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Columnista - 28 febrero, 2011

Ministro Rivera: El toro se coge por los cuernos

Visión Universal Por Luis Mendoza Sierra Ni el certificado de la Aeronáutica convencería a nadie en el Cesar de que el mal tiempo impidió que el señor ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, arribara a Valledupar para presidir un malogrado consejo de seguridad, de esos mismos de siempre. Es decir, un encuentro de autoridades, lamento […]

Visión Universal

Por Luis Mendoza Sierra

Ni el certificado de la Aeronáutica convencería a nadie en el Cesar de que el mal tiempo impidió que el señor ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, arribara a Valledupar para presidir un malogrado consejo de seguridad, de esos mismos de siempre. Es decir, un encuentro de autoridades, lamento tener que decirlo, en donde se habla mucho y se actúa poco. Dicho de mejor manera: en donde se acuerdan medidas ineficaces para combatir la inseguridad.
Este mecanismo ha venido perdiendo credibilidad y confianza entre los ciudadanos. No solo porque sigue pasando lo mismo, cuando no empeoran las cosas, sino porque mucho de lo que allí se denuncia, con frecuencia rueda en corrillos y mentideros de la ciudad.
Al cuento de la frustrada visita ministerial, como dice el profano, le hace falta un pedazo. Un buen pedazo. ¿Acaso colapsó la aviación en Colombia porque el mal tiempo no permitió el funcionamiento de los aeropuertos Andinos? No. Nadie se comió ese cuento, y por ello existe razonable indignación de parte de gremios, empresarios, gobierno regional y alcaldes, porque el señor Rodrigo Rivera nos dejó mirando para el techo, para el cielo mejor, esperando el avión, que como el del maestro Escalona, se perdió entre nubes.
No tiene sentido, ni existe ninguna razón, por poderosa que sea, para que el señor Rivera, tan político como ha sido siempre y tan acucioso cuando de buscar votos se trata, haya eludido la responsabilidad de presidir el Consejo de Seguridad programado el pasado sábado en Valledupar, y haberlo cancelado abruptamente.
Antes que excusas exigimos decirnos la verdad. ¿Qué pasó? ¿Por qué no vino? ¿A quién o a qué le tuvo miedo? ¿Por qué nosotros sí tenemos los cojones para enfrentar la inseguridad agobiante y humillante de esta ciudad y de este departamento, y el Ministro se esconde detrás de supuestas nubes que no dejan volar su avión? ¿Por qué nosotros sí podemos volar, pero en pedazos, por el abandono estatal y por la falta de audacia, inteligencia y capacidad de las autoridades? Que sepa el señor Rivera, que el toro se coge por los cuernos. Aún como víctima de las autodefensas, aunque eso ni era y ni es noticia aquí ni en ninguna parte, pues era el estado normal de cosas en la región, no comparto el poder de las armas, sino en manos de  nuestras Fuerzas Armadas.
Es el Estado el que tiene el monopolio de las armas en nuestro país, pero las motivaciones de quienes salieron a defenderse en aquel momento en que el Estado fue reemplazado por malhechores, vuelven a ser tema de conversación y de discusión en la región. Dios nos libre de retornar a un escenario tan desinstitucionalizado y horrendo.
La gente, preocupada por un Estado cercano a la incapacidad de proteger sus bienes, su vida y su honra, comienza a pensar en la necesidad de buscar cómo defenderse. Aún en esas circunstancias rechazo cualquier intento de reemplazar las instituciones por las vías de hecho, pero que sepan, que tampoco nos vamos a dejar acorralar, así tengan que enterrarnos a muchos.

¡Marchemos!
Precisamente mañana, la gente, aburrida de tanto vejamen, agobiada por tanta humillación, decidió salir en una  movilización de rechazo a los violentos y a la violencia. Salgamos todos a protestar además por la irresponsabilidad del Ministro Rivera, de dejarnos plantados sin que hayan mediado, estamos seguros, razones poderosas para no venir. Falta, nada de raro tiene, que alguien de aquí mismo lo haya predispuesto.
Imposible cantar como cantó Gustavo Gutiérrez: /que la violencia no nos llegue al valle/, en esta jungla de motorratones, armas y bandas criminales. Estamos bien distantes de aquel viejo Valledupar descrito de manera sentida por el “El Veje” Bolaño: /Viejo Valledupar, si te volviera a ver como tú fuiste ayer, típico y colonial/. ¡Marchemos! No seamos indiferentes
SABLAZO
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niemöller
[email protected]

