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Festival Vallenato - 27 abril, 2019

Merengues y paseos abrieron la inédita en Patillal

En la primera jornada de la Canción Inédita alcanzaron a presentarse 35 canciones: los diez merengues y 25 de los 34 paseos en concurso; para la siguiente jornada se terminará la presentación de las canciones de primera ronda que faltan; es decir, los nueve paseos restantes, las nueve puyas y los nueve sones, en ese orden.

El cantante Rafa
Pérez llegó a la
Plaza de Patillal
para cantar la
canción ‘Dame
vida señor’,
del compositor
Wiston Mugues.

Foto: Maria Ruth Mosquera.
El cantante Rafa Pérez llegó a la Plaza de Patillal para cantar la canción ‘Dame vida señor’, del compositor Wiston Mugues. Foto: Maria Ruth Mosquera.
Boton Wpp

Que lo más valioso es querer a la gente, no maltratar, no destruir, no maldecir; que los triunfos no son tan importantes para un poeta porque su aliciente es el cario de la gente y con un aplauso él se siente ganador; que los campesinos que labran la tierra son un orgullo para la raza humana; que todos debemos hacer frente común para que no mueran los ríos; que el Cesar tiene una magia tejida con la obra de sus juglares que atrae al forastero y lo obliga a quedarse; que, ¿quién se puede contener cuando suena un acordeón y el viento se vuelve verso?

Y así transcurrió el día en Patillal, pintado con una acuarela mutante de crónicas cantadas que dieron cuenta del apego territorial que profesan muchos compositores, independiente de su lugar de origen, del clamor universal por el cuidado del planeta, del llamado a crecer en alma y menguar en ego, de la importancia de escuchar y honrar a los ancestros, del ideal del ser que quiera y cuide lo que le rodea.

Hubo también abundancia de ‘lugares comunes’ en las canciones, que presentan inventarios de personajes del folclor o lugares emblemáticos, como el río Guatapurí, la Sierra Nevada, y no faltaron las que llamaron la atención porque describen con jocosidad y sarcasmo hechos como la demanda que obligó la devolución del Parque de la Leyenda a la administración municipal de Valledupar.

MEDICINA Y CANTO

El arte tiene el sagrado poder de congregar al ser sin distingo étnico, etario y profesional. Como ejemplo de esto, se encontró entre las historias cantadas en el concurso de canción inédita una inspirada en un arhuaco, en representación de todos los indígenas que habitan la Sierra Nevada, muchos de ellos afectados con carencias que no han logrado resolver.

Ese arhuaco se estaba muriendo de una enfermedad y durante una brigada de salud liderada por el médico Gustavo Aroca en la Sierra le contó al galeno que ya quería irse de este mundo, que no quería seguir sufriendo y que eso ya se lo había comunicado a sus hijos; pero el la brigada de salud hubo respuesta de vida para el padecimiento de aquel hombre y eso se volvió canción.

“La canción se llamaba primero ‘El adiós de un arhuaco’, pero luego de la campaña que fuimos con más de 300 especialistas a la Sierra me di cuenta que había una esperanza y es el tratamiento y la prevención de las enfermedades. Mi canción ‘La esperanza del arhuaco’ lleva un mensaje no sólo de la hermosura de la Sierra y de nuestros indígenas, sino que impacta un problema social que actualmente vive Colombia; es un llamado por la vida”, dijo Aroca.

AL QUE MADRUGA…

No lo dejan sin transporte, sería la terminación de esta sentencia en esta en esta ocasión, en la que se aplica a Fabio Camargo, autor del paseo ‘Es el valle’, quien arribó a las 6:30 de la mañana a Patillal, cuando el comienzo del concurso estaba programado para dos horas y media después.

¿Por qué llegó tan temprano ese compositor? Fue la pregunta que se hicieron quienes lo vieron con su escarapela y sombrero rondando la plaza Freddy Molina desde tan temprano. “Yo vengo de Chimichagua y me tenía que venir a esa hora porque después ya no iba a tener carro para venirme?, explicó y detalló que una vez lo dejaron en Patillal se llevaron el carro para venderlo, de modo que se quedó sin vehículo. “Quiera Dios que gane”, dijo un particular que escuchó su historia.

Como esta, los concursos están llenos de historias que en medio del encanto de la música y la adrenalina de la competencia se regresan con sus protagonistas a sus lugares, como la Gustavo Emilio Rangel Vargas, un panadero que vino de Aguachica, municipio del centro del Cesar, a presentar el paseo ‘Este es el Valle’ y pasó toda el día angustiado porque quien la iba a cantar no había alcanzado a aprenderse la letra. “Gracias a Dios que no nos llamaron hoy”, dijo aliviado al final de la jornada. Su canción está en el quinto puesto para la salida a tarima en la reanudación del concurso.

