La presión que están ejerciendo mis amigos sobre mi opinión con respecto al homenaje a Carlos Vives, sobre todo el llamado hacer causa común alrededor de Alfredo y Jorge Oñate, me ha mantenido atendiendo llamadas a toda hora, definitivamente la gente no quiere el homenaje a Carlos Vives, ya estoy aburrido de contestar llamadas y […]
La presión que están ejerciendo mis amigos sobre mi opinión con respecto al homenaje a Carlos Vives, sobre todo el llamado hacer causa común alrededor de Alfredo y Jorge Oñate, me ha mantenido atendiendo llamadas a toda hora, definitivamente la gente no quiere el homenaje a Carlos Vives, ya estoy aburrido de contestar llamadas y más llamadas, había escrito una columna más, pero decido no seguir terciando en el asunto porque quien tienen la responsabilidad del asunto es la Fundación Festival Vallenato, yo solo emití una opinión. Pero me ha salido caro.
Debo aclarar que siempre he dicho que Carlos Vives no se merece más ese homenaje que Alfredo y Jorge Oñate, en una de mis columnas sugerí precisamente que el homenaje se le hiciera a los dos grandes. La FFLV decidió otra cosa, ese es un ente autónomo y las razones que esgrimieron son válidas, así muchas personas consideren a Carlos Vives un paracaidista en el vallenato, no lo es, eso no me convierte en un desvergonzado, es mi opinión y si la Fundación se compromete con el Plan de Salvaguardia, es una buena unión, así se piense lo contrario, yo no le debo nada a la Fundación, no voy al parque a ver nada, yo todo lo veo desde mi casa, o sea nada me compromete para estar en el ojo del huracán, asumiendo papeles protagónicos en la defensa de este homenaje que tal como lo dice Julio Oñate Martínez, Vives puede declinar y de veras que es menos polémico y traumático, que seguir adelante con él, solo se aplaza y de seguro la gente lo va a recibir mejor, de esa forma la Fundación mostraría que también oye el clamor popular.
Lo que más ira le dio al público fue la determinación de cancelar los homenajes y darle una segunda categoría de reconocimiento, sobre eso también emití mi opinión. No es acertado, puesto que el homenaje genera espectáculo y simpatía hacia el evento, acepto que este muy a pesar de tener sus aciertos, no se puede tapar la luz del sol con un dedo, ha generado todo el repudio de la gente fiel al vallenato, es anti popular, aplazarlo sería pertinente, aún hay tiempo y Carlos debería entender eso.
Ya estoy cansado de tantas visitas y llamadas, la columna de Julio Oñate es muy buena, la del maestro Napoleón también los es, no porque hubiese mandado el ramalazo voy a desconocer que la gratitud es algo que no podemos dejar de lado, por ser un valor está primero.
Los patrimonios no son estáticos, son dinámicos, la Gobernación debería convocar una gran plenaria para que se socialice el Plan de Salvaguardia y así la gente entendería que no nos podemos anquilosar los cuatros aires, si no existen elementos alternativos, irremediablemente los vamos a fosilizar.
Por Rosendo Romero Ospino
La presión que están ejerciendo mis amigos sobre mi opinión con respecto al homenaje a Carlos Vives, sobre todo el llamado hacer causa común alrededor de Alfredo y Jorge Oñate, me ha mantenido atendiendo llamadas a toda hora, definitivamente la gente no quiere el homenaje a Carlos Vives, ya estoy aburrido de contestar llamadas y […]
La presión que están ejerciendo mis amigos sobre mi opinión con respecto al homenaje a Carlos Vives, sobre todo el llamado hacer causa común alrededor de Alfredo y Jorge Oñate, me ha mantenido atendiendo llamadas a toda hora, definitivamente la gente no quiere el homenaje a Carlos Vives, ya estoy aburrido de contestar llamadas y más llamadas, había escrito una columna más, pero decido no seguir terciando en el asunto porque quien tienen la responsabilidad del asunto es la Fundación Festival Vallenato, yo solo emití una opinión. Pero me ha salido caro.
Debo aclarar que siempre he dicho que Carlos Vives no se merece más ese homenaje que Alfredo y Jorge Oñate, en una de mis columnas sugerí precisamente que el homenaje se le hiciera a los dos grandes. La FFLV decidió otra cosa, ese es un ente autónomo y las razones que esgrimieron son válidas, así muchas personas consideren a Carlos Vives un paracaidista en el vallenato, no lo es, eso no me convierte en un desvergonzado, es mi opinión y si la Fundación se compromete con el Plan de Salvaguardia, es una buena unión, así se piense lo contrario, yo no le debo nada a la Fundación, no voy al parque a ver nada, yo todo lo veo desde mi casa, o sea nada me compromete para estar en el ojo del huracán, asumiendo papeles protagónicos en la defensa de este homenaje que tal como lo dice Julio Oñate Martínez, Vives puede declinar y de veras que es menos polémico y traumático, que seguir adelante con él, solo se aplaza y de seguro la gente lo va a recibir mejor, de esa forma la Fundación mostraría que también oye el clamor popular.
Lo que más ira le dio al público fue la determinación de cancelar los homenajes y darle una segunda categoría de reconocimiento, sobre eso también emití mi opinión. No es acertado, puesto que el homenaje genera espectáculo y simpatía hacia el evento, acepto que este muy a pesar de tener sus aciertos, no se puede tapar la luz del sol con un dedo, ha generado todo el repudio de la gente fiel al vallenato, es anti popular, aplazarlo sería pertinente, aún hay tiempo y Carlos debería entender eso.
Ya estoy cansado de tantas visitas y llamadas, la columna de Julio Oñate es muy buena, la del maestro Napoleón también los es, no porque hubiese mandado el ramalazo voy a desconocer que la gratitud es algo que no podemos dejar de lado, por ser un valor está primero.
Los patrimonios no son estáticos, son dinámicos, la Gobernación debería convocar una gran plenaria para que se socialice el Plan de Salvaguardia y así la gente entendería que no nos podemos anquilosar los cuatros aires, si no existen elementos alternativos, irremediablemente los vamos a fosilizar.
Por Rosendo Romero Ospino