Para mejorar la salud, el paisaje, el turismo y la calidad de la sal que allí se produce, las comunidades indígenas Asocharma y Waya Wayúu, ubicadas en La Guajira, iniciaron su proceso de formalización minera con el acompañamiento del Ministerio de Minas y la Corporación Autónoma Regional, Corpoguajira.
Para mejorar la salud, el paisaje, el turismo y la calidad de la sal que allí se produce, las comunidades indígenas Asocharma y Waya Wayúu, ubicadas en La Guajira, iniciaron su proceso de formalización minera con el acompañamiento del Ministerio de Minas y la Corporación Autónoma Regional, Corpoguajira, entidades que han brindado asistencia técnica y capacitaciones en buenas prácticas mineras para la salmuera SAMA del municipio de Manaure.
Estas poblaciones beneficiadas reciben asesoría y formación para la limpieza del suelo y el mejoramiento en la disposición de los residuos sólidos en áreas de explotación de sal.
“Hemos venido trabajando en este proceso de formalización mediante el respaldo técnico a 180 unidades de producción salina. Así mismo, venimos generando acercamiento con la comunidad para brindar acompañamiento minero-ambiental, social y empresarial en la zona de explotación de la comunidad Waya Wayúu”, comentó el viceministro de Minas, Carlos Andrés Cante Puentes.
Agregó que desde el fenómeno de la Niña de 2010, cuando el arroyo Limón inundó las salinas del municipio de Manaure, “no se ha producido una nueva cosecha. Gracias al trabajo que estamos haciendo, esta comunidad celebrará nuevamente una cosecha indígena con la que se reactivará la situación socioeconómica de la región”, indicó Cante Puentes.
El trabajo adelantado también cuenta con el apoyo de la Federación de Municipios Canadienses (CISAL), aliado con el que se pretende promover el desarrollo de La Guajira creando capacidades a través de los municipios mineros y mediante la formulación de proyectos para la formalización minera; asistencia técnica para las buenas prácticas ambientales en la cosecha indígena de Shorshimana; formación en educación ambiental y protección de ecosistemas, así como la recolección de residuos sólidos para la limpieza y conservación de las charcas.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
Para mejorar la salud, el paisaje, el turismo y la calidad de la sal que allí se produce, las comunidades indígenas Asocharma y Waya Wayúu, ubicadas en La Guajira, iniciaron su proceso de formalización minera con el acompañamiento del Ministerio de Minas y la Corporación Autónoma Regional, Corpoguajira.
Para mejorar la salud, el paisaje, el turismo y la calidad de la sal que allí se produce, las comunidades indígenas Asocharma y Waya Wayúu, ubicadas en La Guajira, iniciaron su proceso de formalización minera con el acompañamiento del Ministerio de Minas y la Corporación Autónoma Regional, Corpoguajira, entidades que han brindado asistencia técnica y capacitaciones en buenas prácticas mineras para la salmuera SAMA del municipio de Manaure.
Estas poblaciones beneficiadas reciben asesoría y formación para la limpieza del suelo y el mejoramiento en la disposición de los residuos sólidos en áreas de explotación de sal.
“Hemos venido trabajando en este proceso de formalización mediante el respaldo técnico a 180 unidades de producción salina. Así mismo, venimos generando acercamiento con la comunidad para brindar acompañamiento minero-ambiental, social y empresarial en la zona de explotación de la comunidad Waya Wayúu”, comentó el viceministro de Minas, Carlos Andrés Cante Puentes.
Agregó que desde el fenómeno de la Niña de 2010, cuando el arroyo Limón inundó las salinas del municipio de Manaure, “no se ha producido una nueva cosecha. Gracias al trabajo que estamos haciendo, esta comunidad celebrará nuevamente una cosecha indígena con la que se reactivará la situación socioeconómica de la región”, indicó Cante Puentes.
El trabajo adelantado también cuenta con el apoyo de la Federación de Municipios Canadienses (CISAL), aliado con el que se pretende promover el desarrollo de La Guajira creando capacidades a través de los municipios mineros y mediante la formulación de proyectos para la formalización minera; asistencia técnica para las buenas prácticas ambientales en la cosecha indígena de Shorshimana; formación en educación ambiental y protección de ecosistemas, así como la recolección de residuos sólidos para la limpieza y conservación de las charcas.
Por Carlos Mario Jiménez
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