Columnista
28 febrero, 2011

Ministro Rivera: El toro se coge por los cuernos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Visión Universal Por Luis Mendoza Sierra Ni el certificado de la Aeronáutica convencería a nadie en el Cesar de que el mal tiempo impidió que el señor ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, arribara a Valledupar para presidir un malogrado consejo de seguridad, de esos mismos de siempre. Es decir, un encuentro de autoridades, lamento […]


Visión Universal

Por Luis Mendoza Sierra

Ni el certificado de la Aeronáutica convencería a nadie en el Cesar de que el mal tiempo impidió que el señor ministro de la Defensa, Rodrigo Rivera, arribara a Valledupar para presidir un malogrado consejo de seguridad, de esos mismos de siempre. Es decir, un encuentro de autoridades, lamento tener que decirlo, en donde se habla mucho y se actúa poco. Dicho de mejor manera: en donde se acuerdan medidas ineficaces para combatir la inseguridad.
Este mecanismo ha venido perdiendo credibilidad y confianza entre los ciudadanos. No solo porque sigue pasando lo mismo, cuando no empeoran las cosas, sino porque mucho de lo que allí se denuncia, con frecuencia rueda en corrillos y mentideros de la ciudad.
Al cuento de la frustrada visita ministerial, como dice el profano, le hace falta un pedazo. Un buen pedazo. ¿Acaso colapsó la aviación en Colombia porque el mal tiempo no permitió el funcionamiento de los aeropuertos Andinos? No. Nadie se comió ese cuento, y por ello existe razonable indignación de parte de gremios, empresarios, gobierno regional y alcaldes, porque el señor Rodrigo Rivera nos dejó mirando para el techo, para el cielo mejor, esperando el avión, que como el del maestro Escalona, se perdió entre nubes.
No tiene sentido, ni existe ninguna razón, por poderosa que sea, para que el señor Rivera, tan político como ha sido siempre y tan acucioso cuando de buscar votos se trata, haya eludido la responsabilidad de presidir el Consejo de Seguridad programado el pasado sábado en Valledupar, y haberlo cancelado abruptamente.
Antes que excusas exigimos decirnos la verdad. ¿Qué pasó? ¿Por qué no vino? ¿A quién o a qué le tuvo miedo? ¿Por qué nosotros sí tenemos los cojones para enfrentar la inseguridad agobiante y humillante de esta ciudad y de este departamento, y el Ministro se esconde detrás de supuestas nubes que no dejan volar su avión? ¿Por qué nosotros sí podemos volar, pero en pedazos, por el abandono estatal y por la falta de audacia, inteligencia y capacidad de las autoridades? Que sepa el señor Rivera, que el toro se coge por los cuernos. Aún como víctima de las autodefensas, aunque eso ni era y ni es noticia aquí ni en ninguna parte, pues era el estado normal de cosas en la región, no comparto el poder de las armas, sino en manos de  nuestras Fuerzas Armadas.
Es el Estado el que tiene el monopolio de las armas en nuestro país, pero las motivaciones de quienes salieron a defenderse en aquel momento en que el Estado fue reemplazado por malhechores, vuelven a ser tema de conversación y de discusión en la región. Dios nos libre de retornar a un escenario tan desinstitucionalizado y horrendo.
La gente, preocupada por un Estado cercano a la incapacidad de proteger sus bienes, su vida y su honra, comienza a pensar en la necesidad de buscar cómo defenderse. Aún en esas circunstancias rechazo cualquier intento de reemplazar las instituciones por las vías de hecho, pero que sepan, que tampoco nos vamos a dejar acorralar, así tengan que enterrarnos a muchos.

¡Marchemos!
Precisamente mañana, la gente, aburrida de tanto vejamen, agobiada por tanta humillación, decidió salir en una  movilización de rechazo a los violentos y a la violencia. Salgamos todos a protestar además por la irresponsabilidad del Ministro Rivera, de dejarnos plantados sin que hayan mediado, estamos seguros, razones poderosas para no venir. Falta, nada de raro tiene, que alguien de aquí mismo lo haya predispuesto.
Imposible cantar como cantó Gustavo Gutiérrez: /que la violencia no nos llegue al valle/, en esta jungla de motorratones, armas y bandas criminales. Estamos bien distantes de aquel viejo Valledupar descrito de manera sentida por el “El Veje” Bolaño: /Viejo Valledupar, si te volviera a ver como tú fuiste ayer, típico y colonial/. ¡Marchemos! No seamos indiferentes
SABLAZO
Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, guardé silencio, porque yo no era comunista.
Cuando encarcelaron a los socialdemócratas, guardé silencio, porque yo no era socialdemócrata.
Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas, no protesté, porque yo no era sindicalista.
Cuando vinieron a llevarse a los judíos, no protesté, porque yo no era judío.
Cuando vinieron a buscarme, no había nadie más que pudiera protestar.
Martin Niemöller
[email protected]