Casi treinta años han transcurrido desde que el notable acordeonero sincelejano Rufino Barrios comenzó a balbucear los primeros intentos del ensamble de un acordeón en Colombia, con algunas modificaciones en su estructura encaminadas a darle mayor vistosidad y confort al Honner tres coronas. Ya Ramón Vargas se había encargado de ponerle la segunda correa y […]
Casi treinta años han transcurrido desde que el notable acordeonero sincelejano Rufino Barrios comenzó a balbucear los primeros intentos del ensamble de un acordeón en Colombia, con algunas modificaciones en su estructura encaminadas a darle mayor vistosidad y confort al Honner tres coronas. Ya Ramón Vargas se había encargado de ponerle la segunda correa y Calixto Ochoa le había incorporado a un modelo estándar un cambio de palanca, similar al que trajo el acordeón dos y medio club III que Honner nos mandó hacia 1960, el cual por su excesivo peso no tuvo mayor arraigo entre los juglares.
Herederos de los geniales componedores del ayer como fueron el ciego Buenaventura en Villanueva, Ismael Rudas en Caracolicito, Olmedo Mora en San Ángel y Rafael Enrique Daza en Campo de la Cruz (Atlántico), los actuales artesanos permitieron que sus logros y buenos frutos como han sido los maestros Ovidio Granados, Lucho Campillo, Juan Madrid, Chema Martínez, Jorge Rojas, Sigfredo Rodríguez, Mariano Pérez, Javier García, todos hermanados en la noble labor de arreglar y modificar los acordeones naturales que llegaron de Europa, fueron recogidas en Valledupar por el joven José Luis Sierra (La junta – Guajira) quien tras 15 años de incesante lucha, laboriosidad e investigación ha logrado alcanzar un nivel de conocimiento tal en torno a la anatomía y estructura del acordeón que hoy felizmente con Mileto, su marca registrada ha montado en su taller de la carrera séptima número 13b 69 la primera fábrica de acordeones diatónicos que nace en Valledupar, es decir en diferentes puntos de la geografía nacional numerosos técnicos de acordeones vienen tratando de ofrecer novedosas alternativas en torno a mejorar estéticamente el instrumento, pero siempre circunscritos al ensamblaje del tres hileras,con excepción de los mariangoleros hermanos Vega, los más aventajados alumnos del maestro Ovidio Granados quienes instalados en Barranquilla tratan de imponer su marca “Dorveg”
El mayor logro hasta ahora de Sierra y su asistente la dinámica y agraciada Marcela Alvarado quizás la única mujer que sobresale como técnico de acordeones es el acordeón “Mileto Vallenato” de tres hileras pero más pequeño que el convencional ya que sus medidas son las del dos hileras, además en el área de los pitos suena como un dos coronas en tanto que sus bajos son del tres coronas. Algo verdaderamente novedoso y apetecido por los diestros el acordeón para sus grabaciones.
Valledupar la capital mundial del vallenato ya tiene un acordeón orgullosamente vallenato: Mileto
Casi treinta años han transcurrido desde que el notable acordeonero sincelejano Rufino Barrios comenzó a balbucear los primeros intentos del ensamble de un acordeón en Colombia, con algunas modificaciones en su estructura encaminadas a darle mayor vistosidad y confort al Honner tres coronas. Ya Ramón Vargas se había encargado de ponerle la segunda correa y […]
Casi treinta años han transcurrido desde que el notable acordeonero sincelejano Rufino Barrios comenzó a balbucear los primeros intentos del ensamble de un acordeón en Colombia, con algunas modificaciones en su estructura encaminadas a darle mayor vistosidad y confort al Honner tres coronas. Ya Ramón Vargas se había encargado de ponerle la segunda correa y Calixto Ochoa le había incorporado a un modelo estándar un cambio de palanca, similar al que trajo el acordeón dos y medio club III que Honner nos mandó hacia 1960, el cual por su excesivo peso no tuvo mayor arraigo entre los juglares.
Herederos de los geniales componedores del ayer como fueron el ciego Buenaventura en Villanueva, Ismael Rudas en Caracolicito, Olmedo Mora en San Ángel y Rafael Enrique Daza en Campo de la Cruz (Atlántico), los actuales artesanos permitieron que sus logros y buenos frutos como han sido los maestros Ovidio Granados, Lucho Campillo, Juan Madrid, Chema Martínez, Jorge Rojas, Sigfredo Rodríguez, Mariano Pérez, Javier García, todos hermanados en la noble labor de arreglar y modificar los acordeones naturales que llegaron de Europa, fueron recogidas en Valledupar por el joven José Luis Sierra (La junta – Guajira) quien tras 15 años de incesante lucha, laboriosidad e investigación ha logrado alcanzar un nivel de conocimiento tal en torno a la anatomía y estructura del acordeón que hoy felizmente con Mileto, su marca registrada ha montado en su taller de la carrera séptima número 13b 69 la primera fábrica de acordeones diatónicos que nace en Valledupar, es decir en diferentes puntos de la geografía nacional numerosos técnicos de acordeones vienen tratando de ofrecer novedosas alternativas en torno a mejorar estéticamente el instrumento, pero siempre circunscritos al ensamblaje del tres hileras,con excepción de los mariangoleros hermanos Vega, los más aventajados alumnos del maestro Ovidio Granados quienes instalados en Barranquilla tratan de imponer su marca “Dorveg”
El mayor logro hasta ahora de Sierra y su asistente la dinámica y agraciada Marcela Alvarado quizás la única mujer que sobresale como técnico de acordeones es el acordeón “Mileto Vallenato” de tres hileras pero más pequeño que el convencional ya que sus medidas son las del dos hileras, además en el área de los pitos suena como un dos coronas en tanto que sus bajos son del tres coronas. Algo verdaderamente novedoso y apetecido por los diestros el acordeón para sus grabaciones.
Valledupar la capital mundial del vallenato ya tiene un acordeón orgullosamente vallenato: Mileto