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Columnista - 19 enero, 2012

Mujeres.

DOS PUNTOS. Por: Germán Piedrahíta R. Una semana más y esperamos que el reconteo legitime moralmente a los elegidos. ¡Párala Ya¡ es un movimiento de mujeres en contra de la violencia sobre ellas. El pasado martes, en la sala de Juntas de la Alcaldía de Valledupar más de setenta líderes femeninas se reunieron con las […]

DOS PUNTOS.

Por: Germán Piedrahíta R.
Una semana más y esperamos que el reconteo legitime moralmente a los elegidos.

¡Párala Ya¡ es un movimiento de mujeres en contra de la violencia sobre ellas. El pasado martes, en la sala de Juntas de la Alcaldía de Valledupar más de setenta líderes femeninas se reunieron con las representantes del nuevo gobierno para plantearle y recordarle actividades presentadas al hoy alcalde, como candidato, siendo la más importante la creación de la oficina de la mujer.
Mujeres de todas las etnias, de los seis estratos, con todas las formaciones, con variadas edades, con diferentes experiencias, de grupos políticos, independientes, religiosas, delgadas, gordas, atractivas, mujeres, con el deseo de darle un vuelco al mundo que han ayudado a formar y que se nos ha salido de las manos. Acompañamos dos representantes masculinos del mismo programa, creyentes en la equidad de género y soñadores como todas ellas de un mundo feliz.
En la extensa y variada presentación salieron a relucir las heridas de hace mucho tiempo, las lacras de una sociedad de consumo, la pérdida del humanismo a cambio del materialismo sin alma y cortas narraciones de atropellos sin sentido o por la sinrazón del poder.
Cifras vergonzosas de maltrato, de degradaciones y pedidos a la cordura de los detentadores del poder desde cualquiera de sus posiciones. El hermano mayor sobre la niña de la casa; la maestra de escuela sobre la aseadora; el profesor sobre la alumna; la doctora sobre la enfermera; el juez sobre la violada;  el tío sobre la sobrina; el jefe sobre la subalterna.
El hombre sobre la mujer en cualquiera de sus situaciones.
Se plantearon soluciones como la enseñanza de las leyes; la constitución; los derechos y todas comprometidas a enseñar a sus congéneres lo que está escrito en manidas páginas siempre irrespetadas.
Más de setenta brillantes féminas que luchan, cada una a su manera, por que se respeten sus derechos y que, si se logra su conexión, sería el más fuerte grupo  por la rehabilitación no solo de la mujer sino del ser humano.
Y aquí no puedo dejar pasar las lágrimas de una madre desesperada que fuera “golpeada” y encarcelada por la secretaría de gobierno del anterior alcalde.
La madre pidió el permiso para vivir un poco dignamente permitiéndole ejercer un derecho a la vida como es el de conseguir la comida para subsistir, ocupando, sí, señor alcalde, señor secretario de gobierno, ocupando por un corto tiempo parte del espacio público que a todos nos pertenece para vender libros y cuadernos en esta temporada. Yo por mi parte, le presto mi pedacito.
Señor alcalde, lo repito, señor secretario de gobierno, la verraquera no es hacer cumplir las leyes, lo verraco es saber aplicarlas cuando son realmente necesarias y si son contrarias a necesidades primarias, pues debemos revisarlas y cambiarlas.
Para gobernar a un pueblo no se necesita golpearlo y para hacer respetar una norma esta debe ser “humana”. Como dijo Lula en Brasil, antes de usar la cabeza, toquémonos el corazón.
Revisemos la calle de la Galería, usada varias veces, ya debería ser peatonal y si se usa por un mes no creará ningún caos en la ciudad y no afecta a los vendedores asentados pues sus ventas son de otras cosas. No nos engañemos hablando de sitios cerrados o alejados del centro, todos sabemos que no servirán. Valen mas cincuenta familias comiendo bien por dos o tres meses que unos pocos lambones arribistas que por tener la barriga llena no saben lo que es el hambre.
Le aseguro alcalde que los quejosos no van por la Galería, ni siquiera ustedes, señores periodistas.
La oficina de la mujer es una necesidad no un embeleco. ¡Párala ya¡ regresando a la urbanidad de Carreño y a la Cívica de FTD.

[email protected]

Columnista
19 enero, 2012

Mujeres.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Germán Piedrahíta R.

DOS PUNTOS. Por: Germán Piedrahíta R. Una semana más y esperamos que el reconteo legitime moralmente a los elegidos. ¡Párala Ya¡ es un movimiento de mujeres en contra de la violencia sobre ellas. El pasado martes, en la sala de Juntas de la Alcaldía de Valledupar más de setenta líderes femeninas se reunieron con las […]


DOS PUNTOS.

Por: Germán Piedrahíta R.
Una semana más y esperamos que el reconteo legitime moralmente a los elegidos.

¡Párala Ya¡ es un movimiento de mujeres en contra de la violencia sobre ellas. El pasado martes, en la sala de Juntas de la Alcaldía de Valledupar más de setenta líderes femeninas se reunieron con las representantes del nuevo gobierno para plantearle y recordarle actividades presentadas al hoy alcalde, como candidato, siendo la más importante la creación de la oficina de la mujer.
Mujeres de todas las etnias, de los seis estratos, con todas las formaciones, con variadas edades, con diferentes experiencias, de grupos políticos, independientes, religiosas, delgadas, gordas, atractivas, mujeres, con el deseo de darle un vuelco al mundo que han ayudado a formar y que se nos ha salido de las manos. Acompañamos dos representantes masculinos del mismo programa, creyentes en la equidad de género y soñadores como todas ellas de un mundo feliz.
En la extensa y variada presentación salieron a relucir las heridas de hace mucho tiempo, las lacras de una sociedad de consumo, la pérdida del humanismo a cambio del materialismo sin alma y cortas narraciones de atropellos sin sentido o por la sinrazón del poder.
Cifras vergonzosas de maltrato, de degradaciones y pedidos a la cordura de los detentadores del poder desde cualquiera de sus posiciones. El hermano mayor sobre la niña de la casa; la maestra de escuela sobre la aseadora; el profesor sobre la alumna; la doctora sobre la enfermera; el juez sobre la violada;  el tío sobre la sobrina; el jefe sobre la subalterna.
El hombre sobre la mujer en cualquiera de sus situaciones.
Se plantearon soluciones como la enseñanza de las leyes; la constitución; los derechos y todas comprometidas a enseñar a sus congéneres lo que está escrito en manidas páginas siempre irrespetadas.
Más de setenta brillantes féminas que luchan, cada una a su manera, por que se respeten sus derechos y que, si se logra su conexión, sería el más fuerte grupo  por la rehabilitación no solo de la mujer sino del ser humano.
Y aquí no puedo dejar pasar las lágrimas de una madre desesperada que fuera “golpeada” y encarcelada por la secretaría de gobierno del anterior alcalde.
La madre pidió el permiso para vivir un poco dignamente permitiéndole ejercer un derecho a la vida como es el de conseguir la comida para subsistir, ocupando, sí, señor alcalde, señor secretario de gobierno, ocupando por un corto tiempo parte del espacio público que a todos nos pertenece para vender libros y cuadernos en esta temporada. Yo por mi parte, le presto mi pedacito.
Señor alcalde, lo repito, señor secretario de gobierno, la verraquera no es hacer cumplir las leyes, lo verraco es saber aplicarlas cuando son realmente necesarias y si son contrarias a necesidades primarias, pues debemos revisarlas y cambiarlas.
Para gobernar a un pueblo no se necesita golpearlo y para hacer respetar una norma esta debe ser “humana”. Como dijo Lula en Brasil, antes de usar la cabeza, toquémonos el corazón.
Revisemos la calle de la Galería, usada varias veces, ya debería ser peatonal y si se usa por un mes no creará ningún caos en la ciudad y no afecta a los vendedores asentados pues sus ventas son de otras cosas. No nos engañemos hablando de sitios cerrados o alejados del centro, todos sabemos que no servirán. Valen mas cincuenta familias comiendo bien por dos o tres meses que unos pocos lambones arribistas que por tener la barriga llena no saben lo que es el hambre.
Le aseguro alcalde que los quejosos no van por la Galería, ni siquiera ustedes, señores periodistas.
La oficina de la mujer es una necesidad no un embeleco. ¡Párala ya¡ regresando a la urbanidad de Carreño y a la Cívica de FTD.

[email protected]