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Editorial - 10 enero, 2025

Muchos pendientes culturales para este 2025

No se puede concebir que Valledupar, conocida como la capital mundial del vallenato y poseedora de una gran riqueza histórica, esté cayendo en el descuido de algunas áreas del sector de la cultura, la academia y espacios que brindan conocimiento.

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No se puede concebir que Valledupar, conocida como la capital mundial del vallenato y poseedora de una gran riqueza histórica, esté cayendo en el descuido de algunas áreas del sector de la cultura, la academia y espacios que brindan conocimiento.

Para este 2025 que apenas inicia, debe dársele prioridad al sector cultural, algo importante para el desarrollo integral de la ciudad y la región. Se necesita que las autoridades gubernamentales brinden mayor atención a varios frentes que van desde infraestructura hasta gestión y mantenimiento.

Por ejemplo, el Centro Cultural de la Música Vallenata, uno de los proyectos considerado de gran envergadura, cuestionado además por los altos costos de construcción, con varias prórrogas de entrega y adiciones presupuestales incluidas, permanece inconcluso. Ojalá y se cumpla el nuevo plazo establecido para su inauguración, lo cual debe darse en el mes de abril.

Por otro lado, el Parque de la Leyenda Vallenata, epicentro del Festival Vallenato, sigue siendo subutilizado fuera de la temporada del certamen. Se está a la espera de los resultados de una auditoria contratada para explorar opciones de uso de este lugar durante los 365 días del año, allí se requiere de actividades culturales, educativas y recreativas permanentes que además permitan dinamizar la economía local y consolidar a Valledupar como un atractivo turístico en distintas épocas.

La también cuestionada Casa en el Aire, que simboliza una de las canciones vallenatas más populares del maestro Rafael Escalona, aún no tiene una funcionalidad definida ni ha iniciado operaciones. Urge concretar un plan que le otorgue vida y propósito, contribuyendo al fortalecimiento del patrimonio cultural. Del mismo modo se espera la pronta inauguración del monumento del Santo Ecce Homo.

Otro tema preocupante son los malos olores que afectan los alrededores de las instalaciones de la Casa Municipal de la Cultura. Este escenario, que debería ser un espacio inspirador y acogedor para los artistas y la comunidad, no puede estar condicionado por la falta de mantenimiento básico y soluciones sanitarias del sector donde está ubicado.

En el ámbito bibliotecario, la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez necesita una agenda semanal más dinámica y enriquecedora, con actividades que promuevan la lectura, la investigación y la creación artística, pero que además se difunda y se dé a conocer de manera más amplia al público. En ese mismo contexto, es necesario y urgente habilitar al 100% la nueva Biblioteca Municipal de Valledupar, asegurando acceso a todos los ciudadanos. Se podrían articular acciones con la Academia de Historias de Valledupar y el área cultural del Banco de la República, entre otros sectores.

Finalmente, una situación que atenta contra la imagen del Centro Histórico de Valledupar es el descontrol de animales que lo utilizan como baño público. Además de afectar la salubridad, este problema genera una pésima impresión en visitantes y residentes. Urge que las autoridades implementen estrategias para controlar esta situación, involucrando tanto a dueños de animales como a los gestores de espacios públicos.

El sector cultural de Valledupar merece una gestión comprometida, planificada y con visión a corto, mediano y largo plazo. 2025 debe ser el año para saldar estas deudas, proyectando a la ciudad como un referente cultural que honra su pasado mientras construye un mejor futuro para sus habitantes y de todo ese mundo amante de las riquezas culturales de nuestra región.

Editorial
10 enero, 2025

Muchos pendientes culturales para este 2025

No se puede concebir que Valledupar, conocida como la capital mundial del vallenato y poseedora de una gran riqueza histórica, esté cayendo en el descuido de algunas áreas del sector de la cultura, la academia y espacios que brindan conocimiento.


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No se puede concebir que Valledupar, conocida como la capital mundial del vallenato y poseedora de una gran riqueza histórica, esté cayendo en el descuido de algunas áreas del sector de la cultura, la academia y espacios que brindan conocimiento.

Para este 2025 que apenas inicia, debe dársele prioridad al sector cultural, algo importante para el desarrollo integral de la ciudad y la región. Se necesita que las autoridades gubernamentales brinden mayor atención a varios frentes que van desde infraestructura hasta gestión y mantenimiento.

Por ejemplo, el Centro Cultural de la Música Vallenata, uno de los proyectos considerado de gran envergadura, cuestionado además por los altos costos de construcción, con varias prórrogas de entrega y adiciones presupuestales incluidas, permanece inconcluso. Ojalá y se cumpla el nuevo plazo establecido para su inauguración, lo cual debe darse en el mes de abril.

Por otro lado, el Parque de la Leyenda Vallenata, epicentro del Festival Vallenato, sigue siendo subutilizado fuera de la temporada del certamen. Se está a la espera de los resultados de una auditoria contratada para explorar opciones de uso de este lugar durante los 365 días del año, allí se requiere de actividades culturales, educativas y recreativas permanentes que además permitan dinamizar la economía local y consolidar a Valledupar como un atractivo turístico en distintas épocas.

La también cuestionada Casa en el Aire, que simboliza una de las canciones vallenatas más populares del maestro Rafael Escalona, aún no tiene una funcionalidad definida ni ha iniciado operaciones. Urge concretar un plan que le otorgue vida y propósito, contribuyendo al fortalecimiento del patrimonio cultural. Del mismo modo se espera la pronta inauguración del monumento del Santo Ecce Homo.

Otro tema preocupante son los malos olores que afectan los alrededores de las instalaciones de la Casa Municipal de la Cultura. Este escenario, que debería ser un espacio inspirador y acogedor para los artistas y la comunidad, no puede estar condicionado por la falta de mantenimiento básico y soluciones sanitarias del sector donde está ubicado.

En el ámbito bibliotecario, la Biblioteca Departamental Rafael Carrillo Lúquez necesita una agenda semanal más dinámica y enriquecedora, con actividades que promuevan la lectura, la investigación y la creación artística, pero que además se difunda y se dé a conocer de manera más amplia al público. En ese mismo contexto, es necesario y urgente habilitar al 100% la nueva Biblioteca Municipal de Valledupar, asegurando acceso a todos los ciudadanos. Se podrían articular acciones con la Academia de Historias de Valledupar y el área cultural del Banco de la República, entre otros sectores.

Finalmente, una situación que atenta contra la imagen del Centro Histórico de Valledupar es el descontrol de animales que lo utilizan como baño público. Además de afectar la salubridad, este problema genera una pésima impresión en visitantes y residentes. Urge que las autoridades implementen estrategias para controlar esta situación, involucrando tanto a dueños de animales como a los gestores de espacios públicos.

El sector cultural de Valledupar merece una gestión comprometida, planificada y con visión a corto, mediano y largo plazo. 2025 debe ser el año para saldar estas deudas, proyectando a la ciudad como un referente cultural que honra su pasado mientras construye un mejor futuro para sus habitantes y de todo ese mundo amante de las riquezas culturales de nuestra región.