POCO PÚBLICO

No estuvo concurrida la primera ronda de Canción Inédita en Patillal, que este año se estrena como nuevo escenario para concursos del Festival de la Leyenda Vallenata; algunas personas atribuyeron la falta de público a las implicaciones del traslado desde Valledupar, frente a las facilidades de quedarse con la oferta del grueso de los concursos y otras actividades en la capital; a la novedad del acontecimiento, pues a algunas personas las tomó por sorpresa, ya que no se habían enterado que este año la inédita salía de la Feria Ganadera y se descentralizaba en Patillal, y también a que la actividad se dio en viernes, que es día laboral.

LA CITA DE HOY:

Paseos: ‘La esencia de mi ser’, de Nina María Murgas Zuleta; ‘El Sueño perfecto’, de Aida Luz Olea López; ‘Corazon aventurero’, de Julio Oñate Martínez; ‘Vallenato del alma’, de Gustavo Elías Orozco; ‘Este es el valle’, de Gustavo Emilio Rangel Vargas; ‘Forastera’, de Paula Sofía Rojas Ospina; ‘Hijo de un canto’, de Ramón Orfidio Rozo Africano; ‘Recuerdo de la plaza Alfonso López’, de Adalberto Silva Peñalver, y ‘Enamorado del Valle’, de José Alfredo Vanega.

Puyas: ’Un Vallenato En el espacio’, de Luis Carlos Angulo Argote; ‘Origen del folclor’, de Adalberto Berdugo; ‘La puya de Alejo’, de Alfonso Cortés Marroquín; ‘El instrumento mayor’, de Ruth María Ferias; ‘El Arca de Noé’, de Rafael Armando Gil; ‘La empanada’, de Wiston Muegues Baquero; ‘La puya de los artistas’, de Iván Olaya Maldonado; ‘La controversia’, de Julio Salas y Ricaurte Solórzano; ‘La estafa’, de Miguel Ángel Vides.

Sones: ‘Tú y mi folclor’, de Félix Carrillo Hinojosa; ‘Mi nota está contenta’, de Aura Teresa Castellar; ‘Canta el risueñor’, de Wilmer Jiménez Romero; ‘La magia del son’, de Antonio Julio Peralta; ‘Conservando el vallenato’, de Ubaldo Enrique Melo; ‘La plata de Emilianito’, de Juan Carlos Ovalle; Llévame en tu musa’, de Eduardo Padilla Bermúdez; ’Son romancero’, de Luis Ángel Rodríguez’ y ‘ La Llave de tu reino’, de Adrián Villamizar Zapata.

Por: MARIARUTH MOSQUERA/ EL PILÓN

Festival Vallenato
27 abril, 2019

Merengues y paseos abrieron la inédita en Patillal

En la primera jornada de la Canción Inédita alcanzaron a presentarse 35 canciones: los diez merengues y 25 de los 34 paseos en concurso; para la siguiente jornada se terminará la presentación de las canciones de primera ronda que faltan; es decir, los nueve paseos restantes, las nueve puyas y los nueve sones, en ese orden.


El cantante Rafa
Pérez llegó a la
Plaza de Patillal
para cantar la
canción ‘Dame
vida señor’,
del compositor
Wiston Mugues.

Foto: Maria Ruth Mosquera.
El cantante Rafa Pérez llegó a la Plaza de Patillal para cantar la canción ‘Dame vida señor’, del compositor Wiston Mugues. Foto: Maria Ruth Mosquera.
Boton Wpp

Que lo más valioso es querer a la gente, no maltratar, no destruir, no maldecir; que los triunfos no son tan importantes para un poeta porque su aliciente es el cario de la gente y con un aplauso él se siente ganador; que los campesinos que labran la tierra son un orgullo para la raza humana; que todos debemos hacer frente común para que no mueran los ríos; que el Cesar tiene una magia tejida con la obra de sus juglares que atrae al forastero y lo obliga a quedarse; que, ¿quién se puede contener cuando suena un acordeón y el viento se vuelve verso?

Y así transcurrió el día en Patillal, pintado con una acuarela mutante de crónicas cantadas que dieron cuenta del apego territorial que profesan muchos compositores, independiente de su lugar de origen, del clamor universal por el cuidado del planeta, del llamado a crecer en alma y menguar en ego, de la importancia de escuchar y honrar a los ancestros, del ideal del ser que quiera y cuide lo que le rodea.

Hubo también abundancia de ‘lugares comunes’ en las canciones, que presentan inventarios de personajes del folclor o lugares emblemáticos, como el río Guatapurí, la Sierra Nevada, y no faltaron las que llamaron la atención porque describen con jocosidad y sarcasmo hechos como la demanda que obligó la devolución del Parque de la Leyenda a la administración municipal de Valledupar.

MEDICINA Y CANTO

El arte tiene el sagrado poder de congregar al ser sin distingo étnico, etario y profesional. Como ejemplo de esto, se encontró entre las historias cantadas en el concurso de canción inédita una inspirada en un arhuaco, en representación de todos los indígenas que habitan la Sierra Nevada, muchos de ellos afectados con carencias que no han logrado resolver.

