El Consorcio Canadiense de Investigación e Innovación en Tránsito Urbano (CUTRIC) convoca a gobiernos municipales, fabricantes, empresas tecnológicas y otras partes interesadas para resolver los desafíos de movilidad urbana, para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente con bajas emisiones de carbono en toda la […]
El Consorcio Canadiense de Investigación e Innovación en Tránsito Urbano (CUTRIC) convoca a gobiernos municipales, fabricantes, empresas tecnológicas y otras partes interesadas para resolver los desafíos de movilidad urbana, para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente con bajas emisiones de carbono en toda la región. En entrevista concedida a McKinsey, el director ejecutivo y CEO de CUTRIC, Josipa Petrunic, considera que en Canadá existe un imperativo público-privado en la movilidad urbana.
Así mismo, sostiene que la movilidad inteligente baja en carbono es un hecho portador de futuro con necesidades de implementación en el presente, y que por esa razón, en CUTRIC, quieren mover a los canadienses más rápido, más barato y más limpio que los automóviles individuales.
Josipa Petrunic, insistió en la necesidad de establecer convergencias para evitar que la división burocrática (Público – Privada) detenga el avance de la movilidad inteligente baja en carbono.
Porque no solo significa que los tomadores de decisiones están separados unos de otros, sino que usted les pide a los burócratas y al personal del gobierno que realicen trabajos para los que no fueron capacitados, les está pidiendo a las personas que están acostumbradas a financiar autobuses diésel y construir carreteras básicas de cemento que piensen ahora en la integración de vehículos autónomos desde una perspectiva tecnológica.
Tomé los párrafos anteriores de una entrevista llena de visión para un país desarrollado como Canadá, para hacer reminiscencia por las dificultades en materia de movilidad urbana que caracteriza a muchas ciudades del mundo.
Las ciudades colombianas no son excepción, por sus procesos de crecimiento sin la debida planificación y por la indecisión del sector público. En palabras de Josipa Petrunic, por eso Bogotá no tiene metro.
A nivel local, Valledupar, evoluciona en fragilidad urbana, sus procesos de urbanización representan tendencias migratorias internas y externas (Tipo Venezuela), que promueven deficiencias en la continuidad de la prestación de los servicios básicos, incluyendo seguridad, transporte público, agua y energía.
Desde el contexto de la entrevista en comento, la situación del transporte público es caótica, no obstante, existe el SIVA, que en su misión tiene previsto “brindar una solución de transporte público colectivo”, sin embargo, su enfoque de gestión no ha tenido ese propósito, no lo estoy descalificando.
Josipa Petrunic y CUTRIC, están embarcados en las tendencias y desafíos que enfrenta la humanidad, una de ellas la movilidad para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente. No se trata solo de sacar los vehículos a la carretera. Por esas razones y sin tratar de entrar en comparaciones erróneas y ridículas, considero pertinente que en Valledupar, debemos pensar en la implementación de un sistema de transporte público inteligente y amigable con el medio ambiente, (Tranvía), contamos con el sol como recurso energético. Desde luego, es menester y lógico hacer todos los análisis financieros y socioeconómicos posibles, en aras de valorar la viabilidad de la inversión.
Según el director del DANE, Valledupar creció un 31 % desde el Censo del 2005 hasta el 2018, mientras que el país mantuvo un crecimiento poblacional exponencial no mayor al 6 %. Es obtuso seguir viendo a la ciudad como un pueblo grande y no como un sistema en constante evolución, hacerlo activa la ceguera del gobernante y lo habilita para pensar en el corto plazo, manteniendo al territorio en la obsolescencia y en el atraso.
El Consorcio Canadiense de Investigación e Innovación en Tránsito Urbano (CUTRIC) convoca a gobiernos municipales, fabricantes, empresas tecnológicas y otras partes interesadas para resolver los desafíos de movilidad urbana, para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente con bajas emisiones de carbono en toda la […]
El Consorcio Canadiense de Investigación e Innovación en Tránsito Urbano (CUTRIC) convoca a gobiernos municipales, fabricantes, empresas tecnológicas y otras partes interesadas para resolver los desafíos de movilidad urbana, para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente con bajas emisiones de carbono en toda la región. En entrevista concedida a McKinsey, el director ejecutivo y CEO de CUTRIC, Josipa Petrunic, considera que en Canadá existe un imperativo público-privado en la movilidad urbana.
Así mismo, sostiene que la movilidad inteligente baja en carbono es un hecho portador de futuro con necesidades de implementación en el presente, y que por esa razón, en CUTRIC, quieren mover a los canadienses más rápido, más barato y más limpio que los automóviles individuales.
Josipa Petrunic, insistió en la necesidad de establecer convergencias para evitar que la división burocrática (Público – Privada) detenga el avance de la movilidad inteligente baja en carbono.
Porque no solo significa que los tomadores de decisiones están separados unos de otros, sino que usted les pide a los burócratas y al personal del gobierno que realicen trabajos para los que no fueron capacitados, les está pidiendo a las personas que están acostumbradas a financiar autobuses diésel y construir carreteras básicas de cemento que piensen ahora en la integración de vehículos autónomos desde una perspectiva tecnológica.
Tomé los párrafos anteriores de una entrevista llena de visión para un país desarrollado como Canadá, para hacer reminiscencia por las dificultades en materia de movilidad urbana que caracteriza a muchas ciudades del mundo.
Las ciudades colombianas no son excepción, por sus procesos de crecimiento sin la debida planificación y por la indecisión del sector público. En palabras de Josipa Petrunic, por eso Bogotá no tiene metro.
A nivel local, Valledupar, evoluciona en fragilidad urbana, sus procesos de urbanización representan tendencias migratorias internas y externas (Tipo Venezuela), que promueven deficiencias en la continuidad de la prestación de los servicios básicos, incluyendo seguridad, transporte público, agua y energía.
Desde el contexto de la entrevista en comento, la situación del transporte público es caótica, no obstante, existe el SIVA, que en su misión tiene previsto “brindar una solución de transporte público colectivo”, sin embargo, su enfoque de gestión no ha tenido ese propósito, no lo estoy descalificando.
Josipa Petrunic y CUTRIC, están embarcados en las tendencias y desafíos que enfrenta la humanidad, una de ellas la movilidad para estimular la innovación y el crecimiento económico a través de la creación de un ecosistema de movilidad inteligente. No se trata solo de sacar los vehículos a la carretera. Por esas razones y sin tratar de entrar en comparaciones erróneas y ridículas, considero pertinente que en Valledupar, debemos pensar en la implementación de un sistema de transporte público inteligente y amigable con el medio ambiente, (Tranvía), contamos con el sol como recurso energético. Desde luego, es menester y lógico hacer todos los análisis financieros y socioeconómicos posibles, en aras de valorar la viabilidad de la inversión.
Según el director del DANE, Valledupar creció un 31 % desde el Censo del 2005 hasta el 2018, mientras que el país mantuvo un crecimiento poblacional exponencial no mayor al 6 %. Es obtuso seguir viendo a la ciudad como un pueblo grande y no como un sistema en constante evolución, hacerlo activa la ceguera del gobernante y lo habilita para pensar en el corto plazo, manteniendo al territorio en la obsolescencia y en el atraso.