SANTIAGO DE CHILE (AP) — Los 33 mineros atrapados desde hace 17 días en un yacimiento comunicaron el domingo que se encuentran vivos, según un mensaje enviado a través de una sonda y exhibido por el presidente Sebastián Piñera.

“Estamos bien los 33 en el refugio “, señala el mensaje escrito en un papel con letras rojas, hecho llegar a la superficie a través de la sonda. A las 6:00 de la mañana ésta alcanzó el refugio de emergencia, a 688 metros de profundidad, donde se presumía habían escapado los mineros tras el derrumbe del 5 de agosto que bloqueó el yacimiento de oro y cobre.

Piñera viajó de Santiago al yacimiento, a unos 850 kilómetros al norte de la capital, luego que la sonda hiciera contacto con el refugio.

Un minero identificado como Mario Gómez, de 63 años, el de mayor edad entre los atrapados, adhirió a la sonda una carta dirigida a su esposa en la que informaba que se encontraba en el nivel 44 del mineral y le decía que la amaba, según leyó el presidente a la prensa.

“¡Estoy feliz, feliz!”, declaró a la televisión una de las cuatro hijas del minero. “Nos turnábamos con mis hermanas para estar aquí en el campamento. Por primera vez voy a poder a dormir tranquila”.

El minero informó también, que hicieron uso de vehículos en el interior de la mina para tener luz, y que también utilizaron una retroexcavadora con el fin de diseñar una canaleta para recoger agua. El subsecretario de Minería, Pablo Wagner, señaló que la reserva de comida en el refugio de emergencia era para 48 horas.

Tras retirar las piezas de la sonda durante varias horas, se encontraron los mensajes que avisaban de la supervivencia. Una señal que alentó las esperanzas de encontrarlos con vida fueron los golpes que se hicieron a la sonda. Aunque los rescatistas y el ministro de Minería, Laurence Golborne, percibieron los ruidos, hubo una cautela inicial.

Piñera, quien terminó su anuncio con un “¡Viva Chile!”, viajó al yacimiento a unos 850 kilómetros al norte de esta capital luego que la sonda hiciera contacto con el refugio. La algarabía se apoderó del lugar enclavado entre cerros del desierto del norte del país. Las autoridades se congratulaban, se abrazaban entre ellas y se estrechaban en abrazos con los rescatistas.

Entre los 33 mineros atrapados se encuentra el boliviano Carlos Mamami Solís, de 23 años, quien hace unos meses había emigrado en busca de trabajo.

La confirmación de la supervivencia de los mineros se anticipó a la introducción de una nueva sonda por la cual se enviará una cámara de video y un sistema de audio para permitir la comunicación con los trabajadores. También por esa sonda se les hará llegar agua, oxigeno y alimento especial.

A pesar de esos avances, los trabajos de rescate todavía tomarán unos 120 días, según estiman los expertos que han dirigido los trabajos de perforación.