Ese arhuaco se estaba muriendo de una enfermedad y durante una brigada de salud liderada por el médico Gustavo Aroca en la Sierra le contó al galeno que ya quería irse de este mundo, que no quería seguir sufriendo y que eso ya se lo había comunicado a sus hijos; pero el la brigada de salud hubo respuesta de vida para el padecimiento de aquel hombre y eso se volvió canción.

“La canción se llamaba primero ‘El adiós de un arhuaco’, pero luego de la campaña que fuimos con más de 300 especialistas a la Sierra me di cuenta que había una esperanza y es el tratamiento y la prevención de las enfermedades. Mi canción ‘La esperanza del arhuaco’ lleva un mensaje no sólo de la hermosura de la Sierra y de nuestros indígenas, sino que impacta un problema social que actualmente vive Colombia; es un llamado por la vida”, dijo Aroca.

AL QUE MADRUGA…

No lo dejan sin transporte, sería la terminación de esta sentencia en esta en esta ocasión, en la que se aplica a Fabio Camargo, autor del paseo ‘Es el valle’, quien arribó a las 6:30 de la mañana a Patillal, cuando el comienzo del concurso estaba programado para dos horas y media después.

¿Por qué llegó tan temprano ese compositor? Fue la pregunta que se hicieron quienes lo vieron con su escarapela y sombrero rondando la plaza Freddy Molina desde tan temprano. “Yo vengo de Chimichagua y me tenía que venir a esa hora porque después ya no iba a tener carro para venirme?, explicó y detalló que una vez lo dejaron en Patillal se llevaron el carro para venderlo, de modo que se quedó sin vehículo. “Quiera Dios que gane”, dijo un particular que escuchó su historia.

Como esta, los concursos están llenos de historias que en medio del encanto de la música y la adrenalina de la competencia se regresan con sus protagonistas a sus lugares, como la Gustavo Emilio Rangel Vargas, un panadero que vino de Aguachica, municipio del centro del Cesar, a presentar el paseo ‘Este es el Valle’ y pasó toda el día angustiado porque quien la iba a cantar no había alcanzado a aprenderse la letra. “Gracias a Dios que no nos llamaron hoy”, dijo aliviado al final de la jornada. Su canción está en el quinto puesto para la salida a tarima en la reanudación del concurso.

POCO PÚBLICO

No estuvo concurrida la primera ronda de Canción Inédita en Patillal, que este año se estrena como nuevo escenario para concursos del Festival de la Leyenda Vallenata; algunas personas atribuyeron la falta de público a las implicaciones del traslado desde Valledupar, frente a las facilidades de quedarse con la oferta del grueso de los concursos y otras actividades en la capital; a la novedad del acontecimiento, pues a algunas personas las tomó por sorpresa, ya que no se habían enterado que este año la inédita salía de la Feria Ganadera y se descentralizaba en Patillal, y también a que la actividad se dio en viernes, que es día laboral.

LA CITA DE HOY:

Paseos: ‘La esencia de mi ser’, de Nina María Murgas Zuleta; ‘El Sueño perfecto’, de Aida Luz Olea López; ‘Corazon aventurero’, de Julio Oñate Martínez; ‘Vallenato del alma’, de Gustavo Elías Orozco; ‘Este es el valle’, de Gustavo Emilio Rangel Vargas; ‘Forastera’, de Paula Sofía Rojas Ospina; ‘Hijo de un canto’, de Ramón Orfidio Rozo Africano; ‘Recuerdo de la plaza Alfonso López’, de Adalberto Silva Peñalver, y ‘Enamorado del Valle’, de José Alfredo Vanega.

Puyas: ’Un Vallenato En el espacio’, de Luis Carlos Angulo Argote; ‘Origen del folclor’, de Adalberto Berdugo; ‘La puya de Alejo’, de Alfonso Cortés Marroquín; ‘El instrumento mayor’, de Ruth María Ferias; ‘El Arca de Noé’, de Rafael Armando Gil; ‘La empanada’, de Wiston Muegues Baquero; ‘La puya de los artistas’, de Iván Olaya Maldonado; ‘La controversia’, de Julio Salas y Ricaurte Solórzano; ‘La estafa’, de Miguel Ángel Vides.

Sones: ‘Tú y mi folclor’, de Félix Carrillo Hinojosa; ‘Mi nota está contenta’, de Aura Teresa Castellar; ‘Canta el risueñor’, de Wilmer Jiménez Romero; ‘La magia del son’, de Antonio Julio Peralta; ‘Conservando el vallenato’, de Ubaldo Enrique Melo; ‘La plata de Emilianito’, de Juan Carlos Ovalle; Llévame en tu musa’, de Eduardo Padilla Bermúdez; ’Son romancero’, de Luis Ángel Rodríguez’ y ‘ La Llave de tu reino’, de Adrián Villamizar Zapata.

Por: MARIARUTH MOSQUERA/ EL PILÓN