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Editorial - 21 septiembre, 2023

Mientras sigue la discusión, la costa Caribe sufre por la energía cara

Preocupa un informe reciente del diario El Heraldo en el que se revela que la costa Caribe es la región del país en donde son más altas las tarifas de energía eléctrica, pero que, además, como si eso fuera poco, en los actuales momentos se registra “un aumento extraordinario y de manera injustificada”.

Preocupa un informe reciente del diario El Heraldo en el que se revela que la costa Caribe es la región del país en donde son más altas las tarifas de energía eléctrica, pero que, además, como si eso fuera poco, en los actuales momentos se registra “un aumento extraordinario y de manera injustificada”.

La situación es tal que la Contraloría General de la República, a través de su delegada de Minas y Energía, avanza en el estudio de las razones que ocasionan dicho incremento. Para ello, según revela El Heraldo, “se realiza un amplio análisis para evaluar la pertinencia de los costos de las tarifas de energía y gas combustible, como herramienta para la implementación de la política de prestación de los servicios públicos, y su impacto fiscal en los esquemas de subsidios respectivos”.

El informe también pone de presente la preocupación existente por parte del organismo de control frente a “la demora en la toma de medidas efectivas para resolver los problemas de liquidez de las empresas comercializadora, una situación que se ha visto agudizada por las medidas regulatorias para contener los aumentos tarifarios, hecho que podría tener impactos negativos en la estabilidad del suministro de energía en el país”.

Allí también se señala que no es menos lamentable la volatilidad de los precios de la bolsa de energía, “que ha llegado a superar los $1.059 kW/h en la última semana, y la suspensión de contratos de energía de largo plazo, aumentan la incertidumbre en el sector”.

Desde estas líneas, y en atención a la queja generalizada de los usuarios del servicio de energía eléctrica, tanto en Valledupar como en las otras regiones de la costa Caribe, se le hace un llamado a los distintos estamentos sociales y productivos locales para hacer frente común y exigir al Gobierno nacional que cuanto antes tome medidas que permitan aliviar la enorme carga económica que en estos momentos están asumiendo los hogares costeños frente al pago de ese necesario servicio.

Se necesita que alguien lidere este tema que comienza a convertirse en una bomba de tiempo, el momento es oportuno en razón al pronunciamiento de la Contraloría General de la República, entidad que es partidaria que se asuman “medidas integrales, ya que está en riesgo la expansión de la oferta de energía y estabilidad regulatoria y contractual y, por lo tanto, la prestación del servicio de energía en el país”.

Así las cosas, el tema es de grueso calibre y de eventuales consecuencias muy graves para la costa Caribe, no obstante, en Valledupar, el Cesar y demás regiones se nota cierta pasividad, como una especie de resignación entre los miembros que representan los sectores locales influyentes.

El fenómeno sigue creciendo a los ojos de todo el mundo y es poca la reacción que se percibe, máxime cuando se está en pleno desarrollo de las campañas que buscan elegir a los nuevos mandatarios locales y departamentales.

Editorial
21 septiembre, 2023

Mientras sigue la discusión, la costa Caribe sufre por la energía cara

Preocupa un informe reciente del diario El Heraldo en el que se revela que la costa Caribe es la región del país en donde son más altas las tarifas de energía eléctrica, pero que, además, como si eso fuera poco, en los actuales momentos se registra “un aumento extraordinario y de manera injustificada”.


Preocupa un informe reciente del diario El Heraldo en el que se revela que la costa Caribe es la región del país en donde son más altas las tarifas de energía eléctrica, pero que, además, como si eso fuera poco, en los actuales momentos se registra “un aumento extraordinario y de manera injustificada”.

La situación es tal que la Contraloría General de la República, a través de su delegada de Minas y Energía, avanza en el estudio de las razones que ocasionan dicho incremento. Para ello, según revela El Heraldo, “se realiza un amplio análisis para evaluar la pertinencia de los costos de las tarifas de energía y gas combustible, como herramienta para la implementación de la política de prestación de los servicios públicos, y su impacto fiscal en los esquemas de subsidios respectivos”.

El informe también pone de presente la preocupación existente por parte del organismo de control frente a “la demora en la toma de medidas efectivas para resolver los problemas de liquidez de las empresas comercializadora, una situación que se ha visto agudizada por las medidas regulatorias para contener los aumentos tarifarios, hecho que podría tener impactos negativos en la estabilidad del suministro de energía en el país”.

Allí también se señala que no es menos lamentable la volatilidad de los precios de la bolsa de energía, “que ha llegado a superar los $1.059 kW/h en la última semana, y la suspensión de contratos de energía de largo plazo, aumentan la incertidumbre en el sector”.

Desde estas líneas, y en atención a la queja generalizada de los usuarios del servicio de energía eléctrica, tanto en Valledupar como en las otras regiones de la costa Caribe, se le hace un llamado a los distintos estamentos sociales y productivos locales para hacer frente común y exigir al Gobierno nacional que cuanto antes tome medidas que permitan aliviar la enorme carga económica que en estos momentos están asumiendo los hogares costeños frente al pago de ese necesario servicio.

Se necesita que alguien lidere este tema que comienza a convertirse en una bomba de tiempo, el momento es oportuno en razón al pronunciamiento de la Contraloría General de la República, entidad que es partidaria que se asuman “medidas integrales, ya que está en riesgo la expansión de la oferta de energía y estabilidad regulatoria y contractual y, por lo tanto, la prestación del servicio de energía en el país”.

Así las cosas, el tema es de grueso calibre y de eventuales consecuencias muy graves para la costa Caribe, no obstante, en Valledupar, el Cesar y demás regiones se nota cierta pasividad, como una especie de resignación entre los miembros que representan los sectores locales influyentes.

El fenómeno sigue creciendo a los ojos de todo el mundo y es poca la reacción que se percibe, máxime cuando se está en pleno desarrollo de las campañas que buscan elegir a los nuevos mandatarios locales y departamentales.