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Columnista - 19 diciembre, 2022

Messi ¡Así no!

El pasado viernes 9 de diciembre estaba muy expectante y motivado por ver un gran partido de fútbol, se enfrentaban Países Bajos vs. Argentina por los cuartos de final del Mundial de Qatar.

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El pasado viernes 9 de diciembre estaba muy expectante y motivado por ver un gran partido de fútbol, se enfrentaban Países Bajos vs. Argentina por los cuartos de final del Mundial de Qatar. El cotejo prometía un alto nivel futbolístico, y cumplió en gran parte mis expectativas, un juego dinámico, con emoción, con un resultado en los primeros 90 minutos muy llamativo, un 2-2 que mostró el gran nivel de ambas selecciones, ambas con un gran número de jugadores nuevos, prospectos que veremos muy seguro en futuros mundiales. Al final, el encuentro mantuvo las emociones, se definió desde los 12 pasos (que en realidad son 11 metros) con un marcador 4-3 a favor del equipo albiceleste.

Una vez inmerso en el partido, me llama la atención que en el minuto 73, luego de un gran cobro, Messi anota el segundo tanto para Argentina, y realiza el famoso gesto de hace 20 años, inmortalizado por otra gran figura argentina, Juan Román Riquelme, el Topo Gigio. En ese momento sentí alegría por el homenaje, que entendía, como un gesto del mejor del mundo a otro crack del fútbol. Posteriormente, ya en la tanda de penales, observo con asombro las reacciones de muy mal gusto de grandes deportistas como son ‘Dibu’ Martínez, Nicolás Otamendi, entre otros, hacia los jugadores del equipo contrario; sin embargo, lo que más tristeza me generó fue ver, al final del partido, a la gran figura mundial, ejemplo de muchos niños y adultos, padre de familia de 3 pequeños, ir a buscar al entrenador rival y hacerle gestos vengativos, llamar a un rival de manera despectiva “bobo”, y posteriormente dar declaraciones fuertes (que pueden ser justificadas o no) sobre el árbitro Mateu Lahoz, como profesional y como persona.

Vivimos en un mundo donde nuestros niños tienen acceso fácil a la información, donde siguen los pasos de sus ídolos, y como tal, estas personas tienen la responsabilidad de ser ejemplo impoluto en su accionar diario. En el juego, como en la sociedad, se debe ser elegante, cortés y muy respetuoso con compañeros, jefes, subalternos, colaboradores y también con los competidores. Los gestos y palabras de Lionel Andrés, y parte de sus compañeros, fueron denigrantes, irrespetuosos y faltos de juego limpio. Desde una posición de ejemplo mundial, que tiene seguidores de todas las edades, debió conservar la postura y con elegancia celebrar un triunfo muy sufrido y trabajado.

No desconozco que en los casi veinte años de carrera profesional que tiene Messi, ha tenido acciones ejemplares, comportamientos a destacar, pero la noche qatarí de ese segundo viernes de diciembre es el ejemplo claro de lo que no podemos hacer. Espero que los padres amantes del fútbol, como yo, dejemos el cariño y admiración que le tenemos de lado, para usar estos hechos y enseñarles a nuestros hijos que en el triunfo es cuando más debemos mostrar respeto por nuestros rivales, es precisamente en ese momento donde se ha demostrado la superioridad en donde debemos ser humanos y entender el dolor de quien ha caído.

Seguirás siendo el mejor futbolista del mundo, seguirás siendo el gran líder de una selección que muy seguramente será campeona del mundo en este 2022, seguirás siendo el ídolo de millones de niños, eso no cambiará, pero lo que hiciste después de ganarle a Países Bajos no estuvo bien Messi, ¡así no!

JUAN JOSÉ DAZA
[email protected]
@juanjodaza

Columnista
19 diciembre, 2022

Messi ¡Así no!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.

El pasado viernes 9 de diciembre estaba muy expectante y motivado por ver un gran partido de fútbol, se enfrentaban Países Bajos vs. Argentina por los cuartos de final del Mundial de Qatar.


El pasado viernes 9 de diciembre estaba muy expectante y motivado por ver un gran partido de fútbol, se enfrentaban Países Bajos vs. Argentina por los cuartos de final del Mundial de Qatar. El cotejo prometía un alto nivel futbolístico, y cumplió en gran parte mis expectativas, un juego dinámico, con emoción, con un resultado en los primeros 90 minutos muy llamativo, un 2-2 que mostró el gran nivel de ambas selecciones, ambas con un gran número de jugadores nuevos, prospectos que veremos muy seguro en futuros mundiales. Al final, el encuentro mantuvo las emociones, se definió desde los 12 pasos (que en realidad son 11 metros) con un marcador 4-3 a favor del equipo albiceleste.

Una vez inmerso en el partido, me llama la atención que en el minuto 73, luego de un gran cobro, Messi anota el segundo tanto para Argentina, y realiza el famoso gesto de hace 20 años, inmortalizado por otra gran figura argentina, Juan Román Riquelme, el Topo Gigio. En ese momento sentí alegría por el homenaje, que entendía, como un gesto del mejor del mundo a otro crack del fútbol. Posteriormente, ya en la tanda de penales, observo con asombro las reacciones de muy mal gusto de grandes deportistas como son ‘Dibu’ Martínez, Nicolás Otamendi, entre otros, hacia los jugadores del equipo contrario; sin embargo, lo que más tristeza me generó fue ver, al final del partido, a la gran figura mundial, ejemplo de muchos niños y adultos, padre de familia de 3 pequeños, ir a buscar al entrenador rival y hacerle gestos vengativos, llamar a un rival de manera despectiva “bobo”, y posteriormente dar declaraciones fuertes (que pueden ser justificadas o no) sobre el árbitro Mateu Lahoz, como profesional y como persona.

Vivimos en un mundo donde nuestros niños tienen acceso fácil a la información, donde siguen los pasos de sus ídolos, y como tal, estas personas tienen la responsabilidad de ser ejemplo impoluto en su accionar diario. En el juego, como en la sociedad, se debe ser elegante, cortés y muy respetuoso con compañeros, jefes, subalternos, colaboradores y también con los competidores. Los gestos y palabras de Lionel Andrés, y parte de sus compañeros, fueron denigrantes, irrespetuosos y faltos de juego limpio. Desde una posición de ejemplo mundial, que tiene seguidores de todas las edades, debió conservar la postura y con elegancia celebrar un triunfo muy sufrido y trabajado.

No desconozco que en los casi veinte años de carrera profesional que tiene Messi, ha tenido acciones ejemplares, comportamientos a destacar, pero la noche qatarí de ese segundo viernes de diciembre es el ejemplo claro de lo que no podemos hacer. Espero que los padres amantes del fútbol, como yo, dejemos el cariño y admiración que le tenemos de lado, para usar estos hechos y enseñarles a nuestros hijos que en el triunfo es cuando más debemos mostrar respeto por nuestros rivales, es precisamente en ese momento donde se ha demostrado la superioridad en donde debemos ser humanos y entender el dolor de quien ha caído.

Seguirás siendo el mejor futbolista del mundo, seguirás siendo el gran líder de una selección que muy seguramente será campeona del mundo en este 2022, seguirás siendo el ídolo de millones de niños, eso no cambiará, pero lo que hiciste después de ganarle a Países Bajos no estuvo bien Messi, ¡así no!

JUAN JOSÉ DAZA
[email protected]
@juanjodaza