledupar.
De manera inicial, lo atendieron en el Hospital Rosario Pumarejo de López, luego lo remitieron a la Clínica Santa Isabel, pero ante la complejidad de las lesiones, fue remitido a un centro asistencial con unidad de quemados en Barranquilla, donde la tarde del pasado domingo se produjo su deceso.

“Este hombre llegó con quemaduras en gran parte de su cuerpo y en muy malas condiciones, por lo que fue necesario llevarlo a la unidad de cuidados intensivos, y luego trasladarlo a un centro asistencial de cuarto nivel”, explicó el médico Hugo Peñaranda, el día del incidente.
Las autoridades de la capital del Atlántico hicieron el levantamiento del cadáver de Luis Gabriel Gámez Soto y lo trasladaron a Medicina Legal y Ciencias Forenses donde al cierre de esta edición, los familiares adelantaban los trámites para reclamarlo.
El féretro del hombre oriundo de Manuare, Cesar, es esperado en el barrio Villa del Rosario, al suroriente de Valledupar.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN