LIMA (AP) — La Policía peruana reportó la muerte de dos presuntos guerrilleros de Sendero Luminoso, incluyendo un mando de la organización al que identificaron como “Camarada Rubén”, en un enfrentamiento en la selva del centro del país.
Una fuente del Frente Policial Huallaga, que requirió anonimato por no estar autorizado a hablar con la prensa, dijo que el choque con los rebeldes se produjo el jueves en la noche en el caserío Río Frío, en Huánuco, luego que los efectivos de la comisaría de Aucayacu acudieron a la carretera Fernando Belaunde, alertados de que había varios vehículos detenidos.
Dijo que los agentes hallaron los vehículos pintados con mensajes alusivos a Sendero Luminoso y a un grupo de unos 25 rebeldes, con los que trabaron un enfrentamiento que duró media hora.
En la acción cayó el “Camarada Rubén”, cuyo nombre verdadero es José Eduardo Yacsahuanga Vega, de 41 años, precisó la fuente. Agregó que fue abatido otro presunto rebelde aún no identificado y dos más fueron detenidos por los efectivos, quienes les incautaron un fusil AKM y una pistola Star calibre 9 milímetros.
Las autoridades no han mostrado los cuerpos de los supuestos guerrilleros ni precisaron cómo lo identificaron, aunque afirmaron que el “Camarada Rubén” es un importante mando militar de la columna de Sendero Luminoso que opera en el valle del río Huallaga, a 360 kilómetros al noroeste de Lima y cuyo máximo jefe es el “Camarada Artemio”. No se produjeron bajas ni heridos entre los policías.
El sociólogo Jaime Antezana, especialista en temas de subversión y narcotráfico, calificó la acción como “un golpe fortuito pero certero de la policía”.
En el valle del Huallaga, una de las principales zonas cocaleras del país, se esconden aproximadamente 150 militantes remanentes de Sendero Luminoso, dijo a la AP el analista, sin precisar sus fuentes.
Antezana precisó que es difícil determinar las jerarquías en la organización clandestina porque al parecer hay varios mandos militares bajo el mando del “Camarada Artemio” y todos tienen el mismo nivel.
El último hecho de violencia en esa zona ocurrió a fines de abril cuando dos trabajadores erradicadores de cocales y un policía murieron baleados al ser emboscados por una columna senderista.