La violencia es un tema recurrente en las producciones cinematográficas colombianas. El conflicto armado que ha sacudido al país durante décadas, las bandas criminales y la delincuencia común marcan una sociedad que lucha por sobreponerse a esa realidad.

En el año 2013, el Centro Nacional de Memoria Histórica cifró en 220.000 los muertos de la guerra asimétrica, de los cuales se estimaban en 170.000 las víctimas civiles. Los distintos matices de la violencia se cuentan en estas cuatro películas locales:

1. Pájaros de verano 

Cristina Gallego y Ciro Guerra vuelven a la década de los 60 y 70 para contar cómo se desarrolla la violencia en comunidades indígenas. Una familia wayúu vive el auge del tráfico de marihuana. Las redes de poder absorben a muchos nativos, causando un daño permanente en su cultura y familias.

2. Besos fríos 

Un cortometraje muestra en pocos minutos la violencia desde la perspectiva de las víctimas de los falsos positivos. En esta historia, 17 familias de Soacha viven la angustia de las ejecuciones extrajudiciales de inocentes acusados de guerrilleros. El testimonio de las madres de las víctimas muestra un doloroso matiz de la impunidad y el abuso de poder.

3. Oscuro Animal 

Felipe Guerrero no solamente cuenta en una película la tragedia que atraviesan las mujeres víctimas del conflicto armado. Además de eso, Oscuro Animal habla sobre la violencia desde la perspectiva de los desplazados: personas que dejan sus hogares rurales para trasladarse a las grandes ciudades. En el Festival de Cine de Guadalajara 2016, el filme recibió tres galardones por dirección, fotografía y mejor película.

4. El silencio de los fusiles 

Natalia Orozco nos da una óptica periodística del conflicto en Colombia con este documental. Dirigido por RCN, muestra testimonios clave en la guerra asimétrica. En 52 minutos, se adentra también en el corazón de La Habana, ciudad donde ocurre la negociación para los acuerdos de paz.

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