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Editorial - 23 septiembre, 2012

Mucho más que periodistas…

Editorial El Círculo de Periodistas de Valledupar (CPV) lanzó esta semana las reglas de juego para los premios de periodismo “Sirena Vallenata 2012”, evento que constituye un estímulo para el periodismo regional en sus distintas modalidades; prensa, radio, televisión y fotografía. Consideramos que la presentación de los premios de este año, al que invitamos a […]

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Editorial

El Círculo de Periodistas de Valledupar (CPV) lanzó esta semana las reglas de juego para los premios de periodismo “Sirena Vallenata 2012”, evento que constituye un estímulo para el periodismo regional en sus distintas modalidades; prensa, radio, televisión y fotografía.
Consideramos que la presentación de los premios de este año, al que invitamos a participar masivamente, debe ser un motivo de reflexión sobre el oficio del periodismo en la región; región que cada día espera más de sus medios de comunicación y de sus comunicadores.
Las teorías más aceptadas de la comunicación coinciden en que la principal labor de los periodistas consiste en informar con veracidad, objetividad y responsabilidad, y también orientar y comentar sobre esos hechos de actualidad, que se consideran que son noticia por su impacto, trascendencia y afectación a la comunidad y la región, en distintos campos.
Y las dos anteriores son una labor importantísima para los periodistas y los medios, sin lugar a dudas, ya que, de alguna manera u otra, fijamos la agenda informativa de la gran mayoría de la gente, principalmente, claro está, de nuestros lectores, radioescuchas y televidentes.
No obstante, algunos periodistas y comunicadores parecieran no ser conscientes de esa inmensa responsabilidad y de que la misma  va mucho más allá. Además de informar sobre los hechos de actualidad, orientar y opinar sobre los mismos, somos unos educadores no formales y – en este sentido-, quizás, nuestra tarea adquiere una mayor importancia, trascendencia y exigencia.
Hace pocas semanas, el escritor peruano, el premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, también periodista y ensayista, advertía sobre los riesgos de lo que denomina la cultura del espectáculo, para referirse a una sociedad que premia y destaca lo light, el comentario liviano, el chisme, la anécdota, por encima de la que podríamos llamar la información dura, de la política, la economía y de los problemas sociales y culturales.
Vargas Llosa criticaba la excesiva importancia que los medios y la sociedad toda le vienen dando a la información de farándula y del espectáculo, incluyendo aquella relacionada con la vida privada de las personalidades de la política, los negocios, la farándula, los deportes y de la misma cultura. Ahora, decía, los íconos y referentes no son los pensadores, los intelectuales o los científicos, sino los cantantes, los músicos y los deportistas. Insistimos en que es positivo reflexionar sobre los planteamientos de Vargas Llosa quien también criticó el amarillismo excesivo en el que pueden estar incurriendo algunos medios.
Los periodistas y los colaboradores de los medios de comunicación procedentes de otras profesiones, no debemos perder de vista que tenemos una gran responsabilidad en la construcción de instituciones, en el fortalecimiento de la democracia, la gobernabilidad y la economía de mercado, y en un sentido serio de la cultura, en general, y de la alta relación entre los medios de  comunicación social y el desarrollo social, político, económico y cultural de todos los pueblos en cualquier parte del mundo.
Consideramos conveniente que los periodistas, los locutores y comentaristas de radio y televisión, todos los días, en determinado momento, hagamos un alto en el camino para reflexionar sobre lo que estamos haciendo, sobre la importancia de volver a principios básicos como la celosa búsqueda de la verdad, la esquiva objetividad, el pluralismo, la tolerancia y la responsabilidad social de nuestro trabajo que, insistimos, va mucho más allá de informar y comentar los hechos más importantes de la actualidad social de una comunidad, una región o un país.
Le deseamos éxitos a las directivas del CPV en estas convocatorias a los premios 2012, e invitamos a los colegas de la región a participar con ánimo, con mucho entusiasmo y pasión en las mismas, conscientes de que estas son un buen estímulo al periodismo regional y a un trabajo cotidiano muy exigente y – a veces- poco grato y comprendido.

