El menor se metió en una ponchera con agua en un descuido de su hermana, de 9 años de edad, que lo cuidaba mientras jugaba en el patio de la vivienda.
Un bebé de un año de edad murió ahogado en un inmueble ubicado en la carrera 2 del barrio Las Flores del municipio de Pelaya.
El menor se metió en una ponchera con agua en un descuido de su hermana, de 9 años de edad, que lo cuidaba mientras jugaba en el patio de la vivienda.
Así lo manifestó la madre del bebé a los miembros de la Policía Nacional que atendieron el caso. La mujer agregó que ella estaba ocupada en la habitación recogiendo unos enseres de la casa porque se iban a mudar de la vivienda y por eso delegó en la hija el cuidado del niño.
La persona que reportó el incidente fue un familiar de la madre, quien llegó al inmueble y preguntó por los menores pero al ir a saludarlos se encontró con la lamentable escena del bebé en el recipiente.
La familia inmediatamente trasladó al bebé al Hospital ‘Francisco Canossa’ de Pelaya donde no pudieron hacer nada por él porque llegó sin signos vitales.
El menor se metió en una ponchera con agua en un descuido de su hermana, de 9 años de edad, que lo cuidaba mientras jugaba en el patio de la vivienda.
Un bebé de un año de edad murió ahogado en un inmueble ubicado en la carrera 2 del barrio Las Flores del municipio de Pelaya.
El menor se metió en una ponchera con agua en un descuido de su hermana, de 9 años de edad, que lo cuidaba mientras jugaba en el patio de la vivienda.
Así lo manifestó la madre del bebé a los miembros de la Policía Nacional que atendieron el caso. La mujer agregó que ella estaba ocupada en la habitación recogiendo unos enseres de la casa porque se iban a mudar de la vivienda y por eso delegó en la hija el cuidado del niño.
La persona que reportó el incidente fue un familiar de la madre, quien llegó al inmueble y preguntó por los menores pero al ir a saludarlos se encontró con la lamentable escena del bebé en el recipiente.
La familia inmediatamente trasladó al bebé al Hospital ‘Francisco Canossa’ de Pelaya donde no pudieron hacer nada por él porque llegó sin signos vitales.