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23 septiembre, 2012

Mucho más que periodistas…

Editorial El Círculo de Periodistas de Valledupar (CPV) lanzó esta semana las reglas de juego para los premios de periodismo “Sirena Vallenata 2012”, evento que constituye un estímulo para el periodismo regional en sus distintas modalidades; prensa, radio, televisión y fotografía. Consideramos que la presentación de los premios de este año, al que invitamos a […]


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El Círculo de Periodistas de Valledupar (CPV) lanzó esta semana las reglas de juego para los premios de periodismo “Sirena Vallenata 2012”, evento que constituye un estímulo para el periodismo regional en sus distintas modalidades; prensa, radio, televisión y fotografía.
Consideramos que la presentación de los premios de este año, al que invitamos a participar masivamente, debe ser un motivo de reflexión sobre el oficio del periodismo en la región; región que cada día espera más de sus medios de comunicación y de sus comunicadores.
Las teorías más aceptadas de la comunicación coinciden en que la principal labor de los periodistas consiste en informar con veracidad, objetividad y responsabilidad, y también orientar y comentar sobre esos hechos de actualidad, que se consideran que son noticia por su impacto, trascendencia y afectación a la comunidad y la región, en distintos campos.
Y las dos anteriores son una labor importantísima para los periodistas y los medios, sin lugar a dudas, ya que, de alguna manera u otra, fijamos la agenda informativa de la gran mayoría de la gente, principalmente, claro está, de nuestros lectores, radioescuchas y televidentes.
No obstante, algunos periodistas y comunicadores parecieran no ser conscientes de esa inmensa responsabilidad y de que la misma  va mucho más allá. Además de informar sobre los hechos de actualidad, orientar y opinar sobre los mismos, somos unos educadores no formales y – en este sentido-, quizás, nuestra tarea adquiere una mayor importancia, trascendencia y exigencia.
Hace pocas semanas, el escritor peruano, el premio nobel de literatura, Mario Vargas Llosa, también periodista y ensayista, advertía sobre los riesgos de lo que denomina la cultura del espectáculo, para referirse a una sociedad que premia y destaca lo light, el comentario liviano, el chisme, la anécdota, por encima de la que podríamos llamar la información dura, de la política, la economía y de los problemas sociales y culturales.
Vargas Llosa criticaba la excesiva importancia que los medios y la sociedad toda le vienen dando a la información de farándula y del espectáculo, incluyendo aquella relacionada con la vida privada de las personalidades de la política, los negocios, la farándula, los deportes y de la misma cultura. Ahora, decía, los íconos y referentes no son los pensadores, los intelectuales o los científicos, sino los cantantes, los músicos y los deportistas. Insistimos en que es positivo reflexionar sobre los planteamientos de Vargas Llosa quien también criticó el amarillismo excesivo en el que pueden estar incurriendo algunos medios.
Los periodistas y los colaboradores de los medios de comunicación procedentes de otras profesiones, no debemos perder de vista que tenemos una gran responsabilidad en la construcción de instituciones, en el fortalecimiento de la democracia, la gobernabilidad y la economía de mercado, y en un sentido serio de la cultura, en general, y de la alta relación entre los medios de  comunicación social y el desarrollo social, político, económico y cultural de todos los pueblos en cualquier parte del mundo.
Consideramos conveniente que los periodistas, los locutores y comentaristas de radio y televisión, todos los días, en determinado momento, hagamos un alto en el camino para reflexionar sobre lo que estamos haciendo, sobre la importancia de volver a principios básicos como la celosa búsqueda de la verdad, la esquiva objetividad, el pluralismo, la tolerancia y la responsabilidad social de nuestro trabajo que, insistimos, va mucho más allá de informar y comentar los hechos más importantes de la actualidad social de una comunidad, una región o un país.
Le deseamos éxitos a las directivas del CPV en estas convocatorias a los premios 2012, e invitamos a los colegas de la región a participar con ánimo, con mucho entusiasmo y pasión en las mismas, conscientes de que estas son un buen estímulo al periodismo regional y a un trabajo cotidiano muy exigente y – a veces- poco grato y comprendido.